1 de septiembre de 2014

Agua helada para Sánchez Zaplana

La popular campaña del cubo de agua helada (#IceBucketChallenge en Twitter) continúa con paso firme su camino hacia algún lugar. No parece, dicen, que se esté recaudando demasiado dinero para la investigación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), pero a cambio los famosos están teniendo una oportunidad para lucir sus cuerpos y camisetas mojadas. Tras ver a decenas de caras bonitas tirarse agua por encima, la moda saltó del deporte y la farándula al mundo de la política, con el omnipresente Obama, el ex Bush o el italiano Renzi. La penúltima que se ha sumado a la campaña ha sido la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que ha arrancado este septiembre subiendo un vídeo a su cuenta en la red social Facebook. En la grabación explica los motivos que le han llevado a colaborar con la ELA [enseña un resguardo de su donación de 100 euros] y asegura que esta enfermedad debería despertar la solidaridad de todos los alicantinos. Y va más allá, al afirmar que "todas las administraciones" deben "concienciarse en la necesidad de apostar por la investigación científica y las medidas paliativas con los enfermos".


Captura del vídeo de Sonia Castedo
 
Estaría bien que Castedo, aprovechando las facilidades que brindan los smartphones, hiciera llegar su vídeo a su amiga Asunción Sánchez Zaplana, consellera de Bienestar Social. 

A raíz de esta campaña viral, protagonista este verano, publiqué hace unos días un reportaje sobre la realidad de la ELA, sin frivolizar con cubos, aguas ni hielos. Para elaborarlo, la Asociación Valenciana de la Esclerosis Lateral Amiotrófica me puso en contacto con dos personas afectadas, ambas alicantinas. Una reside en Elche, otra en Agost. Celia, esta última, lleva tres años sufriendo una enfermedad sin cura, degenerativa y muy dura. En la conversación me llegó a emocionar... y a cabrear. La emoción llegó con las dificultades del día a día y con su futuro, nada esperanzador. El cabreo vino con la negligente actitud de la Conselleria de Bienestar Social. Sí, esa misma que dirige Sánchez Zaplana. Celia lleva meses y meses esperando que la Generalitat le conceda la prestación por la dependencia que le corresponde por ley. Y es que el dinero es un asunto fundamental para sobrellevar la enfermedad con cierta dignidad. Celia tuvo que sacar del banco su plan de pensiones (visto que en vida ya no iba a disfrutarlo como ella tenía previsto) para adaptar su casa y posteriormente se vio obligada a malvender una parcela que le había dejado su padre en herencia para poder pagar a la mujer que le ayuda a diario. Cuando se acabe ese dinero, Celia ya no sabe cómo se costeará la persona que le permite levantarse, ducharse, comer, beber, pasear por el pueblo... Como explica Celia, Bienestar Social no tiene ninguna prisa. Al revés, da la impresión de todo lo contrario, alargando los trámites para la dependencia hasta unos cuatro años de media. Ella, en cambio, como otros dependientes, no puede esperar más. 

Celia Vicedo, enferma de ELA y sin ayuda de la Ley de la Dependencia
 
A ver si el mensaje de la alcaldesa Castedo, por eso de proceder de una amiga, tiene más efecto en Sánchez Zaplana que las continuas protestas de los dependientes, abandonados a su suerte por la Generalitat Valenciana. Gritos en el vacío de Celia y de miles de personas más. 

No hay comentarios: