6 de julio de 2011

Boca cerrada, pero digna



Una de buenas intenciones. La FAPE y la APM han publicado un documento que recoge recomendaciones para la señalización de las ruedas de prensa sin preguntas. Además, han creado un icono identificativo (diseño de Fernando Pérez) para denunciar las conferencias de prensa en las que no se admiten preguntas para los medios escritos, digitales y televisiones, al igual que un icono identificativo sonoro para su utilización en las radios. El manifiesto contra las ruedas de prensa sin preguntas, señala la FAPE, cuenta ya con más de 10.000 firmas individuales, entre ellas, las de 7.000 periodistas. Además, más de 90 medios de comunicación se han adherido a la iniciativa y unas 80 organizaciones profesionales.

La teoría, se puede ver, está asentada en la profesión. Ahora sólo falta que se lleve a la práctica. ¿Cuántos medios rechazan acudir a una intervención de un personaje público si no hay preguntas por medio? ¿Cuántos medios no estuvieron ayer en la ‘rueda’ de Caco Senante, portavoz de la Junta Directiva de la SGAE?

Como consecuencia, dice la FAPE y la APM, de la campaña de la profesión periodística contra la práctica de convocar ruedas de prensa en las que no se admiten preguntas, ambos organismos proponen:

1.- No se puede llamar conferencia de prensa al acto informativo que no incluya turno de preguntas. No se puede convocar con el formato “rueda de prensa” lo que, en realidad, no lo es.

2.- Sin la posibilidad de preguntar, el formato es de “declaración”, y esta circunstancia debe advertirse previamente para que los periodistas valoren atenderlo o no.

3.- Ante este tipo de prácticas, los periodistas deben hacer constar en sus informaciones en lugar preferente el formato y las circunstancias de cada caso, y colocar en icono identificativo de #sinpreguntasnocobertura. También las preguntas que hubieran querido formular y no les fueron admitidas.

4.- El periodista puede advertir en su información, como dato relevante para el ciudadano, que el personaje de la información no suele admitir preguntas, cuando así sea, y colocar el icono identificativo de #sinpreguntasnocobertura.

5.- Los tiempos dedicados a preguntas deben ser suficientes, en ningún caso discriminatorios. La información mejora cuando existe posibilidad de repreguntar.

6.- El seguimiento del hábito de no admitir preguntas por parte de algunos personajes públicos puede permitir crear una lista pública de resistentes y enemigos de responder.

7.- Las notas de prensa y las imágenes facilitadas por la fuente de la información deben llegar a los ciudadanos con precisión de data, procedencia y contexto. No debe pasar como propio lo que sea material de la fuente.

En ese propósito de acabar con las mal llamadas ruedas de prensa sin preguntas, la Federación de Asociaciones de la Prensa y la Asociación madrileña apuestan por elaborar un listado público de personajes que no admiten preguntas en sus comparecencias ante la prensa.

Total, se cambiará el nombre a las ruedas sin preguntas. Luego, se avisará de que es una conferencia de prensa, aunque los periodistas asistirán igual. Entre poco y nada, elegirán poco. Además, el periodista reseñará en su texto cuáles serían las preguntas que hubiera hecho… o las que dice que habría hecho. ¿Quién controlará a esos cobardes que se pondrán medallas que no les corresponden? Y por último, se colocará el icono identificativo, que ayudará a recuperar la credibilidad perdida en la profesión. Que todo sea por la dignidad del periodismo... Sin embargo, la realidad es una: el escepticismo campa a sus anchas en las redacciones y el optimismo, por contra, se asienta entre los que redactan manifiestos... Parece insuficiente.

No hay comentarios: