30 de marzo de 2009

Alicante y su "otro yo" histórico

«En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares». Así rezaba el último parte de guerra dictado por Franco, fechado el 1 de abril de 1939. Pero, antes de lanzar el triunfalista manifiesto, el bando franquista tuvo que ocupar la ciudad de Alicante. Último refugio de los republicanos que llegaron a los muelles del Puerto con la esperanza del exilio, y que –en su mayoría– sólo pudieron encontrar el irrevocable final a un sueño imposible.

Sin embargo, a día de hoy, poco o nada rememora esos angustiosos e históricos días en la ciudad. Más bien, todo lo contrario. Y eso que propuestas hay sobre la mesa. En 2009, setenta años después del final de la Guerra, muchos vestigios franquistas se mantienen, sin motivo ni razón. Aparcando, por un instante, la retirada de símbolos antidemocráticos, no encuentro ningún argumento para negar un monumento que recuerde el final de la contienda entre iguales. Sin abrir heridas, pero sin olvidar a los humillados.

Alicante, quiera o no, entró en la historia al ser testigo de los últimos días de la Guerra Civil. Pero aquí nadie quiere recordar esa fecha, histórica pese a quien pese. Más allá de monumentos a los caídos por un bando u otro –porque en la guerra no hay buenos o malos, sino vencedores y vencidos–, qué menos que recordar la agonía de la República, aquí, en Alicante. Y, sobre todo, honrar a un hombre que salvó del cautiverio seguro y de la posible muerte a más de 2.700 personas. Nuestro «muro» con el Mediterráneo permitió la gesta del «Stanbrook», ése barco de bandera británica capitaneado por Dickson que se convirtió en un «símbolo heroico y dramático de la evacuación final», en palabras del historiador Juan Martínez Leal. ¿Y qué? ¿Alguna institución se acuerda? Espero y confío en el talante de la «nueva» alcaldesa. El tiempo, supongo, me quitará la razón. O no. Ya, algunas firmas autorizadas muestran su escepticismo hacia Castedo… Veremos.

Pero, Alicante vio mucho más. Aquí murió fusilado José Antonio Primo de Rivera. Aquí fallecieron 313 personas, consecuencia del ataque al Mercado Central que algunos historiadores equiparan al Bombardeo de Guernica… La Guerra pasó, y buena huella dejó, en Alicante.

En fin. Toda la crónica de la contienda, y mucho más, se recoge en un suplemento meritorio y recomendable. Tal vez, una de las publicaciones más dignas de Información en los últimos años. «1939, la guerra acaba en Alicante. Crónica de los últimos días de la contienda civil en la provincia, último objetivo militar de Franco» recopila documentos e imágenes inéditas de un gran valor histórico. En total, casi medio centenar de páginas. La lectura no es rápida, pero sí obligada.

¿En manos de quién estamos?

Las cabezas pensantes no dejan de sorprendernos con las rompedoras propuestas que idean para salir de la actual coyuntura económica. Vamos, de la crisis. Ésa que tanto daño está haciendo a las empresas de comunicación.

La última «solución» viene de la mano de El País. Los gestores han pensado que la mejor forma de aumentar los ingresos es subir 10 céntimos el precio de cada ejemplar. Tal vez, no es la «mejor forma» sino la solución «menos innovadora».

Si vendemos «x» diarios a 1,10 euros y obtenemos 1,10x… Ahora, subimos el precio 10 céntimos y vendemos «x» diarios a 1,20 euros… Total, 1,20x. Pura lógica.

Sin embargo, no hay más que echar un rápido vistazo a los últimos datos de difusión del periódico y la lógica aplastante deja de serlo para convertirse en una idea facilona y propia de bobos. Y encima, estrategia a la que acude por segunda vez en menos de un año. Al final, se convierte en un parche y no en un verdadero remedio frente a la crisis.

El OJD dice que el descenso de ventas en lo que llevamos de 2009 son espectaculares. En enero, en comparación con 2008, pasa de 452.893 ejemplares vendidos a 400.174, un descenso de 52,719. Mientras, en febrero las cifras no fueron nada halagüeñas, al bajar de 483.377 ventas hasta las 430.177, un retroceso de 53.200 diarios. Malas cifras, que serán peores en los próximos meses.

No sería mejor ir más allá. Darle una vuelta, dos o tres, al producto. Buscar soluciones originales, rompedoras y que, de verdad, inviten al ciudadano a ir hasta el quiosco a comprar la prensa…

Si subir el precio del periódico es la propuesta que ofrece el diario El País para salir de la grave crisis en la que está inmersa… Mal vamos.

24 de marzo de 2009

Toma nota, Rajoy

Gallardón, Aguirre, Rato, Feijóo… La auténtica renovación de la derecha la propone Almodóvar en “La concejala antropófaga”. Un corto, protagonizado por Carmen Machi, donde se recupera el espíritu más trasgresor del director manchego.

Y manos a la obra se ha puesto el Molt Honorable. Pese al estigma de inaccesible que le persigue, promovido por aquéllos que tanto le envidian, el presidente Camps ha querido dar un golpe sobre la mesa y demostrar que a “sentido del humor” no le gana ni el más cachondo del lugar, manejando la tercera acepción del vocablo. Así, se anuncia su presencia en la Universidad Miguel Hernández la tarde del próximo 27 de marzo. O eso extraigo de la información facilitada por de la Licenciatura en Antropología Social y Cultural, coorganizador de la actividad:

Los estudiantes y profesores de la Licenciatura en Antropología Social y Cultural en colaboración con el Vicerrectorado de Estudiantes y Extensión Universitaria y la Delegación de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de Elche han organizado un ciclo de cine y antropología.

El próximo viernes día 27 de marzo, a las 19 horas, en el Aula 0.5 del Edificio Altabix del Campus de Elche, se proyectará la película "El Traje", con presentación a cargo de su protagonista. (He aquí la presencia de Don Paco).

Espero que os animéis puesto que en esta ocasión contamos con un invitado de excepción y un punto de vista muy diferente al que estamos acostumbrados. (¡Cuánta razón!).

Esperamos contar con vuestra presencia y participación ya que es una buena oportunidad para aprender a ver las cosas con un enfoque distinto. (¡Y tanto!).

23 de marzo de 2009

Por un futuro mejor

Una jornadas aceptables en el fondo, pero con carencias en la forma. Así resumo el programa de las IV Jornadas de Periodismo UMH. Dicen en Marketing que «tan importante es tener un buen producto como saber venderlo»... Y ahí, creo, reside el fallo capital de estas jornadas. Puede haber charlas interesantes, pero… ¿dónde está el gancho? Porque no consigo dar con él.

Primero, veamos la visión oficial. Bajo el título «Reinventar los medios locales», los próximos 29 y 30 de abril, se presenta este foro que pretende analizar la respuesta de los medios locales a la profunda crisis que sufre el sector de la comunicación. Dos jornadas en las que se trata de avanzar en el futuro de los diarios impresos, el valor del periodismo de proximidad, los retos de la información televisiva y el estatus del periodista como profesional.

Bueno, como siempre, la teoría parece excitante: en unas horas, desde Elche, se busca dibujar el mañana de la profesión, seguro que con trazos precisos. Pero… ¿qué hay de la práctica? ¿Quién viene? Echando un vistazo somero al programa, me faltan nombres de referencia mediática. Todos sabemos que, por norma, no son más que «caras» o «marcas», pero es innegable que venden, mucho y bien. A veces, incluso, son profesionales de incuestionable prestigio, capaces de analizar la realidad como el mejor.

Recuerdo que en las primeras jornadas, con el lastre de abrir la veda, estuvieron Martínez Soler y Pedro Blanco. Al año siguiente, se alcanzó un nivel exquisito con la presencia de Calaf –tal vez la periodista con mayor prestigio profesional que ha acudido a la UMH hasta la fecha-. Y en las últimas jornadas, seguramente la más mediática, Pedro Barthe y Sergio Sauca, como principales voces.

¿Y este año? En la jornada inaugural, veo a jóvenes realidades (Beriain y Borja Ventura) y una mesa con callo en el oficio, que se salva de la quema, con Gil, Esteban y Ortiz. Y poco más, sobre todo si obviamos compromisos socio-políticos y hombres de despacho.

El jueves, cierre del foro, tres charlas y a casa. Antes de disfrutar del puente del 1 de Mayo, para celebrar el Día del Trabajador, reunión de explotadores con licencia (y no me refiero a la concesión para TDT, eso otro día). Además, mesa de apellidos rimbombantes (Meier, Kalterbrunner y Kraus) y la esperada aparición de Mario Tascón, sobre el que recae el peso de las Jornadas. Y, llegados aquí, YA.

Incluso así, con la escasez de personajes atractivos, reconozco que la elección del leitmotiv es apropiada. La combinación «medio local» y «crisis» es una apuesta segura. Más aún en esta época y en un lugar como Alicante. Aquí, guste o no, satisfaga o no las ambiciones personales, la mayoría de los estudiantes de Periodismo que tengan la fortuna de encontrar hueco en la profesión acabarán en un medio de ámbito local o, como mucho, provincial. Así que, exponer los problemas que acechan a la profesión y buscar hipotéticas soluciones puede ser un ejercicio práctico e incluso divertido. Sin embargo, si queremos ir más allá, el crecimiento de las Jornadas debe ir de la mano del reconocimiento externo, y éste se cimenta por norma en el impacto mediático. Al final todo se reduce a lo mismo.

¿Qué hacer? ¿Cómo poder relacionar a un periodista admirado con el lema de las jornadas? Por no ser absoluta en la afirmación, una inmensa mayoría de las actuales «caras bonitas» comenzaron en medios locales, aunque ahora ya estén en el «supuesto» cenit de la profesión. Pensad en nombres… ¡ya veréis! Así, además, muchos alumnos podrían compartir una charla con un referente, un profesional que, nacido en un medio pequeño, haya alcanzado metas más «ambiciosas».

Admito que el análisis puede resultar inflexible, e intransigente, pero en realidad sólo va acorde con la exigencia que se marcó años ha esta universidad. Sin embargo, y después de testar varias opiniones, creo que mi juicio puede ser uno de los más benévolos. Imagino, al fin y al cabo, que las jornadas están pensadas para los estudiantes... Así que su opinión –más o menos fanática–, primero, debe respetar el trabajo de los organizadores, y a continuación tenerse en cuenta para futuras actividades.

Eso sí, agradezco, y no se cómo mostrar cuánto, que no se haya caído en el recurso fácil y manido. La falta de originalidad actual también se refleja en los congresos, jornadas y foros que se celebran en estas fechas. Da la impresión que no hay vida más allá del Periodismo Digital.

20 de marzo de 2009

De frente

El dinero procedente de los paraísos fiscales tendrá total impunidad en España si los evasores lo invierten en deuda pública. Además de no tributar al fisco, un Real Decreto suprimirá la obligación de declarar la identidad de los titulares, el país de procedencia y el importe de los rendimientos.

Así arrancaba una noticia en la que «caí» hace un par de día por casualidad. Sin embargo, su lectura me elevó un poco más la indignación que últimamente provoca la lectura de los periódicos. La crisis afecta a todos, el patrimonio se reduce, pero nunca en la misma proporción. Pero, ¿cómo puede ser que las propias medidas gubernamentales favorezcan el «blanqueamiento» del capital llegado desde paraísos fiscales?

Y todo porque en Moncloa se está elaborando un proyecto de Real Decreto que elimina la obligación de que las entidades financieras tengan que declarar la identidad de los titulares de Deuda Pública (o privada) de no residentes, su país de procedencia y el importe de los rendimientos.

Es obvio que el Gobierno se siente casi obligado a colocar la emisión de deuda pública para financiar así el déficit público, que crece a un ritmo vertiginoso. Pero los errores económicos, ¿por qué los deben pagar los de siempre? Intuyo que el ciudadano de a pie debe mirar estas medidas con total incredulidad. Por no ir más allá. Indignado, enrabietado…

Luego se escuchan críticas al sistema norteamericano por permitir que se paguen primas multimillonarias a ejecutivos de la aseguradora AIG, rescatada de la quiebra por la inversión del gobierno de Obama. Ahí, guste o no, existe un contrato previo entre empresa y trabajador... Pero, aquí, ¿qué hay? Apuesto que vergüenza la justa.

13 de marzo de 2009

Una niña con zapatos nuevos

Crisis, fusión, manipulación, absorción, elecciones, Justicia, ética... son algunos de los temas que han centrado la actualidad de este rincón en los últimos tiempos. Hoy, sin embargo, me permito la licencia de dejar la más «rabiosa actualidad» a un lado y dejarme llevar. Resulta difícil explicarlo, porque, a veces, las palabras no alcanzan para expresar un sentimiento, la emoción de un sueño cumplido. Y éste es el caso. Por fin, he podido visitar una rotativa. Un deseo que persigo desde hace muchos años –no sabría cuantificarlo– y que hoy, hace apenas tres horas, he convertido en realidad. De esta forma, he corroborado que en ocasiones las ilusiones son algo más que simples quimeras.

La visita a Localprint ha sido cuasi milagrosa, consiguiendo que rejuveneciera y volviera a enfundarme el traje de una niña, con los ojos vidriosos y expectante ante cada descubrimiento. Y, parte de la responsabilidad se la debo achacar al jefe de Producción de la rotativa, Eduardo Soler… un verdadero «crack». Como estudiantes, estamos acostumbrado a explicaciones para salir del paso, escuetas y superficiales. Sin embargo, Eduardo ha demostrado cómo ser un gran anfitrión.

Así, con todos estos ingredientes, he vivido una experiencia genial, aunque también irrepetible. Esa inocencia exhibida se pierde tras la primera vez. Es ley de vida. Hoy, todo era nuevo, y fascinante a la vez: la rotativa, los rollos de papel, la cimentación, las planchas, el láser, la luz, las coordenadas, los encartes… y así hasta el más mínimo detalle. Y el ruido. Ese ritmo, variable en el tiempo, que te transporta a otro mundo. Sólo nos ha faltado mancharnos la mano con tinta… para, como dicen los veteranos, llegar algún día a ser buenos periodistas… ¡Qué lástima!

Más allá de las cuentas pendientes, ahora, el reloj marca las tres y cuarto de la mañana. Buena hora para dormir. Sin embargo, no se dónde está el sueño. La emoción, debe ser, aún le gana la partida. La satisfacción se mezcla con las ganas por nuevos retos. Aunque, todo sea dicho, el próximo es un imposible disfrazado de ilusión. Algún día -a esto sí que no me atrevo a ponerle fecha- espero estar presente en la reunión de Primera de un periódico... El tiempo dirá.

Y, por último, cómo no, un sentido agradecimiento a los organizadores de esta esperada actividad. (Llegados a este punto, que los aludidos se pongan la merecida medalla). No todos los días se cumple un sueño. Así que: ¡Gracias! Ojalá, esta visita sea sólo el punto de partida de un engranaje que ya va cogiendo forma.

PD.: Un análisis más pormenorizado, técnico y con mayor perspectiva periodística, en breve, AQUÍ.

10 de marzo de 2009

Donde la pasión nos lleve

¿Ya es el día de los Santos Inocentes? Así, sobresaltada, me he incorporado de buena mañana a esta jornada. Y todo por leer la portada del Diario Información. A cinco columnas y como noticia de apertura: «Enrique Ortiz e Iniesta negocian fusionar el Hércules y el Alicante». ¿¡Quéeeeee!?, me he preguntado sin buscar respuesta, para a continuación asegurarme de que no estábamos a 28 de diciembre.

Y no. Visto que el calendario marca el 10 de marzo, no me ha quedado otra que avanzar en el periódico hasta la página 42, a Deportes. Allí, bajo la firma de Toni Cabot –de quién sino-, arrancaba la noticia: «Los directivos perfilan una operación para aglutinar además al Lucentum y al Mar Alicante en una SAD que congregaría al deporte alicantino de élite». O sea, una fusión de los principales equipos de la ciudad. ¿Para qué? ¿Con qué objetivo? ¿Quién saldría beneficiado en esta operación? ¿Y perjudicado? ¿Es viable?

Al margen de las dudas iniciales, parece ser que las negociaciones van por buen camino, con Ortiz e Iniesta a la cabeza, y ya se está elaborando un convenio marco y un documento de intenciones. Ya veremos cuánto permanece sobre la mesa. No podemos olvidar que esta idea es ciertamente controvertida, ya que en el deporte los números no siempre se pueden anteponer (a lo mejor sí imponer) a los sentimientos. El corazón tiene mucho que decir. Habrá que pulsar qué dice la afición, sobre todo la del Hércules, muy mayoritaria respecto al resto de clubes implicados.

En este embrión de idea, como todos, crece a partir de algunos fundamentos básicos, inviolables. En este caso, se podría destacar...

-Incluir en una sola entidad a Hércules Club de Fútbol SAD, Alicante Club de Fútbol, Club Baloncesto Lucentum SAD y Club Balonmano Mar Alicante.
-Una sociedad en la que estarían al frente Enrique Ortiz, Juan Antonio Iniesta, Valentín Botella, Juan José Huerga y José Manuel Viejo, además del Ayuntamiento y la Diputación Provincial.
-¿Bajo que denominación? Aquí podría residir uno de los mayores inconvenientes. ¿Quién cedería? ¿Se podrían aunar todas las voces bajo un mismo nombre? Parece ser que la palabra «Hércules» se mantendría. ¡Faltaría más!

Y todo por la situación actual del deporte, que malvive y se enfrenta a una coyuntura económica poco favorable y que no tiene indicios de mejorar en un corto periodo de plazo. Por tanto, este proyecto serviría para «sobrevivir dignamente en la élite», como indica Cabot. Tal vez, la única salida a la falta de inversión, que maniata a los gestores, una vez acabado el maná.

Pero, ¿qué pasaría si el Hércules sube (válgase la aventura) y el Alicante (si se me permite el atrevimiento) se mantiene en Segunda? Y si… ¿ambos continúan en la división de plata? Y si… ¿el Hércules no da el salto a Primera y el Alicante cumple con los pronósticos hechos a estas alturas de la temporada? Parece ser que, sea cual sea la clasificación final allá por junio, el Hércules sería el estandarte de esta nueva sociedad que se proyecta, con el Alicante como ¿filial?, y Lucentum y Mar Alicante, en el papel de representantes en la élite del baloncesto y balonmano.

¿Y las instalaciones? ¿Qué será de los proyectos faraónicos que se han anunciado en los últimos meses? Se dice que la reforma del Rico Pérez seguiría adelante, el Palamó se destinaría a las categorías inferiores de la nueva sociedad, y el majestuoso (qué fácil es construir una maqueta) estadio que proyecta Iniesta en Vistahermosa pasaría a ser un pabellón…

Por otro lado, leída la noticia, sorprende que los ideólogos se fijen en el FC Barcelona como modelo a seguir. ¡Ahí es nada! La vista es ambiciosa. Pero, la experiencia no puede hacernos perder la perspectiva. Esto es Alicante, un lugar donde los proyectos copan las conversaciones, mientras que las realidades centran, años después, los enfados de aquello que pudo ser y se quedó en una simple ilusión.

A priori, dejando a un lado las disputas, las polémicas –algunas ficticias fundadas por personajes indignos del deporte alicantino (como Patiño)– y olvidando el pasado más reciente, el proyecto puede ser altamente positivo para una ciudad que siempre ha mirado de reojo al deporte. A veces, incluso con soberbia. En Alicante, no sé muy bien por qué, el deporte no cala, no existe afición numerosa y fiel en ninguna disciplina. Los fieles son pocos, casi elegidos por la gracia del Supremo. Y las gradas sólo ofrecen una imagen admirable en ocasiones muy señaladas, que por anormales apenas se repiten. Y eso en los casos más excepcionales (Hércules y Lucentum). Otros ni en sus días de gloria…

Y, sí, tengo miedo. Lo reconozco. O... una sensación similiar. Seguramente por el temor a lo desconocido. Mirar al Barcelona es ideal, pero a la vez irreal. No se debería comparar este proyecto con una organización centenaria, con un poder económico, social y político acorde a la institución más representativa de Cataluña, que presume de millones de seguidores en todo el mundo. ¿Qué pasaría si en un futuro –próximo o no– la nueva sociedad deportiva alicantina desaparece por deficiencia económica? De golpe, toda la estructura deportiva de élite en Alicante pasaría a mejor vida… También es cierto, que en la actualidad las dificultades ya son una realidad: El Alicante, ahogado por las deudas; el Lucentum, que sobrevive gracias al sustento público; el Mar Alicante, siempre al borde de la inviabilidad; y Hércules, que se ampara en el hombro de Ortiz.

No sé, es una sensación, pero parece que el presidente del Alicante, Juan Antonio Iniesta, no sabe cómo salir de la espiral en la que se metió hace algún tiempo: con un equipo al borde del desahucio, tanto deportivo como económico. Así que intuyo que este proyecto –para él– no es más que una salida, una huida, para abandonar el Alicante y no tener que buscar comprador a unas acciones devaluadas al máximo.

Por tanto, me da la impresión que esta ambiciosa ¿fusión? no es más que una cortina de humo para enmascarar una absorción en toda regla. Del Alicante por parte del Hércules, claro. Y, como excusa, meten al Lucentum y Mar y así resulta más sencillo vender a la opinión pública que este proyecto no es más que la unión del deporte alicantino de élite.

Todo esto no es más que una reflexión en voz alta. Un pensamiento que, supongo, compartiré con muchos aficionados, y más aún con mis compañeros de sufrimiento. De todos es sabido que el deporte es sentimiento. Pero nadie descubre que ya todo se compra, hasta la pasión.

Ahora, con los datos existentes, poco hay que objetar. Un proyecto ambicioso, cuya intención –dicen– no es más que garantizar la viabilidad del deporte de élite y darle mayor relevancia a Alicante. En fin. Ja vorem (va dir un cec). Ese final es conocido. Para el otro... aún nos toca esperar.

9 de marzo de 2009

¡Juguemos!

Propongo un ejercicio visual. Porque… digamos que mucha «agudeza» tampoco es necesaria tener para alcanzar la solución.

Y todo esto porque hace un rato, al llegar a casa, me he dispuesto para hacer el ritual repaso por los diarios digitales, buscando alguna información de última hora. Y, dado que desde el mediodía había estado prácticamente desconectada, he dado con bastante material noticiable, incluso decente. Eso sí, dejando a un lado, porque ya están al borde de la caducidad, el aniversario de la segunda victoria de Zapatero o la medida de Obama de levantar el veto para investigar con células madre.

Así, desechando, he llegado al culebrón del día. Aunque supongo que algunos se encargarán de mantener esta noticia en sus agendas durante algunas fechas. Tal vez, hasta que den con otra de perfil similar, y que también les satisfaga sus necesidades.

Lo dicho. Una noticia con Garzón como protagonista, y de secundarios: el Supremo y el CGPJ. Tres actores muy presentes últimamente, unos con más pena y otros con cierta gloria.

Dice una de ellas…

Y otra…

¿Fácil, no? Bien, por si acaso… Allá va una pista: Están extraídas de los principales diarios de España.

El TS «rechaza» o «denuncia» // Garzón «cobró» u «ocultó». ¡Cuántas diferencias! Un interesante «juego» de verbos, siempre y cuando no se entre a valorar que ambas manejan la misma información. ¡Pobres lectores!

Bueno. Retomemos el juego: más pistas. ¿Qué importancia dan las citadas cabeceras a dicha noticia?

El primer diario la coloca como una pieza secundaria, en un lugar apartado dentro de la portada digital.

La otra, sin embargo, abre su edición en Internet con esta información…


En fin. Es cierto que cada día estamos rodeados de ejemplos como éste. Incluso mucho más flagrantes. Pero hoy me apetecía destacar cómo se juega con la información, cómo se manipula –en su tercera acepción en la RAE- una misma noticia y cómo, por tanto, el lector –último eslabón de la cadena– recibe según qué datos y con qué propósito.

La solución del «acertijo» es obvia. La primera noticia se publica en [...], mientras que la segunda es obra de [...]. Allá cada uno con la visión de la realidad que da. Curiosamente, Santino, el chimpacé que lanza piedras, sí que ocupa una posición similar en ambas cabeceras...

En una época de grave crisis del sector –más profunda aún que la económica–, sería conveniente que aquéllos que manejan los hilos de la profesión se replantearan algunos principios ignorados en la actualidad. Y que, si se revisaran, podrían dar un empujón necesario al Periodismo. Y, por extensión, a todos los ciudadanos.

2 de marzo de 2009

Ahora sí, una noche histórica

La esperada cita electoral en Galicia y País Vasco acaba de tocar a su fin con el escrutinio de los últimos votos, sólo a falta de las papeletas de los inmigrantes. Los resultados ya están casi obsoletos: Todos sabemos que el PP recupera el Gobierno de la Xunta y que el Parlamento Vasco por primera vez no cuenta con mayoría nacionalista. Pero, en realidad, la historia está por escribirse. Sobre todo, en Euskadi, donde Patxi López, Antonio Basagoiti y el cabeza de lista del partido de Rosa Díez por Álava pueden desalojar al PNV de Jauría Enea. Casi tres décadas después, ahí es nada.

«Vuelco en Galicia y en el País Vasco», «Galicia y Euskadi cambian de rumbo» son los titulares con los que abren mañana El Mundo y El País, respectivamente. Pero, más allá de titulares obvios, me quedo con ciertas reacciones dignas de resaltar.

Núñez Feijóo, candidato del PP a la Xunta: «Agradezco el caudal de confianza que el electorado me ha dado. El pueblo gallego ha hablado alto y claro». A ver si cuando se siente en el sillón presidencial (¿será también de 2.000 euros?) no se olvida de sus votantes (y del resto), como le suceda a todos estos «representantes» de los ciudadanos.

Pérez Touriño, candidato del PSG a la Xunta: «Tomo nota del resultado electoral para corregir errores y rectificar todo lo que haya que rectificar con el objetivo de seguir trabajando por Galicia». Faltaría más. La otra opción es dar la espalda a los datos y pensar que sus cuatro años en el Gobierno han satisfecho a los gallegos. Su pacto, obligado, con el BNG le ha sentenciado tras una sola legislatura en el poder.

Anxo Quintana, candidato del BNG a la Xunta: «El Bloque Nacionalista Gallego no cumplió los objetivos electorales. Mañana la preocupación no es el BNG, sino los gallegos y las gallegas». La pregunta es: ¿cuál era el objetivo electoral? ¿Mantener los escaños? ¿Aumentar su representación en el Parlamento? No creo. Sus miradas se fijaban más en los escaños del PP, deseando que no llegaran a los 38, y así ejercer de mano que mece el poder gallego durante otros años. Vivir a costa de los votantes del PSOE, y seguir así catando el placer de navegar en yate.

Patxi López, candidato del PSE a lehendakari: «Se ha acabado el tiempo de los frentes, el tiempo de la bronca y la exclusión. Me siento legitimado para liderar el cambio». Esperemos que una nueva etapa se inicie en el País Vasco con López como hombre guía. Los ciudadanos le han brindado una oportunidad histórica que, por si acaso, no puede dejar escapar.

Juan José Ibarretxe, candidato del PNV a lehendakari: «Atravesamos momentos complicados, pero estoy convencido de poder sacar este país adelante». Si no ha sacado al país adelante en sus años al frente de Ajuria Enea… ¿qué busca ahora? Su derrota, por inesperada, debe ser la más dolorosa de la noche. Por desgracia, no reconocerlo va en el cargo de todo político.

Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular: «Estoy orgulloso de presidir el PP, un gran partido y el más grande de Europa». Y tan a gusto que se ha quedado. A pierna suelta que debe dormir tras semejante declaración. Si no se quiere él –pensará- quién le va a querer. Y más aún en su primera noche triunfal.

Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE: «…». Su primera derrota electoral parece ser le ha dejado mudo.

Apuramos, por tanto, las últimas horas de una jornada histórica, donde la democracia se ha consolidado, gracias en parte a que los partidarios de ETA no han podido participar de la fiesta de los demócratas, tras la ilegalización de sus candidaturas. Sin embargo, aún queda mucho camino por andar. Ese camino lo ejemplarizan los sondeos a pie de urna, que daban una crecida de hasta diez escaños para el PNV, en detrimento del PSE y PP. La realidad, ya es sabida. Ojalá la más que previsible entrada de Patxi López al gobierno normalice una situación angustiosa para miles de personas. Por otro lado, dicen los analistas (que tienen que hablar para comer) que para alcanzar la paz en Euskadi es condición indispensable que el Gobierno vasco y el central tengan el mismo color. Ahora, parece ser, se va a dar esa circunstancia. Aunque pensar en el fin del miedo, es un simple deseo quimérico.

Este 1 de marzo, decía, es histórico por varias circunstancias. Sin embargo, las efemérides también deben guardarle un espacio a Pepe Rubianes, que se marchó hoy víctima de un cáncer de pulmón. Un cómico insolente, al que nadie hacía callar y que en ocasiones se extralimitó en el uso de la libertad de expresión. Aún así, era un genio del humor. Y un gran artista. Recuerdo sus visitas a Buenafuente, que arrancaban como una entrevista y finalizaban como una simple reunión de amigos. Tal vez, el actor de origen gallego (pero de corazón catalán) intuyó que hoy no era su día, que no tenía demasiado que celebrar con el regreso del PP a la Xunta, así que decidió decir adiós, sin hacer ruido. Curiosa paradoja, tratándose de un polemista de profesión.