3 de julio de 2011

Una lección de vida


Son apenas diez minutos de video. Un magistral corto que debería ser proyectado (y reproyectado) en los colegios para que los niños, y no tan niños, abrieran los ojos y recuperasen valores ya olvidados. Una lección de vida, donde se recuerda que no siempre se puede ganar y que, en ocasiones, tan sólo participar ya es un rotundo éxito. Son diez minutos, sí, pero suficientes para esbozar muchas sonrisas. También hay tiempo para reflexionar acerca de la constante presión y excesiva competitividad que se inculca cada vez a edades más tempranas.

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