Hago un alto en este prolongado e involuntario silencio –obligado por el trabajo temporal, que no por las vacaciones estivales– para hacer una recomendación bloguera. Desinteresada y que acabareis agradeciendo, todo sea dicho. Lo sé, estimados amigos. Aún no se ha celebrado la fiesta de inauguración, aunque preveo que se hará en breve. Pero ya podéis echar un vistazo a un espacio que, a buen seguro, dará que hablar. Apuesto a que se convertirá en un referente de diálogo en la ciudad, generando un debate paralelo al ya establecido, y también, aunque es un asunto que me coge a mayor distancia, en el sector de la cooperación al desarrollo.
El armazón, después de un intenso verano, ya está armado. Y bien armado. El diseño muestra un espacio amable, de sencilla navegación y con una carta de presentación tan íntima como deliciosa. El fondo, sin embargo, no será tan cordial. Seguro. La crítica se convertirá en el hilo conductor, del blog como denuncia de aquellos aspectos que lastran a una ciudad que no acaba por explotar su verdadero potencial. Promete... y mucho.
Tranquilos. Sin prisas. Todavía habrá que esperar unos días para ver «Palabras gruesas» en pleno funcionamiento. Pero sé que merecerá la pena. Yo ya lo tengo en mis favoritos. Tú verás... Carlos es un valor seguro. No defrauda.