31 de mayo de 2009

Crueldad infinita

El ascenso se escapaba entre las manos, sin poder hacer nada para remediarlo. El reloj marcaba el minuto 94 del partido, y ya apenas quedaban unos segundos para que el milagro pudiera mantener el sueño de la Primera División en Alicante.

En esas, el balón merodeaba el área gallega lo suficiente para que un contacto entre Noriega y Tote hiciera resurgir todas las esperanzas en el Rico Pérez. Penalti a favor del Hércules. Javi Farinós cogió el balón, decidido. Seguro gracias a su pleno acierto durante la temporada desde la «fatídica» distancia. Ni un solo fallo. Colocó el balón, dio cinco pasos hacia atrás, sin perderle la mirada a Falcón, el portero celtiña. El árbitro brindó su permiso y… desolación colectiva. ¡Al palo! Casi veinte mil personas con el corazón encogido.

¿Existe mayor crueldad? No, seguro. No es el empate. Tampoco fallar una ocasión tan determinante en el último suspiro. Es algo más. Ese colectivo –el arbitral– que tantos disgustos ha dado al herculanismo durante todo el año… concedía (porque así fue) una oportunidad única para la ilusión… Y el destino nos la arrebató. Sin preguntar. De la forma más injusta y dolorosa.

Al final, no ha podido ser. No es justo sonreír tanto para acabar así. Mudos, hundidos, con infinita rabia. ¡Cuánta crueldad!

Ahora, con lágrimas en los ojos, toca mirar a Fuenlabrada. Allí nos espera otra gloria. ¡Vamos!

30 de mayo de 2009

A sólo dos pasos

Ante el reto más importante de la temporada: Dos victorias y a la ACB. El Lucentum inicia esta tarde una rápida (y arriesgada) travesía hacia la máxima categoría del baloncesto español, con Los Barrios como primer obstáculo. De esta forma arranca la «Final Four» de Fuenlabrada, una segunda oportunidad (alternativa indeseable a principio de temporada) que puede marcar la viabilidad del proyecto: en ACB todo es posible... pero otro año en la LEB sería peligroso.

El Lucentum acude a Madrid como máximo favorito. ¡Pero de qué vale! Y más a un equipo que ha demostrado durante toda el año una irregularidad extrema y que no ha dado validez a ese cartel que le cuelgan como mejor plantilla. Jugamos en casa, o eso dicen, ya que Quintana, Cazorla, Berni y Jorge García han militado en el equipo madrileño y se conocen, por tanto, «al dedillo» el Pabellón Fernando Martín. Aún con todo... ¡no me fío!

Ojalá pudiera estar allí, en Fuenlabrada, junto al medio millar de alicantinos que se han desplazado para animar al equipo. Ese apoyo, en una ronda tan definitiva, debe ser definitivo. Ojalá. Me gustaría poder ser tan optimista como el bueno de Julio Lamas. ¡Lucentum, ACB!

FiT: Tal como llegó... se marchó

Festa i Tradició… ¡ya está en la calle! Bueno, si somos exactos, cabría decir que ya está en manos de José Luis González, nuestro profesor de Producción Periodística… No es poco, no, pero tal vez visto el resultado el regusto final es algo amargo. ¿Por qué no aspirar a más? ¿Por qué no ser más ambiciosos? Tal vez, no es el momento idóneo, ya que mientras los medios de comunicación despiden sin contemplaciones a cientos de periodistas, nosotros –con nuestra conocida inconsciencia– pretendemos sacar un producto informativo. Locuras. Aún así, habrá que estudiar las opciones que se presentan, valorarlas y decidir. No queda otra.

Pero bueno, dejando de lado el futuro, el día de hoy estaba marcado en el calendario. Tachado, rodeado en color rojo pasión. Viernes, 29 de mayo, 11.30 horas. Tocaba quitarle la máscara al proyecto y presentarlo ante el «jurado», ante los ojos de los demás. Las primeras impresiones (no sé hasta qué punto reales) han resultado positivas… Sólo falta saber qué grado de sinceridad llevaban implícitas. Nos han animado a seguir adelante y a convertir en realidad el trabajo de los últimos meses. Un periodo agotador, donde las horas de sueño se han visto reducidas al máximo y el cuerpo ha sufrido un estrés desconocido.

La citada presentación, el momento de la verdad, ha seguido el guión previsto, algo es algo. La primera parte (más monótona) nos ha servido para explicar el Plan de Producción, la fase más técnica del trabajo. A continuación, se ha proyecto el nacimiento de nuestro «hijo» a través de una visión ágil, espero que divertida y muy personal… En definitiva, toda una defensa apasionada de FiT, que retrata una dedicación casi completa en las últimas semanas. Durante unos días he abandonado todo el resto, no había vida más allá. Nuestro espacio en Atzavares (UMH) y mi particular «redacción» en casa han centrado mis días, dejando sólo cinco horas diarias (incluso menos) para dejarle constancia a la cama que seguía viva, aunque coleara poco.

Estos meses me han descubierto a personas muy predispuestas a colaborar con un proyecto universitario, y a otras distantes, que sólo se mueven por intereses propios. Debe haber de todo, claro está. Aprovecho esta ventana para agradecer su infinita paciencia a Ana Ruiz. A Sonia Castedo y Roque Moreno, por dejar a un lado su expresión más formal y transmitir su verdadero sentimiento festero. A Pedro Valera, por su amabilidad y generosidad. A José Luis Ferris, por regalarnos parte de su inspiración. A Vicente Hipólito, por abrirnos las puertas de su casa. A Pedro Espadero y Joaquín Rubio, por hacernos sentir artistas durante unos minutos. A Blanca Ortiz, Inés Quesada y Raquel Alcaraz, por compartir con nosotros sus recuerdos más personales. A Laura Chorro, por su felicitación. A Matilde Nadal, por demostrarnos su amor a la Fiesta. A Maria Estela Arabia, por su magistral lección acerca de la indumentaria alicantina. A Reyes Martí, por embriagarnos a distancia con ese característico olor a pólvora. A Sandra Llinares, Beatriz Castaños, Toni Esteve y Olivia Tovarra, por explicarnos qué significan les Fogueres para la ciudad. A Pedro, Irene, Marta, Ana, Juan Carlos, Tamara, Eva y Carlos, por contarnos cómo viven la Fiesta. Y así una interminable lista de agradecimientos. Todos ellos, sinceros. ¡Ah! No quiero terminar esta (para mí) emotiva entrada sin resolver antes una cuenta pendiente con mis compañeros de aventura (Marisol, Lorena y Raúl): gracias por vuestro gran trabajo y perdón por lo insoportable que llego a ser.

En fin. Ya veremos qué depara el futuro a Festa i Tradició. Si es que le depara... Os iré contando.

29 de mayo de 2009

Bien hecho, pero tarde

Si de sabios, como dicen, es rectificar… ¡Enhorabuena al Ayuntamiento de Alicante por cambiar el ritmo emprendido en los últimos años y retirar, por fin, los símbolos franquistas de las calles de la ciudad! Todo un ejemplo de democracia. La esperada noticia se ha consumado hace apenas unas horas, cuando el pleno del Ayuntamiento de Alicante ha votado por unanimidad (votos a favor de populares y socialistas) la retirada de los títulos y medallas concedidos por el consistorio a Francisco Franco, así como la eliminación de los símbolos de exaltación a la dictadura. Ya era hora.

Ahora sólo falta que unos y otros sepan gestionar la situación. Sonia Castedo ha demostrado, una vez más desde que accedió a la Alcaldía, que puede ser de derechas y, no por ello, vivir anclada en el pasado y rechazar por norma toda aquella propuesta que no mane desde su partido. Ahora sólo falta, como decía antes, que esta actitud se amplíe al resto de concejales, que también den señales y valoren alguna de las medidas puestas en marcha desde el Consistorio. Vamos, un dar y tomar democrático.

28 de mayo de 2009

¡Sí, sí y sí!

Veintiocho de mayo de dos mil nueve. Una noche histórica. Los goles del «negro» Eto’o y de la «pulga» Messi han convertido un maravilloso sueño en una trepidante realidad. Y, nosotros, como testigos preferenciales. Por fin, ¡el triplete! tiene color blaugrana. Ya son un mito.

Posteaba esta tarde sirviéndome de la excelente portada de El Periódico… Una nueva obra de arte. Ahora, el reloj está a punto de marcar las dos de la madrugada… y ya empiezo a creerme esta película que se inició hace ya casi diez meses y que ha concluido de la mejor forma, con una victoria rotunda ante los vigentes campeones, los «todopoderosos» red evils.

Así que no podía dejar pasar esta oportunidad para revitalizar este blog que, en las últimas fechas, parece cualquiera cosa excepto un cuaderno de bitácoras. Desde hace un mes, día arriba día abajo, las actualizaciones se pagan caras. Demasiado. Y, sin ánimo de esparcir culpas, debo compartir la responsabilidad con un ambicioso trabajo de la universidad que nos está quitando años de vida, dando auténticos quebraderos de cabeza y, espero, nos brinde alguna alegría esta semana. Creo que lo merecemos, valga la modestia.

En fin. Dicen que la vida no es más que una carrera continua por alcanzar sueños... Una lucha por vivir experiencias únicas... El triplete ya es un hecho tangible... Ahora, toca apostar por otro reto: ¿¡Otro imposible!?

17 de mayo de 2009

Cobardes intenciones

Hoy toca hablar sobre las plataformas ciudadanas. O, la cobardía personificada, según el grado de diplomacia con el que hablemos. Desde hace años, me han causado mucha curiosidad las iniciativas que proponen este tipo de asociaciones. Propuestas que apenas tienen el respaldo de la gente... Pero ahí siguen ellos en su empeño. Crepúsculos medio organizados que, cara a la galería, defienden los derechos de los vecinos de un determinado lugar. Pero que, en realidad, no son más que la unión de un grupo de políticos (cobardes y/o fracasados) que no saben qué hacer para conseguir su dosis de protagonismo.

¿Por qué toca hoy esta reflexión? Digamos que viene motivada por las Jornadas de la Ciudad, organizadas por la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas, la manida PIC. Cuatro ilustrados (eso sí) que se juntan, se escuchan y pare usted de contar. Dicen los miembros de este apéndice político que la presente actividad pretende «regenerar la opinión pública» y «fomentar el debate» en la «democracia alicantina, que está muy adormecida y donde pocas entidades formulan propuestas». Qué buena voluntad. Sólo les falta colaborar con alguna ONG para optar al distintivo de «alicantino perfecto».

Ironías aparte… ¿Se creen ellos, sinceramente, esa voluntad que pretenden demostrar ante los medios de comunicación? ¿Son conscientes del nulo interés que despiertan en la población? Y no me vale acusar a la gente de «pasota» para ocultar el fracaso de sus iniciativas. No movilizan porque el ciudadano, más listo de lo que ellos apuestan, ya no confía en las hipotéticas buenas intenciones que siempre arrastran algún interés oculto.

Pero yendo más allá. ¿Alguien piensa que sus intenciones no tienen un trasfondo político? Eso sí, desde una posición muy cómoda, casi privilegiada. Ellos hablan, critican, juzgan, sentencian… pero en ningún momento se exponen al juicio del ciudadano, como sí hacen sus compañeros. ¿No son más valientes, por ejemplo, los socialistas que formaban la lista en las últimas elecciones locales? Ellos dieron la cara, salieron trasquilados, pero se presentaron ante los alicantinos para que éstos pudieran elegir. Ellos, sin embargo, no. Hablan, hablan... pero que el golpe se lo lleven otros. Uno de los miembros más activos de la PIC, Manuel Alcaraz, reconocía el otro día en un chat organizado por diario Información que «algunos amigos socialistas» les tenían «celillos». ¡Faltaría más! ¿Qué os van a tener, respeto? Mientras ellos ponen la mejilla, una y otra vez, vosotros os limitáis a refugiaros tras unas zarzas a la hora de la verdad.

¿A quién quieren engañar? CC OO, UGT… defienden los derechos de los trabajadores. Coepa, a los empresarios. Asaja, a los jóvenes agricultores. Y así, mil ejemplos. Pero, ¿en favor de quiénes trabajan estas plataformas? ¿Por los ciudadanos? Si quieren hacer política… que la hagan. Pero en igualdad de condiciones que el resto. Vale ya de cobardes intenciones.

14 de mayo de 2009

Mirada cobarde

Era uno de los instantes, previos al partido, más esperados. Sin embargo, TVE ha preferido evitar la polémica. Durante la interpretación del himno de España… ¡qué mejor que conocer cómo respiraba Bilbao o Barcelona! ¿Censura? Me cuesta creer que haya sido un fallo de realización (dicen que humano). Más aún, cuando todo debía estar previsto al mínimo detalle.

Ellos verán, pero si piensan que la mejor forma de esconder una realidad es omitirla… ¡mal van! Sobre todo, cuando en ese mismo instante hay centenares de medios de comunicación que han tardado una milésima de segundo en narrar lo sucedido.

Casualidad, o no, en el descanso el ente público ha decidido emitir el polémico momento. Eso sí, a su forma. ¡Para ver y no creer!

Y así… casi sin querer… llegó el primer título. El Rey de Copas se hace más grande. Ya tenemos la primera hoja del ansiado trébol. Este fin de semana, a por la segunda. Y a seguir soñando.

7 de mayo de 2009

Unos segundos orgásmicos

El árbitro ya miraba el reloj. El partido entre Chelsea y Barcelona apuraba sus últimos instantes. El marcador (1-0) ponía al conjunto londinense en la final de la Champions. Era el minuto 93, sólo faltaba uno para decir adiós al sueño europeo. Durante todo el partido, ni un solo tiro a puerta del equipo de Pep. Ni peligro ni nada parecido. Messi, desaparecido; Etoo, inaudito; Iniesta, frustrado… Confianza, la justa. Tal era mi estado de ánimo que la atención ya rehuía la retransmisión del partido. No acertaba más que a escuchar voces de fondo… Y, de repente, ¡se hizo la luz!

El balón ronda el área inglesa, Etoo lucha la posesión y consigue que el esférico le llegue, de rechace, a Messi. La «pulga» coge a «su chica» y se la cede con generoso a Iniesta, en paralelo a la línea de fondo, besando el suelo… Y ahí, ¡Dios se hizo culé! El manchego, a la cruceta, inalcanzable para Cech… muy cerca del paraíso. En el punto más imposible, destino a Roma.

Stamford Bridge enmudecía. El barcelonismo extasiaba de placer. Estoy convencida de que la felicidad, si existe, debe ser algo muy similar a lo vivido esta noche. Mejor, no. ¿O sí? La respuesta en dos semanas...

2 de mayo de 2009

Reinventar, no sé; pero disfrutar, sin duda

En la Aula Magna, ante la mirada de unas doscientas personas, el rector concluía su intervención: «Doy por clausuradas las IV Jornadas Internacionales de Periodismo». Los relojes aún no marcaban las 14 horas, y el último aliento para el curso presente ponía su particular punto final. Las excusas se acababan y el abismo (escenificado en mayo y junio) se acercaba irremediablemente. Recogida del diploma acreditativo, un bocadillo de la Galia y a Atzavares, a continuar con la rutina de los últimos meses. Ayer tocaba seguir con el Plan de Producción. Por enésima tarde.

El miércoles, sin embargo, el ánimo era distinto. El aparcamiento, las caras, los trajes (que, pese a no estar hechos a medida, tan bien nos sentaban) dejaban patente que no era un día normal. Estábamos a mitad de semana, pero no había signos de Tributaria ni tampoco de Producción. Y todo porque comenzaban las Jornadas de Periodismo. Por cuarto año (tantos como llevamos en esta aventura), nos reuníamos en el Aula Magna para acomodarnos y empaparnos con las opiniones y la experiencia de profesionales. Aire fresco contra un año incómodo y algo frustrante en lo académico.

Convendremos todos que, por norma, la mesa de apertura de este tipo de actos suele resultar tediosa y apenas ofrece titulares. Sin embargo, aquí fue todo lo contrario. Algo indicaba que este año iban a ser «moviditas» las Jornadas. El representante de la Generalitat (como ente patrocinador) cogió la palabra y dio un auténtico mitin político, que dejó alucinados a los presentes. Una exposición inapropiada en la que, José Manuel Vela, secretario autonómico de Economía y Presupuesto, despachó a gusto al presidente del Gobierno y alzó hasta un pedestal la política del jefe del Consell, el «Molt Honorable». Palabras que, si en un primer momento despertaron el asombro, pasado los minutos, acabaron causando hilaridad y risas cómplices entre compañeros y profesores. ¡Nadie dada crédito!

Con la «Regulación de la profesión» se iniciaba, ahí sí, el debate sobre Periodismo. Una mesa con Juan Tomás Frutos, presidente de la Asociación de la Prensa de Murcia; Leonardo Tomás, presidente de la Asociación de la Prensa de Alicante; y Pere Miquel Campos, socio fundador Unió de Periodistes Valencians, presentada por José Luis González. Se habló de las miserias de la profesión (sueldos, horarios, intrusismo…) y de los remedios. Y se concluyó que los murcianos tienen todo más claro que nosotros. ¡Qué cosas!

A continuación, una lección de vida de David Beriain, que con una humilde presentación nos inyectó ánimo en vena, gracias a sus aventuras en Colombia, Afganistán, Irak, Cachemira, Darfur… Un personaje que poco o nada tenía que ver con el «Periodismo local», pero que supo «inventar» un hilo conductor para llevarnos a sus aventuras con los guerrilleros de las FARC, por ejemplo. Junto a él en la mesa, otro joven periodista: Borja Ventura.

Y tras la experiencia de los que representan el presente y que pronto se adueñarán del futuro, «La encrucijada del papel en el ámbito local». Una mesa redonda que de tanto prometer (tal vez son el sector que más tiene que reinventarse para sobrevivir), se quedó en un… «pudo ser y no fue», debido a la ausencia de dos de sus ponentes. Sólo el director de La Verdad, José María Esteban, acudió a la cita, lo que convirtió un debate que prometía en un monólogo algo plano. ¡Qué malo es centrar las expectativas! Suele acabar en decepción.

Por la tarde, a la hora de la siesta, llegó como un huracán la energía de Sergio M. Mahugo. Él, y sólo él, dinamizó de tal forma la mesa «El valor del periodismo hiperlocal» que convirtió la peor hora de las Jornadas (justo tras la comida) en una entretenida charla sobre cómo encarar el futuro modelo de prensa local.

Y para terminar el día, una de las novedades de este año: «El periodismo al otro lado del espejo», la voz de los alumnos. Representantes de la Universidad de Valencia, Murcia y la Autónoma de Barcelona, junto a nuestro elegido, Félix, debatieron acerca de los planes de estudio, de los pros y contras del Plan Bolonia… Sólo fallaron algunas «formas» en la moderación, que supongo será cuestión de inexperiencia. Mi reconocimiento para los cuatro estudiantes que supieron defender su visión, ante un escenario extraño para ellos. Por fin, tenemos palabra.

Y así, rápido, se llegó al jueves. A primera hora, otra de las mesas que prometía: «Retos del periodismo televisivo local». Las licencias de la TDT, como no podía ser de otra forma, fueron la chispa que avivó el fuego cruzado entre los ponentes, activo sobre todo en Sacramento Alvear, director de Libertad Digital TV Elche, y Conchi Álvarez, directora de TeleElx. Ya se sabe, con la política y el dinero como ingredientes… todo era cuestión de esperar.

Mientras, el halo internacional corrió a cargo de Klaus Meier, profesor de la Universidad de Darmstadt (Alemania); Andy Kaltenbrunner, consultor internacional de periodismo; y Daniela Kraus, profesora de Medienhaus Wien (Austria). En resumen, como si soltamos a tres indígenas en plena Gran Manzana de Nueva York. O a tres miembros de la familia real británica en una tribu amazónica.

Concluida la parte exótica, llegó el «enviado», la voz más esperada de las Jornadas, Mario Tascón. El editor general de Diximedia y creador de lainformacion.com no debió defraudar a nadie, me atrevo a aventurar. Difícil es hacerlo con un currículo como el suyo. Y más aún tras una brillante presentación (como acostumbra todos los años) de Isabel González. Unas palabras inteligentes, estudiadas y próximas hicieron que todos nos metiéramos desde el minuto uno en su presentación, que resultó ágil, trabajada y didáctica. Eso sí, aún me pregunto qué ofrece este nuevo «medio» a la blogosfera. Una inversión multimillonaria no puede conformarse con linkar a los «defenestrados» diarios tradicionales o verter indiscriminadamente teletipos. Algo deben tener en la recámara. Digo yo.

Y así llegamos a otro de los «momentos», para mí, de las Jornadas. Me alegró la expectación que se creó ante la entrega de premios del Concurso de Reportaje Periodístico Ricardo Ortega. La parte emotiva corrió a cargo de los padres del periodista asesinado en Haiti en 2004 y de las imágenes de las mil «batallas» del reportero por Rusia, Sarajevo, Chechenia... Aprovecho para dar la enhorabuena a los premiados: Gregorio Fernández, Félix Arias y Manuel Salazar, que tuvieron su «minuto de oro» en el Informativo de Antena 3. Y, llegado a estas alturas, no me resisto en felicitar a Alicia de Lara. No la conozco, pero me basta saber que la idea de este concurso le pertenece para valorarla. Y ya puestos... un reconocimiento a los responsables del despliegue «cibernético», que permitió seguir al minuto las ponencias a través de Internet. Un acierto total. Da gusto, ahora, con tiempo, echar un ojo a la web de las Jornadas. Una medalla para el autor del proyecto.

Y ya. Con la clausura a cargo de un afable Alejandro Soler -se notaba que no tenía que firmar factura alguna- y del rector Rodríguez Marín, se llegó a la línea de meta. Unas horas intensas, ciertamente entretenidas y de las que se pudieron extraer interesantes conclusiones, ésas que te persiguen (espero que no atormenten) durante años. Me apena, debo reconocer, que algunos contratiempos hayan quitado lustre al trabajo de los organizadores (con Carvajal al frente), que me consta han luchado para traer a los mejores... Lástima que, aún, no todos quieran venir.

No puedo, ni quiero, terminar este vuelo por las Jornadas de Periodismo de la UMH sin dejar patente mi decepción. Y, ahora, no se debe a la falta de grandes nombres, que ya expliqué en su momento, sino por la ausencia de algunos ponentes. Y qué casualidad, dos de los tres periodistas caídos a última hora del cartel están vinculados a mí. O, más bien yo vinculadas a ellos. O todos, a la empresa que nos da de comer. Una situación que me ha llevado a escuchar comentarios de todo tipo (aunque cargados de razón): Desde «¡Qué formales sois!» hasta «¿Tenéis la misma palabra para todo?». Muy extrañada, si soy sincera, tampoco me dejaron. Por la de Izquierdo apostaba. La de J.R. Gil (cuya reseña me resultaba familiar) la presentía. Supongo que ambas se habrán argumentado debidamente (parece ser que el trabajo ha sido el responsable), aunque de poco me sirve: como ya dije en su momento para criticar la falta de referentes, las intenciones no me valen para mucho, me decanto por valorar los hechos.

Y, por último, dos coincidencias que me sorprendieron. Opiniones compartidas, durante las Jornadas, con dos personajes con los que, por norma, no estoy del todo (o en nada) de acuerdo. Uno, el vicedecano de la Facultad Fernández Ardanaz, presente en una mesa en la que no sé muy bien qué pintaba, pero que al fin y a la postre fue (tal vez) la única voz discordante de las Jornadas: ¿Es necesario quemar el papel? ¿No podemos convivir todos en armonía? Ardanaz defendió la existencia de los periódicos porque permiten una lectura más reposada, con mayor capacidad de análisis. ¡Qué manía con los 233 grados!

La otra persona, que pocas simpatías me despierta por su proceder diario, pero que durante las Jornadas tuvimos nuestro punto de encuentro, fue el «magnífico» Jesús Rodríguez Marín, rector de la Universidad. Durante la clausura, dijo que si resulta difícil emprender un proyecto como éste, más complicado es mantener el interés año tras año (y ya van cuatro), en referencia al tema y a los ponentes invitados. Así que recojo esta idea de «Don Jesús» para buscar ya con la mirada la próxima edición, allá avanzado 2010, cuando el acto de graduación sea ya, casi, una realidad…