No sé qué sucederá durante la
jornada de hoy, pero anoche todos se escondieron. Los máximos representantes de
PP y PSOE en la ciudad de Alicante optaron por el cobarde silencio, ante la
cascada de malas noticias que llegaban desde las urnas. Algunos, los que
anticiparon el descalabro, ya anunciaron a media tarde que no harían valoración
alguna a los datos extraídos de los colegios electorales en la ciudad. Otros,
vete a saber por qué motivo, optaron ya de noche por dejar sonar el teléfono al recibir la llamada de turno, pactada incluso en algunos casos.
Ellos verán, del silencio sólo es
dueño uno mismo. Pero si algo queda patente tras las Elecciones Europeas de
ayer es que la gente está hartita, y ya no sólo de palabra sino también con
hechos. Ellos, los que todavía ostentan el bipartidismo en Alicante, tendrán
que decidir si siguen la estela que va rumbo al fracaso más inmediato o, por el
contrario, acceden a dar un paso al frente, cambiando de raíz su forma de hacer
una política que cada vez tiene menos adeptos. Anoche tenían dos alternativas: ocultar la cabeza en la arena o salir a dar explicaciones, participar en el simple
ejercicio democrático de valorar el resultado de unas elecciones. Optaron por lo segundo, en eso sigue viva esa manera tan similar de hacer política de PP y PSOE.
Al frente de los que optaron por
el silencio, Sonia Castedo. La principal cabeza visible del PP en Alicante lleva días que apenas se le oye, escudada en su
baja maternal oportuna para desaparecer en campaña, pero eso no es eximente para que anoche, como alcaldesa de
Alicante, hiciera un mínimo alto en su reposo y compartiera su visión de los
resultados, tanto a nivel global como sobre todo desde una perspectiva más
localista. Pues ni mu. Ni ella, ni sus concejales más cercanos. El actual
alcalde en funciones, Andrés Llorens, también prefirió no responder a las
llamadas, mientras que la portavoz del equipo de gobierno, Marta García-Romeu,
vino a decir que la valoración poselectoral tendría que llegar desde lo más
profundo de los cimientos del partido. Vamos, circunloquios aparte, tampoco
quería opinar. Y así podríamos seguir con la lista. Sólo hubo una excepcion, todo hay que decirlo. Alguien accedió a hablar: Luis Barcala, concejal de Sanidad. Bien por él, aunque la
responsabilidad debió asumirla algún cargo superior. Por eso de la jerarquía,
vamos... Pero los populares de Alicante no sólo permanecieron callados anoche ante
las valoraciones solicitadas por los medios de comunicación, sino que tampoco
se les pudo ver por las redes sociales, pese a que algunos presumen de
actividad en Twitter o Facebook. De hecho, durante la campaña no perdían
ocasión para subir el mensaje que tocaba o la foto con caras sonrientes en el
mitin de turno. Pero ayer todo fue distinto. Silencio absoluto.
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Perfil de la cuenta en Twitter de Luis Barcala (a las 15:45 del 26 de mayo) |
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Perfil de la cuenta en Twitter de Carlos Castillo (a las 15:45 del 26 de mayo) |
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Perfil de la cuenta en Twitter de Belén González (a las 15:45 del 26 de mayo) |
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En la bancada opuesta, aunque
anoche iban casi de la mano en el trance de asumir la debacle del bipartidismo
y en el posterior silencio como respuesta a los votantes, se situó el PSOE. En
este frente, la cuestión se complica. Piensas en portavoces, ejecutivas,
familias y cuñados molestos. Una vez compuesto el árbol, elaboras un orden de
prioridades: se llama a fulanito; si no quiere hablar, lo intentas con
zutanito, si… Y así hasta el infinito y más allá. Y no es un decir, casi hubo
que llegar al infinito para conseguir una valoración de los resultados
socialistas en la ciudad de Alicante. El portavoz de PSOE en el Ayuntamiento, Miguel Ull, parece ser, cambió de opinión según fue transcurriendo la jornada. Si a primera
hora de la tarde le parecía correcto comentar el resultado que saliera de las
urnas, más tarde debió pensar lo contrario. O esa interpretación se extrae
cuando se intenta con ahínco la comunicación y nadie responde al otro lado. Entonces
pruebas, según esa improvisada lista de prioridades, con el líder de los socialistas en
Alicante y diputado nacional... Y más agua. Gabriel Echávarri, cuyo objetivo es
comandar las listas del PSOE en las próximas municipales, tampoco tuvo a bien
valorar la decisión de los alicantinos. Al final, según fuentes del partido, la
«patata caliente» tenía que recaer sobre Lalo Díez, portavoz de la Ejecutiva en
Alicante o algo así... Resumiendo, el que suele da la cara cuando la foto va a salir turbia, como era el
caso. Bien por su parte, todo sea dicho.
En esta ocasión, las principales
cuentas de los socialistas en Alicante también se quedaron mudas anoche. Bueno,
no la de todos. Los ‘rebeldes’ sí que se dejaron ver, admitiendo el mal
resultado del PSOE en las elecciones y sugiriendo medidas para cambiar la
dinámica de la formación. En cambio, de los oficialistas nada se supo. En la
cuenta oficial del partido en la ciudad, tan sólo se puede ver [cuando ya han
pasado 16 horas desde que se conocieron conocen los resultados] un retuit a una
respuesta de un comentario hecho por un concejal de EU. Cuestiones menores, de las
elecciones en sí, nada. En la misma línea se muestra a estas horas la cuenta
personal de Gabriel Echávarri, donde en la última actualización se le puede ver
votando el domingo por la mañana en un colegio electoral de Alicante, además de
otras más antiguas en mítines del final de campaña, entre ellas, una con Ximo Puig
y Rubalcaba, que acaba de anunciar su adiós. Del nuevo puzle que han dibujado los
votos en las urnas europeas y sus consecuencias más cercanas, mutismo absoluto.
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Perfil de la cuenta en Twitter del PSOE en Alicante (a las 15:45 del 26 de mayo) |
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Perfil de la cuenta en Twitter de Gabriel Echávarri (a las 15:45 del 26 de mayo) |
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Uno de los comentarios de Elena Martín en su perfil de Facebook |
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Comentario de Alejandro Parodi anoche en su perfil de Facebook |
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Comentario de Gabriel Moreno anoche en su perfil de Facebook |
Y así transcurrió otra noche
electoral, entre la euforia de algunos y el reprobable silencio de otros. Estos
últimos no tardarán en hablar, en dar voz propia a las reflexiones ya oídas a otros
representantes de sus mismos partidos, en ser meros altavoces. Este relato de
hechos, a modo de reflexión personal, sólo pretende un objetivo: explicar a
quien llegue hasta aquí por qué esta mañana los alicantinos no han podido leer
en el periódico las valoraciones de los líderes de los todavía principales
partidos en la ciudad. Que sigan así, y las consecuencias no harán más que anticiparse
a la evolución natural. El apoyo lo han empezado a perder, pero ellos saben que
en política todo puede empeorar. Sólo hay que empeñarse, y ya van por el buen
camino.
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