8 de noviembre de 2014

«Méritos» made in UA


Me hubiera gustado ver el semblante de los rectores al asegurar que uno de los problemas más serios de la universidad es la baja formación del profesorado. ¿Lo dijeron sin ruborizarse? ¿Y su responsabilidad? ¿O es que ellos, en esto, tampoco ni pinchan ni cortan...? «Ojiplática» me quedo al ver que para los «magníficos» el principal problema pasa por el currículum de los profesores y no por las altas tasas de la matrícula o la reducción de las becas, que han echado a cientos de jóvenes de esta universidad. Porque, ¿saben que la UA es una de las universidades españolas con mayor índice de precariedad del profesorado? Tenerlos en el alambre, pese a que acrediten méritos de sobra, forma parte de la política en el campus alicantino. Palomar y compañía pusieron ayer el foco en los catedráticos, pero deberíamos bajar a la tierra, donde se batalla día a día para ofrecer la mejor formación a los universitarios. Allí, con contratos indignos, bregan demasiados profesores altamente cualificados que intentan hacer su trabajo con profesionalidad, a pesar de una precariedad anquilosada. Señores, esto es la universidad. Un frente de batalla donde los méritos conviven con amiguismos, favores y silencios. Ya podrían muchos dejar de utilizar el dedo índice de marras: ni para poner en práctica la extendida «dedocracia » ni para señalar a los abnegados y en ocasiones vilipendiados profesores. Y valga como consejo: menos fiestas tradicionales y más trabajar por la excelencia de nuestra universidad.


*Opinión publicada en Información el 8 de noviembre de 2014.

21 de octubre de 2014

El Hospital de Sant Joan, el hermano pobre

La Conselleria de Sanidad ya ha dado el paso que desde hace tiempo tanto deseaba. Desde ayer, Alicante ya tampoco es referencia frente avirus del Ébola. En la práctica, nunca llegó a serlo, aunque las fuentes oficiales nos vendieran lo contrario, más bien era considerado el hermano pobre, un grano molesto que convenía extirpar. Y basta con pararse un segundo ante los argumentos expuestos ayer mismo por el conseller de Sanidad para intentar justificarseContaba ayer Llombart, imagino que con su habitual gesto impasible, que la decisión responde «a la necesidad que establece el protocolo de que los profesionales que atienden al paciente sean supervisados por otro profesional en el momento de la puesta y retirada del equipo de protección individual, ya que esta medida requiere espacios más amplios y un mayor número de profesionales». Y es que claro, Sant Joan, por eso de ser el humilde de una familia encabezada por el todopoderoso hospital de La Fe, no puede disponer ni de espaciosamplios ni de profesionales suficientesNo puede, dicen. Nles dejan desde Valenciamás bienY como segunda excusa (perdón, argumento), explicaba Llombart ayer que sólo dos comunidades autónomas cuentan ahora con más de un hospital de referencia en su territorio. En este punto, conviene recordarle al conseller que con su decisión Alicante se convierte en la provincia con mayor población que no dispone de ningún centro de referencia frente al ébola. Ocurre que, en ocasiones, a las generalizaciones cabe añadirle cierta lógica, querido Llombart. Pero para qué, ¿verdad? Hablamos de Alicante, donde los agravios ya no se cuentan, se asumen.

Ese concepto de «hermano pobre» no forma parte de una opinión, no crean, sino de una conclusión amasada en las últimas semanas. Aquí, en el hospital de Sant Joan, todo ha estado prohibido, incluso después de que el Ministerio de Sanidad decidiese mejorar (y mucho) su estricta política de comunicación inicial. Mientras los valencianos y castellonenses -a quienes correspondía La Fe como centro de referencia- conocían de primera mano el protocolo que se llevaría a cabo ante la llegada de un paciente sospechoso de ébola, los alicantinos vagaban por un infranqueable mutismo oficial, ya que en Sant Joan nunca se realizó un simulacro con cámaras de por medio, aquí todo eso sonaba más bien ciencia ficción. Digo simulacros, pero podíamos hablar de recorrer las instalaciones destinadas a un infectado de ébola o simplemente de conversar con grabadora de por medio con expertos autorizados del hospital. Y es que las entrevistas con los profesionales de Sant Joan tampoco han recibido nunca el visto bueno por parte de conselleria, aunque en privado los médicos admitían con frustración que estaban dispuestos a dar todas las explicaciones necesarias a la sociedad alicantinaAquí, y sólo aquí, Sanidad ha actuado con auténtica mano de hierro. Su inflexible ley del silencio se ha mantenido de principio a fin en casa del «hermano pobre»Cosa de familias, cuestión de agravios.

PD: Y me pregunto, ¿qué hará el Hospital de Sant Joan con los mil equipos de protección individual que compraron durante su etapa como referencia provincial frente al ébola? Se aceptan propuestas.

2 de octubre de 2014

Fabra, más cobarde que presidente

A pocas horas de la inauguración oficial de la Volvo Ocean Race, nos hemos despertado con la noticia de que el presidente de la Generalitat Valenciana (supuesto representante de todos los residentes en la Comunidad) no estará presente esta tarde en el pistoletazo oficial de un evento de trascendencia mundial. De nuevo, el presidente Alberto Fabra antepone sus intereses personales a sus obligaciones profesionales. El molt honorable ha optado por dar la espalda a la ciudad de Alicante, algo que no nos coge por sorpresa a los "valencianos del sur". Y todo, por cobardía, por ser un Rajoy más: dejar que los problemas se resuelvan por si solos con el paso inexorable del tiempo, y en la medida de lo posible acaben por pudrirse. Si Fabra fuera un tipo valiente (hablemos de imposibles), habría echado ya a la alcaldesa Sonia Castedo de las filas del PP, evitándose ausencias injustificadas con tal de ahorrarse una foto. ¡Una maldita foto! Y no la habría apartado ayer ni hoy (por el espectáculo del último pleno o la salida de la Volvo), sino hace meses, justo esa fecha en la que él mismo decidió que la regidora popular doblemente imputada por sendos casos de corrupción no repetiría como cabeza de lista por Alicante. Habría sido una decisión valiente y personal, aunque teñida con sus arbitrarias y caprichosas líneas rojas. Pero no, Fabra nunca tuvo la valentía de tomar la iniciativa en un asunto de extremada repercusión política. Así, aquellos polvos (su cobardía innata) nos traen ahora estos lodos (escondida de cabeza cual avestruz común). No se puede tolerar, porque va en el sueldo y en el cargo, que el presidente de la Generalitat no esté presente hoy en la inauguración del único evento que este año pondrá a Alicante en el mapa del mundo. Es una auténtica falta de respeto hacia los alicantinos, se sientan más o menos representados por el señor Fabra. Aunque éstos, a buen seguro, no le echarán de menos. Los cobardes, cuanto más lejos, mucho mejor.

24 de septiembre de 2014

Silencios cómplices, locuacidad impertinente

Dicen algunos que PP y PSOE son lo mismo. Pero no. No lo son. Basta con ver "el día después" de que se conociera el informe de la UDEF sobre el plan Rabasa, con la nueva imputación de la alcaldesa popular Sonia Castedo y la vinculación de los socialistas Blas Bernal y Ángel Franco en el controvertido macroplan urbanístico. Mientras unos guardaban un sospechoso silencio, los otros se despellejaban fraticidamente sin rubor alguno. Decía que no son lo mismo, o al menos se ve que no exhiben la misma actitud ante hechos, digamos, con ciertas similitudes desde una perspectiva política. Y ya, ya sé que no es lo mismo una imputación que una vinculación. Faltaría... Por eso, Por eso, sorprenden más todavía las peleas cainitas.

Desde que se hiciera publica la última imputación de Castedo, mucho ha cambiado en el grupo municipal del Partido Popular en Alicante. Y sobre todo en la propia Castedo, que ha optado por vivir los últimos días de puertas hacia dentro, con un recogimiento propio de las monjas de clausura, con la cabeza bajo tierra. Su agenda política se vio reducida la pasada semana a mínimos, manteniendo apenas un puñado de actos de entidad menor, sin que en ningún caso mediase convocatoria previa a los medios de comunicación. Y además sus palabras se cotizan, más si cabe, a precio de oro. Nada se le escuchó decir hasta el sábado, salvo un lacónico "estoy muy bien, pero no voy a decir nada", que se le consiguió arrancar en el único acto público en el que participó esa semana. Entonces, aunque tampoco hubo convocatoria a los medios, se le pudo retratar durante la celebración del Día de Melilla, acto en el que fue recibida por un espontáneo aplauso por parte del medio centenar de personas reunidas. No parecía preocupada, intentaba sonreír, pero imagino que la realidad es bien distinta. Desde ese día, poco más. Que no, que de Rabasa no habla. Que sólo se pronuncia sobre "aquello que interesa a los ciudadanos" (sic).

Y mientras Castedo elige la penumbra, su grupo municipal continúa sumido en el  mutismo. Siguiendo al pie de la letra la estrategia de la alcaldesa, el resto de concejales tampoco han dicho "esta boca es mía" en los últimos días, rechazando cualquier oportunidad para valorar la situación judicial y política de la todavía líder popular en Alicante. No lo han dicho con un micrófono de por medio, matizo. Tras bambalinas la situación es otra, pero no es el tema. Y tampoco se han dejado ver en las redes sociales, que se han convertido en un instrumento imprescindible para tomar el pulso a la actividad política. Los pocos que han mantenido activa su cuenta estos días han ignorado por completo el tema por excelencia de la semana, centrándose en cuestiones propias de sus concejalías o ni eso; como si nada hubiera pasado. Ni un comentario ni siquiera un palmadita en la espalda. Nada. Mutis absoluto. 

En cambio, eso de que las redes sociales son ya un elemento magnífico para ver cómo respira el sector político en la ciudad se lo han tomado muy en serio en la acera socialista. Aunque en este caso por la habitual incontinencia verbal. De hecho, llevan una semana sin cerrar el pico. Tanto que le han faltado horas al día para seguir todas las disputas, indirectas, directísimas, acusaciones y menosprecios e incluso insultos de bajo nivel que se han dedicado cargos, expolíticos y militantes a través de las principales redes sociales. De todo menos compadreo y camaradería. Cada segundo, una nueva sorpresa. Y es que, para prender la mecha, bastaba un extracto del informe de la UDEF que vinculase a Menganito con Ortiz, unas declaraciones de Zutanito sobre Menganito o una opinión de Fulanito hablando de Zutanito. Cualquier excusa ha valido y sigue valiendo para hacer sangre entre aquellos que se refugian bajo unas siglas históricas. Que no es cualquier cosa. Y tras años diciéndose en Alicante que los socialistas ganan asambleas para perder elecciones, el panorama no parece mejorar. Veremos cuándo dan la vuelta a esa tortilla, dejando atrás unas guerras intestinas históricas para unir esfuerzos en el trabajo y la dedicación por la ciudad.

Así, con el silencio cómplice de unos y la locuacidad impertinente de otros, parece complicado despejar los nubarrones que se ciernen desde hace demasiadas lunas sobre Alicante. Llevamos tantos meses esperando una buena tormenta sobre Alicante que resulta desmotivante ver de nuevo los rayos y truenos cayendo sobre el Ayuntamiento y los tentáculos políticos que de allí surgen. Y es que en contadas ocasiones silencios y palabras han trasladado un mensaje tan similar. 

1 de septiembre de 2014

Agua helada para Sánchez Zaplana

La popular campaña del cubo de agua helada (#IceBucketChallenge en Twitter) continúa con paso firme su camino hacia algún lugar. No parece, dicen, que se esté recaudando demasiado dinero para la investigación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), pero a cambio los famosos están teniendo una oportunidad para lucir sus cuerpos y camisetas mojadas. Tras ver a decenas de caras bonitas tirarse agua por encima, la moda saltó del deporte y la farándula al mundo de la política, con el omnipresente Obama, el ex Bush o el italiano Renzi. La penúltima que se ha sumado a la campaña ha sido la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que ha arrancado este septiembre subiendo un vídeo a su cuenta en la red social Facebook. En la grabación explica los motivos que le han llevado a colaborar con la ELA [enseña un resguardo de su donación de 100 euros] y asegura que esta enfermedad debería despertar la solidaridad de todos los alicantinos. Y va más allá, al afirmar que "todas las administraciones" deben "concienciarse en la necesidad de apostar por la investigación científica y las medidas paliativas con los enfermos".


Captura del vídeo de Sonia Castedo
 
Estaría bien que Castedo, aprovechando las facilidades que brindan los smartphones, hiciera llegar su vídeo a su amiga Asunción Sánchez Zaplana, consellera de Bienestar Social. 

A raíz de esta campaña viral, protagonista este verano, publiqué hace unos días un reportaje sobre la realidad de la ELA, sin frivolizar con cubos, aguas ni hielos. Para elaborarlo, la Asociación Valenciana de la Esclerosis Lateral Amiotrófica me puso en contacto con dos personas afectadas, ambas alicantinas. Una reside en Elche, otra en Agost. Celia, esta última, lleva tres años sufriendo una enfermedad sin cura, degenerativa y muy dura. En la conversación me llegó a emocionar... y a cabrear. La emoción llegó con las dificultades del día a día y con su futuro, nada esperanzador. El cabreo vino con la negligente actitud de la Conselleria de Bienestar Social. Sí, esa misma que dirige Sánchez Zaplana. Celia lleva meses y meses esperando que la Generalitat le conceda la prestación por la dependencia que le corresponde por ley. Y es que el dinero es un asunto fundamental para sobrellevar la enfermedad con cierta dignidad. Celia tuvo que sacar del banco su plan de pensiones (visto que en vida ya no iba a disfrutarlo como ella tenía previsto) para adaptar su casa y posteriormente se vio obligada a malvender una parcela que le había dejado su padre en herencia para poder pagar a la mujer que le ayuda a diario. Cuando se acabe ese dinero, Celia ya no sabe cómo se costeará la persona que le permite levantarse, ducharse, comer, beber, pasear por el pueblo... Como explica Celia, Bienestar Social no tiene ninguna prisa. Al revés, da la impresión de todo lo contrario, alargando los trámites para la dependencia hasta unos cuatro años de media. Ella, en cambio, como otros dependientes, no puede esperar más. 

Celia Vicedo, enferma de ELA y sin ayuda de la Ley de la Dependencia
 
A ver si el mensaje de la alcaldesa Castedo, por eso de proceder de una amiga, tiene más efecto en Sánchez Zaplana que las continuas protestas de los dependientes, abandonados a su suerte por la Generalitat Valenciana. Gritos en el vacío de Celia y de miles de personas más. 

5 de agosto de 2014

Un "pico" con mensajes


Vamos a especular. Aprovechando que es verano y la tensión informativa disminuye, la alcaldesa de Alicante ha concedido recientemente una desenfadada entrevista a una revista de temática homosexual, "nosgustas.com". Una publicación conocida por haber "provocado" besos controvertidos, como el que hace unos meses se daban las diputadas autonómicas de Compromís Mónica Oltra y Mireia Mollà. En esta ocasión, la protagonista del "atrevido" beso era la regidora popular Sonia Castedo y su entrevistadora, un popular transformista madrileño.
 
Pero más allá de la anécdota del beso, que no pasa de ahí, la entrevista generó algún que otro titular controvertido, aunque ninguno especialmente impactante. Que si su hija (mayor) le pregunta qué significa ser corrupto, que si su madre le cuenta que parece que ha parido a la hija más corrupta de España, que si algún partido está permitiendo que juicios paralelos se mantengan en el tiempo... Y bueno, que si no sabe si se volverá a presentar a la reelección como alcaldesa de Alicante. 

Total, lo dicho. Los titulares "más políticos" apenas aportaban ninguna novedad. Sin embargo, dos asuntos alejados de los temas más candentes la ciudad pueden dar algunas pistas sobre un futuro ya casi inmediato, acerca de qué pasará de aquí a unos meses de cara a las próximas elecciones municipales de mayo de 2015.
 
Preguntada por el matrimonio homosexual, Castedo se mostró a favor (como ya ha hecho en varias ocasiones). Sin embargo, esta vez, fue algo más allá, mandando un recado a sus compañeros del PP, en forma de invitación. "Vamos a romper barreras que no nos pertenecen, que son heredadas, no tengamos ningún tipo de complejos", pidió la alcaldesa alicantina a los dirigentes de su partido, muy poco dados a respaldar derechos de los homosexuales como el matrimonio.

Pero si en el asunto de las uniones homosexuales lo más sorprendente fue el mensaje de Castedo a sus compañeros de formación (ya que su apoyo al colectivo es más que público), la regidora popular se atrevió con un tema más polémico si cabe y, sobre todo, de mucha más actualidad informativa: el aborto.

Hasta la fecha, Castedo siempre se había movido entre dos aguas. Que si sí, pero que no. Que ahora no, porque estoy embarazada, ya cuando sea madre hablamos... Sin embargo, en esta ocasión, tras dudar en un primer momento, fue sorprendentemente rotunda, con una afirmación que firmaría cualquier defensor a ultranza de la interrupción del embarazo: "Cada ser humano es dueño de su vida y de su cuerpo. Yo no mando en ti [en relación al legislador], pero no voy a permitir que tú mandes en mí", concluyó la líder de los populares en Alicante, en un desafío más que evidente hacia la dirección del partido, que lidera una modificación polémica y más que restrictiva de la ley del aborto.

Así, oída la entrevista, me surgen algunas dudas. ¿Por qué ahora, después de levantarse en los últimos meses de dos plenos municipales en los que se debatía sobre el aborto, Castedo ha decidido mostrar públicamente su apoyo al aborto y, en consecuencia, su rechazo a los cambios que pretende introducir su partido en la legislación? ¿Por qué ahora, cuando su futuro en el PP está en entredicho por su triple imputación en el caso Brugal, Castedo desafía a los líderes de su partido, saliéndose del libro de estilo del PP que tan fielmente siguen el resto de representantes políticos populares? Y no contemplo la casualidad como explicación. Aunque parezca lo contrario, me da que todo está más que medido.

Da la impresión de que Castedo se encuentra, en la actualidad, jugando a dos bandas: un día dice que "no creará un partido político" y al siguiente manda mensajes envenenados a las siglas que la cobijan. Y es que esa (a priori) categórica sentencia que hace unos días hizo la alcaldesa, negando en rotundo que vaya a liderar otra formación de cara a las próximas municipales ante la negativa de Alberto Fabra de dar vía libre a listas con imputados, puede quedarse en nada si el molt honorable president sigue cerrado en banda y se niega a que Castedo encabece la lista popular para el Ayuntamiento de Alicante. Ya saben que las palabras son siempre matizables y nadie se olvida del recurso eufemístico de "lo dije en un momento con unas circunstancias distintas a las actuales", que deja en un "donde dije digo ahora digo Diego" cualquier frase que se escuche durante las próximas semanas en Alicante.

Y es que no negarán que, en el caso de querer aplacar tensiones en el seno del partido, no parece la mejor idea desmarcarse con una defensa impecable del aborto y un mensaje "innecesario" en lo político hacia los dirigentes del PP. No sé si alguien, a excepción de los protagonistas, sabrá a ciencia cierta a estas alturas de la película qué nos deparará el futuro. Lo que nadie pondrá en duda es que no nos vamos a aburrir. Eso seguro. Y voy más allá. No sé por qué, pero me da en la trufa que habrá que esperar hasta última hora del último día, allá por mediados de abril de 2015, para saber definitivamente qué listas aspiran a gobernar Alicante, con Sonia Castedo incluida. Tiempo al tiempo.
 
 

14 de julio de 2014

El derecho a no olvidar: un paseo de la mano de enfermos de Alzheimer


La Asociación de Familiares y Amigos de Enfermos de Alzheimer de Alicante ofrece servicios, como atención domiciliaria, centro de día y residencia, para que los pacientes y también su entorno mejoren la convivencia con la enfermedad


«Sé que a partir de ahora mi vida va a cambiar». Con estas palabras se dirigió Jorge a su mujer cuando se dio cuenta de que los despistes que últimamente le hacían perder la cartera y  dejarse las llaves en cualquier sitio no eran simples descuidos. Pero si admitir que padecía una enfermedad fue duro, peor resultó escuchar de boca de su neuróloga el diagnóstico médico. «Jorge no quiso escuchar la palabra Alzheimer, así que la médica se lo explicó a su manera, sin ninguna delicadeza. Le dijo: ‘A partir de ahora, usted se va a olvidar de todo, se hará encima sus necesidades... Y que sepa que no va a morir de esta enfermedad, sino que morirá con ella», relata Inés, la mujer de Jorge, que con 70 años lleva cinco años intentando luchar contra una enfermedad que acaba por coartar el derecho al recuerdo. Jorge, que hace un lustro era una persona activa y con mil planes por delante, ahora ya no reconoce a su mujer, ni tampoco a sus hijos y nietos, que sin embargo todos los domingos son fieles a la cita de visitar al abuelo en la residencia en la que vive hace diez meses. «Él ahora no es consciente de nada.


Cuando nos ve, no nos reconoce, no identifica nuestra imagen, pero creo que aún guarda algún recuerdo sobre nuestra voz. Hubo un tiempo que repetía mi nombre, pero cuando me veía ya no sabía que era yo», explica Inés con la voz quebrada, consciente de que los planes de vida que habían hecho desde hace medio siglo no se podrán cumplir. Jorge vive desde octubre en la residencia de la Asociación de Familiares y Amigos deEnfermos de Alzheimer de Alicante, aunque antes estuvo dos años en el centro de día. «Cuando él se encontraba bien, no quería aparecer por estas instalaciones. Él nunca ha aceptado del todo la enfermedad». En el centro, convive con una treintena de personas, todas con un grado avanzado de la enfermedad. «Ésta es su casa. Los que están mejor pasan parte de la jornada en el centro de día –ubicado en la planta baja de la residencia–, haciendo las actividades que se planifican. Los que están peor cuentan con fisioterapeutas, psicólogos, terapeutas ocupacionales, médicos y enfermeros, trabajadores sociales y otros profesionales a su disposición. En total, el edificio cuenta con 44 empleados, que trabajan en el centro de día, en la residencia y en el programa de atención domiciliaria», explica Mª Luz Rodríguez, presidenta de una asociación que nació en 1992.


¡Cómo cambia la vida!
Por entonces, cuando Barcelona celebraba sus Juegos Olímpicos, Jorge ni se imaginaba que algún día necesitaría la ayuda de esta organización sin ánimo de lucro. Y es que en la década de los noventa, Jorge ejercía un cargo de responsabilidad en una entidad financiera. Ahora, sin embargo, su vida transcurre sin recuerdos. «Me di cuenta de que algo pasaba cuando dejó de ser el hombre metódico que conocí con 16 años. Él intentaba disimular, de hecho fue al médico con una chuleta en la que escribió respuestas a preguntas que pensaba que le harían, como nombres de familiares.


En mi caso, me di cuenta de que había un problema cuando Jorge se vio incapaz de escribir una simple fecha», continúa su mujer. Y si el hecho clarificador para Inés fue una fecha mal escrita por su marido, Elisa se dio cuenta de que algo sucedía cuando su madre empezó a comprar a diario un kilo de filetes y cuatro kilos de fruta. «Un día me di cuenta de que no podía estar sola en un piso y que necesitaba ayuda profesional», explica Elisa Gómez, hija de Benita, de 92 años. Su madre, que vive ahora con ella, acude cada mañana al centro de día de la Asociación de Alzheimer, ubicado en Míriam Blasco y que tiene a usuarios desde jóvenes de 40 años hasta ancianos nonagenarios. «Para ella, es una fiesta, viene muy contenta porque se pasa todo el tiempo haciendo actividades. Este centro resulta beneficioso para ella, porque si estuviera todo el día en casa no haría terapias y se lo pasaría viendo la televisión. Además, para los familiares supone un respiro, porque podemos seguir con nuestra vida», afirma Elisa, que se acaba de jubilar. Desconocimiento actual Al respecto, la presidenta de la asociación, Mª Luz Rodríguez, asegura que el centro de día «da vida a los familiares». «Las personas están aquí activas, haciendo actividades, y sus seres queridos los recogen por la tarde, con mucha energía para ocuparse de ellos el resto del día. Sin embargo, aún existe cierta gente que ve mal que lleves a tu familiar a un centro de día... y aún peor que lo acabes ingresando», argumenta Mª Luz, que sabe de lo que habla, ya que su madre –fallecida hace unos meses– estuvo 17 años luchando contra el Alzheimer. «Hay personas que critican a los que fomentamos los centros de día y las residencias, pero creo que lo hacen por desconocimiento, porque no saben realmente lo beneficioso que son para los enfermos y sus familiares. Algunos piensan que basta con tenerlos en casa y darle cariño. Y no, es una enfermedad que si se trabaja se logran ralentizar todos sus efectos negativos.


También es cierto que casos públicos, como Suárez o Maragall, nos dan visibilidad», subraya. Los afectados que acuden al centro de día –abierto de lunes a viernes– trabajan a conciencia para retrasar todo lo posible las consecuencias irremediables del Alzheimer. «Hacen gimnasia con un fisioterapeuta, trabajos cognitivos con una psicóloga y se fomenta la sociabilización. Intentamos mantener el máximo tiempo posible las capacidades que acabarán perdiendo», afirma Reme Pérez, la trabajadora social del centro. Los que se quedan hasta después de comer –un menú que sale de las manos de la encargada de la cocina, María Flores–, por la tarde realizan talleres «de menor esfuerzo tras echar la siesta». Pero el centro no sólo trabaja con los enfermos, sino también con los familiares, «las víctimas silenciosas de una enfermedad dura y que se puede hacer muy larga», añade la presidenta de la asociación. «Hacemos encuentros mensuales, para hablar de los problemas que surgen, intercambiarnos consejos y aprender a hacer algunas terapias en casa, sobre todo para que el fin de semana no se haga muy largo a los enfermos», continúa la trabajadora social. María Consuelo, a sus 80 años, ya apenas es consciente de su día a día, pero no hace mucho tiempo presumía de ir «al cole», en referencia al centro de día al que acude desde hace cinco años. «Ella empezó con olvidos diarios, como hacerme la comida cuando ya le había dicho que ese día no iba a ir... Ahora ya necesita ayuda para todo, incluso para comer. Pero existen problemas añadidos a la enfermedad», sostiene su hija, Cristina Carbonell, quien no duda en denunciar algunas prácticas médicas. «Hace años, a mí madre la condenaron a una silla de ruedas de por vida al no querer operarle de la cadera. ¡Y todo porque alegaban que tenía Alzheimer!», relata la hija de María Consuelo.


La asociación sigue adelante con las cuotas que pagan los familiares de los enfermos –que van desde los 800 euros del centro de día a los 1.900 euros de la residencia– y las subvenciones que reciben, «aunque las institucionales se han resentido por la crisis». Por ello, piden ayuda a todos, también a los particulares. «Nos gustaría contar con más socios, personas que no tienen ningún vínculo con la enfermedad pero que quieren ayudarnos», explica la presidenta. Tienen una cuota de 100 euros al año, «pero aceptamos cualquier tipo de colaboración», resaltan casi al unísono los familiares. Y es que, como recuerdan: «Hoy luchamos por ellos, pero mañana puede ser por ti».

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** No tengo por costumbre reproducir por estos lares los temas que publicó en el periódico Información. Pero éste, que salió el pasado domingo (13/7/2014), creo que merece ser una excepción. Más que un asunto de trabajo, fue un auténtico regalo poder pasar unas horas con enfermos de Alzheimer y también con las personas que trabajan y luchan por ellos a diario. 

1 de julio de 2014

Plenos en Alicante: lo anodino como marca arraigada

Tener pleno municipal te asegura el día. Hablo desde el punto de vista periodístico. Y es que, la "reunión" mensual de los concejales del Ayuntamiento de Alicante te permite volver al periódico con un buen saco de temas. Esto no es nuevo, pero sí ha variado la temática de los asuntos a tratar. Si hace unos años se debatía sobre el presente y futuro de la ciudad con proyectos de todo tipo, ahora se discute sobre cuestiones de otro calado. Ayer, sin ir más lejos, tuvimos el mejor ejemplo. Uno más de los que se repiten últimamente en los plenos en Alicante. El ritmo viene a ser constante, como el que mantiene el mejor rodador en la contrarreloj larga del Tour. Si la alcaldesa no desaloja el pleno, algo raro pasa. Si EU no lleva al debate cuestiones más que intrascendentes, hay que preocuparse. Y si el PSOE no exhibe otra crisis más de partido, todos alerta. Y así vamos.

Imagen de un pleno del Ayuntamiento de Alicante  // Diario Información

Ayer, como decía, se cumplió el guión. La alcaldesa Castedo, again, volvió a desalojar al públicopresente en el pleno tras una nueva protesta. Esta vez, agárrense fuerte, el detonante fue un comentario más que inoportuno del concejal de UPyD, Fernando Llopis, sobre la violencia machista, que despertó las críticas de los presentes, entre ellos representantes de la Plataforma Feminista. Total. Epatante. Nueva interrupción del debate y pleno desalojado. Luego llegan los representantes de EU (Pavón y Simón) con sus propuestas, ésas que sin duda monopolizan las conversaciones en la calle. ¿Lucha contra el paro? ¿Alternativas para detener los desahucios? ¿Mecanismos para que los menores de familias con problemas económicos no tengan inconvenientes para cubrir sus necesidades básicas? No. ¿Legalización de la marihuana? Ah! No, que eso ya fue a pleno hace unos meses. Ayer tocaban los toros y las actividades en la plaza de toros de Alicante. Lo dicho. Un asunto capital en el día a día de la ciudad. Así nos va.

Pero lo mejor siempre viene cuando menos se espera. Y ahí el PSOE nunca falla. Siempre al quite para poner la guinda al orden del día del pleno. Ayer fue el debate sobre el derecho a decidir de los españoles. Que si República o Monarquía. Turno para que Gabriel Moreno se erigiese enprotagonista, con Elena Martín y Ana Paula Cid en un siempre agradecido papel secundario. La propuesta llegaba de la mano de EU y la orden del «aparato» socialista indicaba abstenerse en una votación que acabaría en nada por la mayoría absoluta del PP en el pleno. Pues que si el aparato del partido dice "no sé, no contesto", el aparato de Moreno dijo que sí al referéndum. Y como existen kamikazes de toda condición, Martín y Cid aprovecharon el momento de la votación para salir al aseo, a fumarse un cigarro o tomar el cálido aire que pega sobre Alicante pasado el mediodía. Vete a saber qué hicieron. Cualquier cosa menos seguir las consignas del partido. Una vez más. Y tampoco fue sorpresa. Ambas han demostrado sobradamente su capacidad para hundir un poquito más si cabe al PSOE en Alicante. De hecho, Elena Martín dedicó comentarios halagadores al portavoz de EU, Miguel Ángel Pavón, a través de redes sociales durante el propio pleno. Ni se cortan, vamos.

Así que de la ciudad poco se habló, tras varias horas de pleno insustancial. Y eso que se intentó sacar a debate la corrupción en el Ayuntamiento, que tanto salpica a la alcaldesa Castedo y al vicealcalde, Andrés Llorens. Pero no hubo suerte. Otra vez será. O no. Mientras tanto, habrá que seguir escuchando o leyendo las grabaciones de la Policía a los "dueños" de la ciudad para saber cómo funciona Alicante. Es evidente que resulta más provechoso, en lo informativo, escuchar una grabación al azar del caso Rabasa que acudir a un pleno municipal.



PD: Pero no sólo de política vive el hombre. Así que por la noche, toca Mundial. Argelia hizo anoche por mejorar su imagen internacional mucho más que lo realizado durante años por Casa Mediterráneo tras cientos de miles de euros gastados. 

11 de junio de 2014

Luces y sombras en el Ninot

Las Hogueras ultiman los detalles para, en apenas unos días, transformar por completo el ritmo habitual de la ciudad. Durante algo más de una semana, nada sabremos de la rutina admitida el resto de año. La Fiesta se hará dueña de cada esquina, contagiando a la mayoría y crispando a unos pocos. 

Uno de los ninots de la exposición.

Estos días previos, las actividades se suceden. Que si la Elección y proclamación de la Bellea del Foc adulta e infantil, que si el Certamen de Paellas en Lo Morant, que si la penúltima visita al taller del artista de la Hoguera Oficial... Y así, una tarde acabas en la Lonja del Pescado, dedicada a ver con tiempo y dedicación las propuestas que presentan las comisiones para conseguir el Ninot Indultat. Mirando de cerca, observando lo que en Hogueras se escapa entre prisas.

Uno de los ninots de la exposición.

El recorrido por la sala de exposiciones de la Lonja te permite encontrar pequeñas joyas, grandes críticas y figuras de relleno. Miradas con alma, detalles de la vida y demasiada pintura con acabado brillante. Incluso obras en las que todavía se observan las líneas, hechas a lápiz, que debieron servir de guía al artista para dar forma al acabado de turno. Pero también da tiempo a reparar en algunos detalles que deslucen el arte en cartón-piedra o sucedáneos, cuya mejora dependería más de la voluntad de hacerlo bien que del dinero invertido en el trabajo. Y es que no son pocos los que acuden a la exposición, cámara en mano, para llevarse una imagen de algunas de esas figuras que en unos días serán solo recuerdos. Sin embargo,el entorno no lo pone nada fácil. Por un lado la luz, que no hace más que apagar las imágenes y generar molestas sombras. Por otro, algunos elementos, como diferentes señalizaciones, que podrían disimularse para mejorar la perspectiva general de la exposición. Sin olvidar esas rajas que trepan por las paredes, que en poco ayudan a la hora de disfrutar de una muestra de arte. Detalles, al fin y al cabo. Detalles que marcan la diferencia. Porque no debería ser lo mismo colocar ninots en fila que organizar la Exposición del Ninot, en busca de los mejores para salvarlos del fuego. 

Uno de los ninots de la exposición.

Pese a esa luz, y otros defectos, merece la pena dedicar un rato a observar de cerca las piezas que llevan a concurso los artistas fogueriles. No se ve mucha crítica, aunque las que se dejan ver compensan la neutralidad de la mayoría. Pero sí que hay intención, sobre todo en los ninots infantiles, donde los detalles son la salsa del resultado final. Y no debo ser la única que lo piensa. De hecho, la principal sorpresa que me llevé ayer nada tenía que ver con la pintura, el lijado o las terminaciones, sino con la asistencia de la gente, sobre todo a la sala que acogía las propuestas infantiles. En un momento, una veintena de personas nos dimos cita en la Lonja del Pescado. Y eso que el acceso no es gratis, ya que hay que pagar una simbólica entrada. Ahí, con el buen ambiente que se vivía entre ninots, pensé en el Concierto de Música de Hogueras que se celebra hoy en el ADDA. Para la cita musical, las invitaciones se agotaron en menos de una hora, por lo que acudir es casi un acto de fe. ¿No se podría poner un precio también simbólico para el concierto y destinar ese dinero recaudado a alguna entidad necesitada? Ahí lo dejo. 

Uno de los ninots de la exposición.

Y pagar seguro que no, pero dudo también que alguien -en total uso de su objetividad- emitiese algún voto por el ninot que presenta a la exposición (aunque no entra en concurso) la hoguera oficial. Apostaría fuerte a que, en caso de ser uno más, no se llevaría nada más que los votos de su comisión. Y tal vez, ni esos. Sí, efectivamente, la figura que expone la hoguera de todos los alicantinos tendría que superar unos mínimos. Y este año no lo hace. Es todo menos un ninot. Error. 



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Ampliación: La votación popular decidió el pasado jueves que el ninot «El llanto del Fauno», de la hoguera La Ceràmica, se salve del fuego el próximo 24 de junio. En infantil, el elegido fue la propuesta presentada por Foguerer Carolinas. Ambos ninots consiguieron la victoria por una amplísima mayoría. 

26 de mayo de 2014

El silencio político como respuesta a unos malos resultados electorales en Alicante

No sé qué sucederá durante la jornada de hoy, pero anoche todos se escondieron. Los máximos representantes de PP y PSOE en la ciudad de Alicante optaron por el cobarde silencio, ante la cascada de malas noticias que llegaban desde las urnas. Algunos, los que anticiparon el descalabro, ya anunciaron a media tarde que no harían valoración alguna a los datos extraídos de los colegios electorales en la ciudad. Otros, vete a saber por qué motivo, optaron ya de noche por dejar sonar el teléfono al recibir la llamada de turno, pactada incluso en algunos casos.

Ellos verán, del silencio sólo es dueño uno mismo. Pero si algo queda patente tras las Elecciones Europeas de ayer es que la gente está hartita, y ya no sólo de palabra sino también con hechos. Ellos, los que todavía ostentan el bipartidismo en Alicante, tendrán que decidir si siguen la estela que va rumbo al fracaso más inmediato o, por el contrario, acceden a dar un paso al frente, cambiando de raíz su forma de hacer una política que cada vez tiene menos adeptos. Anoche tenían dos alternativas: ocultar la cabeza en la arena o salir a dar explicaciones, participar en el simple ejercicio democrático de valorar el resultado de unas elecciones. Optaron por lo segundo, en eso sigue viva esa manera tan similar de hacer política de PP y PSOE.

Al frente de los que optaron por el silencio, Sonia Castedo. La principal cabeza visible del PP en Alicante lleva días que apenas se le oye, escudada en su baja maternal oportuna para desaparecer en campaña, pero eso no es eximente para que anoche, como alcaldesa de Alicante, hiciera un mínimo alto en su reposo y compartiera su visión de los resultados, tanto a nivel global como sobre todo desde una perspectiva más localista. Pues ni mu. Ni ella, ni sus concejales más cercanos. El actual alcalde en funciones, Andrés Llorens, también prefirió no responder a las llamadas, mientras que la portavoz del equipo de gobierno, Marta García-Romeu, vino a decir que la valoración poselectoral tendría que llegar desde lo más profundo de los cimientos del partido. Vamos, circunloquios aparte, tampoco quería opinar. Y así podríamos seguir con la lista. Sólo hubo una excepcion, todo hay que decirlo. Alguien accedió a hablar: Luis Barcala, concejal de Sanidad. Bien por él, aunque la responsabilidad debió asumirla algún cargo superior. Por eso de la jerarquía, vamos... Pero los populares de Alicante no sólo permanecieron callados anoche ante las valoraciones solicitadas por los medios de comunicación, sino que tampoco se les pudo ver por las redes sociales, pese a que algunos presumen de actividad en Twitter o Facebook. De hecho, durante la campaña no perdían ocasión para subir el mensaje que tocaba o la foto con caras sonrientes en el mitin de turno. Pero ayer todo fue distinto. Silencio absoluto.

Perfil de la cuenta en Twitter de Luis Barcala (a las 15:45 del 26 de mayo)

Perfil de la cuenta en Twitter de Carlos Castillo (a las 15:45 del 26 de mayo)

Perfil de la cuenta en Twitter de Belén González (a las 15:45 del 26 de mayo)
En la bancada opuesta, aunque anoche iban casi de la mano en el trance de asumir la debacle del bipartidismo y en el posterior silencio como respuesta a los votantes, se situó el PSOE. En este frente, la cuestión se complica. Piensas en portavoces, ejecutivas, familias y cuñados molestos. Una vez compuesto el árbol, elaboras un orden de prioridades: se llama a fulanito; si no quiere hablar, lo intentas con zutanito, si… Y así hasta el infinito y más allá. Y no es un decir, casi hubo que llegar al infinito para conseguir una valoración de los resultados socialistas en la ciudad de Alicante. El portavoz de PSOE en el Ayuntamiento, Miguel Ull, parece ser, cambió de opinión según fue transcurriendo la jornada. Si a primera hora de la tarde le parecía correcto comentar el resultado que saliera de las urnas, más tarde debió pensar lo contrario. O esa interpretación se extrae cuando se intenta con ahínco la comunicación y nadie responde al otro lado. Entonces pruebas, según esa improvisada lista de prioridades, con el líder de los socialistas en Alicante y diputado nacional... Y más agua. Gabriel Echávarri, cuyo objetivo es comandar las listas del PSOE en las próximas municipales, tampoco tuvo a bien valorar la decisión de los alicantinos. Al final, según fuentes del partido, la «patata caliente» tenía que recaer sobre Lalo Díez, portavoz de la Ejecutiva en Alicante o algo así... Resumiendo, el que suele da la cara cuando la foto va a salir turbia, como era el caso. Bien por su parte, todo sea dicho.  

En esta ocasión, las principales cuentas de los socialistas en Alicante también se quedaron mudas anoche. Bueno, no la de todos. Los ‘rebeldes’ sí que se dejaron ver, admitiendo el mal resultado del PSOE en las elecciones y sugiriendo medidas para cambiar la dinámica de la formación. En cambio, de los oficialistas nada se supo. En la cuenta oficial del partido en la ciudad, tan sólo se puede ver [cuando ya han pasado 16 horas desde que se conocieron conocen los resultados] un retuit a una respuesta de un comentario hecho por un concejal de EU. Cuestiones menores, de las elecciones en sí, nada. En la misma línea se muestra a estas horas la cuenta personal de Gabriel Echávarri, donde en la última actualización se le puede ver votando el domingo por la mañana en un colegio electoral de Alicante, además de otras más antiguas en mítines del final de campaña, entre ellas, una con Ximo Puig y Rubalcaba, que acaba de anunciar su adiós. Del nuevo puzle que han dibujado los votos en las urnas europeas y sus consecuencias más cercanas, mutismo absoluto.

Perfil de la cuenta en Twitter del PSOE en Alicante (a las 15:45 del 26 de mayo)
Perfil de la cuenta en Twitter de Gabriel Echávarri (a las 15:45 del 26 de mayo)
Uno de los comentarios de Elena Martín en su perfil de Facebook

Comentario de Alejandro Parodi anoche en su perfil de Facebook
Comentario de Gabriel Moreno anoche en su perfil de Facebook

Y así transcurrió otra noche electoral, entre la euforia de algunos y el reprobable silencio de otros. Estos últimos no tardarán en hablar, en dar voz propia a las reflexiones ya oídas a otros representantes de sus mismos partidos, en ser meros altavoces. Este relato de hechos, a modo de reflexión personal, sólo pretende un objetivo: explicar a quien llegue hasta aquí por qué esta mañana los alicantinos no han podido leer en el periódico las valoraciones de los líderes de los todavía principales partidos en la ciudad. Que sigan así, y las consecuencias no harán más que anticiparse a la evolución natural. El apoyo lo han empezado a perder, pero ellos saben que en política todo puede empeorar. Sólo hay que empeñarse, y ya van por el buen camino.   

3 de marzo de 2014

Si quieres crítica, al Carnaval de Cádiz


Poco se ha salvado de la feroz y divertidísima crítica de los gaditanos en su Carnaval. Este año, ha habido para todos. Se ha cantado contra los recortes en Educación y Sanidad, la Ley del aborto, la corrupción y sus caras políticas, la entrega de las armas de ETA, la reforma laboral, la polémica Ley de seguridad ciudadana, la Casa Real, la sumisión de España al Gobierno alemán…, además de numerosos asuntos más suyos, relativos a Andalucía o a Cádiz. Y también hubo bromas más mundanas, como las relacionadas con el vídeo de Olvido Hormigos, y no precisamente el del salto de trampolín. Pero como decía, han ido al cuello. Los chirigoteros tenían material y parece que no saben lo que es el miedo. Y de vergüenza, mejor ni hablamos.

Con una sonrisa instaurada en la cara, han criticado sin eufemismos al poder político, amparándose en el popular Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas, conocido fuera de Cádiz como «las chirigota» del Teatro Falla. Técnicamente, no todas son chirigotas. Pero eso, ¡qué más da! Lo importante va más allá. Han repartido a todos los que, a su juicio, lo merecían. Que, visto lo visto, son muchos. No se han escudado en la infame excusa de no mezclar política y fiesta. Allí no. Aquí, en cambio, la cosa cambia. Leía estos días reportajes sobre las Fallas, en los que se venía a pedir la vuelta de la crítica a los monumentos valencianos de cartón-piedra. No era una exigencia, era casi una súplica. Y aquí tendríamos que hacer lo mismo. ¿Recuerdan cuando las escenas de las hogueras venían cargadas de crítica, ironía y sarcasmo? ¿Recuerdan cuando rodear una hoguera, leyendo las cartelas y parando en los ninots, era sinónimo de risas y buen humor? Yo también. Recuerdan, por tanto, cuando se «arreaba», bajo el pretexto de la tradición de las Hogueras, a los políticos, a los miembros de la Gestora e incluso a los propios ciudadanos y festeros. Ya poco queda de todo eso. Cada mes de junio resulta más complicado encontrar pellizcos de crítica en los monumentos, una decadencia que pronto tocará fondo. Eso sí, los que se atreven, que son una minoría, acaparan la atención de casi todos. Normal, son bichos raros en gravísimo peligro de extinción.

Y, por el contrario, no vean las risas con las chirigotas. No dejan títere con cabeza, que se dice en estos casos. No pueden imaginar la envidia que sentía estos días mientras escuchaba esa ristra de «zascas» a todo ser viviente: que si a la alcaldesa, a los sindicatos, a la Junta, al Gobierno y a la oposición… Hasta al Santísimo, si se descuidaba. Y aquí, res de res. ¿Para qué vamos a criticar a los que nos mandan, no? ¿Para qué vamos a aprovechar esa ocasión tan nuestra para reprocharles sus errores? Mejor, calladitos… No se vayan a enfadar esos mandamases y nos vayamos a quedar sin subvenciones o nos vayan a exigir más y más permisos –con sus engorrosos papeles añadidos– para montar el mercadillo o la tómbola de turno… Dicen los mal pensados –vete a saber si con razón– que estos motivos, y similares, han limpiado de crítica nuestras hogueras. Sí, de esa crítica que de tanta personalidad vestía a la Fiesta. Y a este ritmo, como pasa en esta bendita ciudad, habrá un día –me da que no muy lejano– en el que la crítica de hogueras solo la recuerden los más viejos del lugar. Síntomas ya hay... 

En Cádiz, entre tanto, siguen a los suyo. Haciendo gala de una libertad que aquí parece perdida hace tiempo. “En el Consejo de Ministros se decidió por unanimidad hacer una chirigota para venir a tu Carnaval. Prometemos divertir, prometemos disfrutar, no sé para qué prometemos si luego no cumplimos ”, cantaba para romper el hielo la chirigota de José Antonio Vera Luque, alma mater de los absolutos protagonistas de esta edición. Representaban al Gobierno de Rajoy, con sus ministros perfectamente caracterizados, y cantaban estribillos como: “Ponme la mano aquí, aquí pónmela un poquito. Ponme la mano aquí y aquí ponme el sobrecito”. Y mucho más… Vean (*), disfruten y olviden rápido, que poco o nada de todo eso se verá por Hogueras.






(*) -> Chirigotas de los ganadores en la final y en la semifinal del concurso de este año. ¡A cuál mejor...!

22 de febrero de 2014

Una «muerte» anunciada

Postigo, Jiménez y Llorens, en un acto reciente en Alicante//Jose Navarro

A nadie escapa la fluida relación entre Mariano Postigo y las redes sociales, donde su presencia es casi continua. Ya sabido su relevo al frente de la Concejalía de Fiestas, Postigo publicó un «tuit» de una noticia cuyo titular recogía una frase de Aitor, defensa del Hércules: «Yo me dedico a trabajar, pero hasta el momento no me da resultados». No sé si fue casualidad, que no lo creo, pero ese mensaje bien puede ser su breve y personal resumen al frente del área. Y es que nadie dijo que el trabajo fuera suficiente… Ya que por falta de horas, seguro que no se ha producido su destitución. Y por reforzar el área de Deportes, tampoco, no nos engañemos. ¿Entonces…?

Igual de notoria que es su afición a las redes sociales, también lo era su falta de «feeling» con los dos presidentes de la Federación de Hogueras con los que ha coincidido en su etapa en Fiestas. Nunca hubo buena relación con Pedro Valera –buen amigo de Llorens– ni posteriormente con Manolo Jiménez –cuñado del citado Llorens–, y de nada sirve poner paños de agua fría en unas heridas que pedían amputación. Así que la salida de Postigo era cuestión de tiempo. Y es que la fiesta del fuego tiene mucho poder en Alicante, por lo que resulta baldío tener el respaldo del resto, como la Semana Santa o los Moros y Cristianos. De hecho, dicen que ahora resulta casi imposible ganar unas elecciones municipales sin contar con el apoyo de los festeros. Y dicen también que la alcaldesa, que cuenta las semanas para volver a ser madre, ya estaba cansada de unas desavenencias que al final le acababan por salpicar. Que si uno le iba con tal y el otro le iba con cual… Así que a pocos sorprende el relevo en Fiestas, era la crónica de una muerte anunciada.

Cuenta Jiménez que al principio la relación no fue mala. Y me da la impresión de que no es así, que incluso antes de poder ser mala ya era peor. Y todo por el apoyo (más o menos velado) que dio el ya exconcejal de Fiestas a la otra candidatura a la Presidencia de la Federación de Hogueras, liderada por José Luis Torres. No gustó, y nunca se acabó de perdonar. Tampoco gustó en la Fiesta que Foguerer Carolinas se llevara el premio especial de las últimas Hogueras, una decisión del jurado con la que también se acabó señalando al entonces edil. Y así, un largo etcétera. Y es que en general, nada gustaba. Ni a uno lo del otro ni al otro lo del uno. En los actos de Hogueras, ya fueran oficiales o simplemente organizados por comisiones, sólo faltaban las apuestas: ¿Se saludarán?, ¿se hablarán?, ¿se evitarán?... Unas preguntas que, sin ánimo de buscar culpables, en poco ayudaban a las Hogueras.

Y en éstas llega «Nino», que para algunos nunca dejó de ser el concejal de Fiestas en la sombra. Él gusta a los implicados: a uno, por raíces familiares, y a otros, por cuestiones de concentración de poder. Llorens ya tiene en sus manos las áreas con mayor peso económico y poder social en Alicante. Y en breve, tendrá el Ayuntamiento a sus pies, con la baja por maternidad de Castedo. ¿No será esto, por tanto, un movimiento con mirada electoral? Como aquel, recuerden, que le ascendió de «teniente de alcalde» a «vicealcalde». Improbable no parece, ¿verdad?

Sea lo que fuere, nos cuentan las partes que éste era el golpe de efecto que necesitaba Alicante. Los problemas se acabaron. El deporte, ya lo tenemos solucionado. Las fiestas, por el camino correcto. Las relaciones personales, de una calidad inmejorable. ¿Y la ciudad? ¿Cómo tenemos la ciudad?

10 de febrero de 2014

Alicante 2013: AVE, CAM, TRAM y otras pinceladas

La memoria de este 2013 que se escribe ya en pretérito se asienta sobre tres realidades que ya forman parte de la historia de la ciudad de Alicante, aunque son muchas más las noticias que han modelado doce meses rebosantes en lo informativo. Esos tres hechos, eso sí, coinciden en un aspecto: llegaron tarde, mucho más tarde de lo esperado por los alicantinos.

Cuando la ciudad ya se preparaba para disfrutar de las Hogueras –aunque luego la fiesta pasó a un segundo plano por la trágica muerte del pequeño Aarón–, el AVE llegó a Alicante. Y lo hizo, como es habitual, con años de retraso. En ese primer tren de alta velocidad que procedía de Madrid, viajaba a bordo el príncipe de Asturias, el presidente Rajoy y el molt honorable Alberto Fabra, entre otros. Pero afuera no había pancartas de bienvenida, no, afuera lo que hubo fue una sonora y a la postre polémica protesta, que obligó a los políticos a salir casi derrapando de la remozada estación alicantina una vez concluida la inauguración.



Apenas tres meses después de que la alta velocidad entrara en la ciudad, la controvertida línea 2 del TRAM se puso en marcha. Lo hizo casi tres años después de que las obras finalizaran, obligando a los alicantinos a demostrar una vez más su infinita paciencia. Entonces, allá por septiembre, arrancaba la conexión por tranvía entre San Vicente, la Universidad y Alicante. Empezó despacio, porque el primer día no estuvo exento de polémica. Tal fue así que el protocolario «corte de cinta» se realizó bajo tierra, en la estación de Luceros, fuertemente custodiada por la Policía. Abajo, los habituales: Alberto Fabra, José Císcar, Sonia Castedo y Luisa Pastor, que tuvieron que llegar hasta el centro de Alicante en coche oficial, ya que el viaje inaugural del TRAM se suspendió por las protestas que bloquearon las vías en varios puntos del recorrido.



Aunque para malestar, menos notorio pero más generalizado si cabe, el provocado por la CAM, con sus políticas de gestión y sus dirigentes. Durante meses, decenas de afectados se concentraron semanalmente a las puertas de la sede central, en Óscar Esplá. Por allí, hace poco más de dos inviernos, muchos directivos manejaban a su gusto el futuro de la caja alicantina. Ahora, algunos de ellos cargan con imputaciones por delitos de esos que acarrean años de cárcel. Y más de uno, incluso, ya sabe lo que es pasar una noche entre rejas. Así la CAM, con esos últimos coletazos en los tribunales, monopolizó buena parte de las conversaciones de los alicantinos en este 2013. No es para menos.



Y es que en este año que acabamos de finalizar, los ciudadanos han dejado de metabolizar el malestar provocado por tantos y han mantenido el propósito de exteriorizarlo, compartiéndolo con otras miles y miles de personas. Un hartazgo que también se ha palpado en Alicante. Tanto es así, que la ciudad ha registrado algunas de las manifestaciones más multitudinarias de su historia, aunque un peldaño por debajo de las que se vieron en 2012. Y no ha sido algo esporádico, sino que en decenas de ocasiones, miles de personas se han echado a las calles de la capital para gritar contra las políticas de los Gobiernos de Rajoy y Fabra, contra los recortes y la corrupción, contra el desempleo, los impagos a los dependientes, el copago farmacéutico, las tasas universitarias y judiciales, la nueva ley de Educación de Wert… Y así un interminable etcétera.

Pero este 2013 ha sido mucho más que AVE, TRAM, CAM e indignación social. Mientras la ciudad duda de si Ikea se instalará algún día en Alicante, el plan Rabasa –que contemplaba la construcción de unas 13.000 viviendas– ha acumulado en los últimos meses un varapalo judicial tras otro, anulando el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) el visto bueno dado por el Ayuntamiento años atrás. Y los comerciantes también dudan, pero ellos de si la liberación de horarios ha servido para algo.

Entre tanto, el Gobierno local corta de aquí y de allá para cuadrar el exiguo presupuesto de 2014, todo por esa millonaria deuda que acumulan las arcas públicas y que ha obligado a la alcaldesa Castedo a ceder el control de las cuentas municipales al Ministerio de Hacienda. Las Hogueras, por su parte, encaran este año sabiendo que las mascletàs tendrán una nueva ubicación, y es que la fuente de Luceros ya no aguanta más. Es lógico, la combinación es insuperable: materiales deficientes y una conservación aún peor.

En este 2013, Alicante también dijo adiós a dos personajes irreemplazables. El primero, Enrique Cerdán Tato, ha sido historia viva de la ciudad, ejerciendo durante décadas de cronista oficial, mientras que el segundo, Arcadi Blasco, dejó su impronta en la capital a través de reconocidos monumentos repartidos por sus calles, como el homenaje a la Constitución Española. Unas calles que muchos jóvenes alicantinos ya no pueden transitar a diario, y es que se han visto obligados a dejar atrás a sus familias y amigos para buscar alguna oportunidad laboral lejos de España. Y todo porque la ciudad que les vio nacer, siguiendo la estela del conjunto del país, ha duplicado su número de desempleados desde el inicio de la crisis, allá por 2008.

En estos doce meses, vemos que Alicante ha sonreído y se ha indignado, aunque no sé si por igual. E incluso ha sido protagonista de la actualidad nacional. Pocos medios fueron ajenos al paso por los juzgados de los dos últimos alcaldes de la ciudad, Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo, o de que la «contrata del siglo» (la millonaria recogida de basuras y limpieza viaria) fuera a manos del siempre protagonista Enrique Ortiz, que también cuenta con asuntos pendientes con la Justicia y que el pasado verano tuvo que sortear la acusación del amaño de partidos vertida contra el Hércules por el obstinado presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas. Los blanquiazules, eso no cambia, mantienen el nivel de finales de 2012, ahí siguen coqueteando en exceso con la parte baja de la tabla. Aunque peores fueron las noticias que llegaron desde el Lucentum, que tras años de gloria en el baloncesto nacional no pudo evitar caer al fondo del pozo en este 2013. Pero sin desprenderse de la millonaria deuda que deberán pagar poco a poco los alicantinos y que se arrastra por el mal hacer de los gestores que han pasado por el club en los últimos años.

Y para combinar las luces con las sombras, María José San Román devolvió a su ciudad a la élite de la gastronomía. Fue en el epílogo de este 2013, consiguiendo una estrella Michelin para su «Monastrell». La chef, alicantina de adopción, presume de ser embajadora del azafrán y del aceite de oliva. Falta por ver si incluirá las setas entre sus productos predilectos ahora que están tan de moda en la ciudad de Alicante. Veremos.


*Balance del año 2013 en Alicante para el Anuario de la Asociación de la Prensa de Alicante (APA)