26 de mayo de 2014

El silencio político como respuesta a unos malos resultados electorales en Alicante

No sé qué sucederá durante la jornada de hoy, pero anoche todos se escondieron. Los máximos representantes de PP y PSOE en la ciudad de Alicante optaron por el cobarde silencio, ante la cascada de malas noticias que llegaban desde las urnas. Algunos, los que anticiparon el descalabro, ya anunciaron a media tarde que no harían valoración alguna a los datos extraídos de los colegios electorales en la ciudad. Otros, vete a saber por qué motivo, optaron ya de noche por dejar sonar el teléfono al recibir la llamada de turno, pactada incluso en algunos casos.

Ellos verán, del silencio sólo es dueño uno mismo. Pero si algo queda patente tras las Elecciones Europeas de ayer es que la gente está hartita, y ya no sólo de palabra sino también con hechos. Ellos, los que todavía ostentan el bipartidismo en Alicante, tendrán que decidir si siguen la estela que va rumbo al fracaso más inmediato o, por el contrario, acceden a dar un paso al frente, cambiando de raíz su forma de hacer una política que cada vez tiene menos adeptos. Anoche tenían dos alternativas: ocultar la cabeza en la arena o salir a dar explicaciones, participar en el simple ejercicio democrático de valorar el resultado de unas elecciones. Optaron por lo segundo, en eso sigue viva esa manera tan similar de hacer política de PP y PSOE.

Al frente de los que optaron por el silencio, Sonia Castedo. La principal cabeza visible del PP en Alicante lleva días que apenas se le oye, escudada en su baja maternal oportuna para desaparecer en campaña, pero eso no es eximente para que anoche, como alcaldesa de Alicante, hiciera un mínimo alto en su reposo y compartiera su visión de los resultados, tanto a nivel global como sobre todo desde una perspectiva más localista. Pues ni mu. Ni ella, ni sus concejales más cercanos. El actual alcalde en funciones, Andrés Llorens, también prefirió no responder a las llamadas, mientras que la portavoz del equipo de gobierno, Marta García-Romeu, vino a decir que la valoración poselectoral tendría que llegar desde lo más profundo de los cimientos del partido. Vamos, circunloquios aparte, tampoco quería opinar. Y así podríamos seguir con la lista. Sólo hubo una excepcion, todo hay que decirlo. Alguien accedió a hablar: Luis Barcala, concejal de Sanidad. Bien por él, aunque la responsabilidad debió asumirla algún cargo superior. Por eso de la jerarquía, vamos... Pero los populares de Alicante no sólo permanecieron callados anoche ante las valoraciones solicitadas por los medios de comunicación, sino que tampoco se les pudo ver por las redes sociales, pese a que algunos presumen de actividad en Twitter o Facebook. De hecho, durante la campaña no perdían ocasión para subir el mensaje que tocaba o la foto con caras sonrientes en el mitin de turno. Pero ayer todo fue distinto. Silencio absoluto.

Perfil de la cuenta en Twitter de Luis Barcala (a las 15:45 del 26 de mayo)

Perfil de la cuenta en Twitter de Carlos Castillo (a las 15:45 del 26 de mayo)

Perfil de la cuenta en Twitter de Belén González (a las 15:45 del 26 de mayo)
En la bancada opuesta, aunque anoche iban casi de la mano en el trance de asumir la debacle del bipartidismo y en el posterior silencio como respuesta a los votantes, se situó el PSOE. En este frente, la cuestión se complica. Piensas en portavoces, ejecutivas, familias y cuñados molestos. Una vez compuesto el árbol, elaboras un orden de prioridades: se llama a fulanito; si no quiere hablar, lo intentas con zutanito, si… Y así hasta el infinito y más allá. Y no es un decir, casi hubo que llegar al infinito para conseguir una valoración de los resultados socialistas en la ciudad de Alicante. El portavoz de PSOE en el Ayuntamiento, Miguel Ull, parece ser, cambió de opinión según fue transcurriendo la jornada. Si a primera hora de la tarde le parecía correcto comentar el resultado que saliera de las urnas, más tarde debió pensar lo contrario. O esa interpretación se extrae cuando se intenta con ahínco la comunicación y nadie responde al otro lado. Entonces pruebas, según esa improvisada lista de prioridades, con el líder de los socialistas en Alicante y diputado nacional... Y más agua. Gabriel Echávarri, cuyo objetivo es comandar las listas del PSOE en las próximas municipales, tampoco tuvo a bien valorar la decisión de los alicantinos. Al final, según fuentes del partido, la «patata caliente» tenía que recaer sobre Lalo Díez, portavoz de la Ejecutiva en Alicante o algo así... Resumiendo, el que suele da la cara cuando la foto va a salir turbia, como era el caso. Bien por su parte, todo sea dicho.  

En esta ocasión, las principales cuentas de los socialistas en Alicante también se quedaron mudas anoche. Bueno, no la de todos. Los ‘rebeldes’ sí que se dejaron ver, admitiendo el mal resultado del PSOE en las elecciones y sugiriendo medidas para cambiar la dinámica de la formación. En cambio, de los oficialistas nada se supo. En la cuenta oficial del partido en la ciudad, tan sólo se puede ver [cuando ya han pasado 16 horas desde que se conocieron conocen los resultados] un retuit a una respuesta de un comentario hecho por un concejal de EU. Cuestiones menores, de las elecciones en sí, nada. En la misma línea se muestra a estas horas la cuenta personal de Gabriel Echávarri, donde en la última actualización se le puede ver votando el domingo por la mañana en un colegio electoral de Alicante, además de otras más antiguas en mítines del final de campaña, entre ellas, una con Ximo Puig y Rubalcaba, que acaba de anunciar su adiós. Del nuevo puzle que han dibujado los votos en las urnas europeas y sus consecuencias más cercanas, mutismo absoluto.

Perfil de la cuenta en Twitter del PSOE en Alicante (a las 15:45 del 26 de mayo)
Perfil de la cuenta en Twitter de Gabriel Echávarri (a las 15:45 del 26 de mayo)
Uno de los comentarios de Elena Martín en su perfil de Facebook

Comentario de Alejandro Parodi anoche en su perfil de Facebook
Comentario de Gabriel Moreno anoche en su perfil de Facebook

Y así transcurrió otra noche electoral, entre la euforia de algunos y el reprobable silencio de otros. Estos últimos no tardarán en hablar, en dar voz propia a las reflexiones ya oídas a otros representantes de sus mismos partidos, en ser meros altavoces. Este relato de hechos, a modo de reflexión personal, sólo pretende un objetivo: explicar a quien llegue hasta aquí por qué esta mañana los alicantinos no han podido leer en el periódico las valoraciones de los líderes de los todavía principales partidos en la ciudad. Que sigan así, y las consecuencias no harán más que anticiparse a la evolución natural. El apoyo lo han empezado a perder, pero ellos saben que en política todo puede empeorar. Sólo hay que empeñarse, y ya van por el buen camino.