23 de febrero de 2010

Una trayectoria digna

Existen ciertos personajes con querencia a la polémica. Y siempre desde una perspectiva inquietante, nada didáctica. El último en dar un paso al frente, para recordar que sigue ‘vivo’, es un tipo digno de estudio. Sólo de estudio, porque digno de espíritu no parece ser.

A mediados de la década de los noventa, el señor Vicente Sanz saltó a la actualidad al asegurar que estaba en política para enriquecerse (sic). Toda una declaración de intenciones. Por aquel entonces, la sinceridad llegaba de la mano del presidente provincial del PP en Valencia, que fue destituido de su puesto, y posteriormente recolocado en la Televisión Pública Valenciana. Un “te quito de aquí para aplacar los ánimos de los medios de comunicación y la oposición, pero tranquilo, te voy a garantiza una jubilación propia de ti, digna como te mereces”.

Ahora, quince años después, ha vuelto al escenario mediático. Un espacio que nunca llegó a abandonar, dado su alto cargo (dicen que de responsabilidad) en un ente que puede presumir de todo menos de ser un modelo para el buen periodismo y la correcta gestión.

La denuncia de tres trabajadores de Canal 9 por supuesto acoso sexual ha empujado al reputado Vicente Sanz a presentar su renuncia temporal al cargo. ¡Para que luego le llamen indigno! Asegura que en la decisión interviene su deseo de “no dañar a la institución”. Vamos, como si no tuviera la pobre costra…

Salvaguardando su presunción de inocencia, como acosador que no como aprendiz de rico, estos personajes resultan poco alentadores para las próximas generaciones, incluso para las actuales. Todo es uno. Oteas el actual panorama y te debes cuestionar algo similar a… ”¿Cómo puede vivir –y bien– del dinero público una persona con dicha ‘trayectoria’ profesional? La respuesta es, aún, menos confortable.

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