Hace días que las Hogueras se han
hecho un hueco, pese a las fechas, en las conversaciones de los alicantinos.
Más en concreto, las charlas giran en torno al cambio en la ubicación del tradicional concurso
de mascletàs, que desde hace veinte años se venía celebrando en la plaza de
Luceros. Ahora, dicen, que el monumento de Bañuls está malito y que ya no
aguanta ni una juerga más. En cambio, no precisan con la claridad exigible si
la enfermedad de la fuente es de nacimiento, de la mala vida que le han dado o
de su querencia a estar presente en todas las fiestas. No sabemos, por tanto,
si las grietas y demás desperfectos de Luceros aparecen por los malos
materiales empleados en su construcción y en las futuras (ya pretéritas) rehabilitaciones, por
el escaso mantenimiento a la que ha sido sometida en sus más de ochenta años de
vida o por las vibraciones del TRAM, las sacudidas y los compuestos químicos
que sobrevuelan la zona durante las mascletàs o la polución de un entorno
intenso en la circulación vial. Tal vez, nadie es el culpable, pero todos son en
parte responsables. Aunque el silencio municipal resulta intrigante, rozando la duda.
Desperfectos en Luceros. ¿Culpa de las mascletàs? |
Y de repente, todos los
dedos señalan a las mascletàs. Todos los dedos del Ayuntamiento, preciso.
Parece ser que ahora, seis disparos al año son los únicos (o al menos, máximos) culpables del
deterioro de la fuente de Luceros. Y esa sensación me lleva a hacerme algunas
preguntas. Que espero, aunque sea poquet a poquet,
vayan encontrando su consiguiente respuesta. Aunque lo dudo...
¿Por qué tanta prisa en llevarse
las mascletàs de Luceros? ¿Por qué la alcaldesa Castedo, en apenas 24 horas,
tenía ya decidida cuál iba a ser la nueva ubicación para el concurso de pólvora?
¿Por qué salta a la palestra la glorieta de la Estrella, frente a El Corte
Inglés, si hasta la fecha nunca se había valorado como alternativa? ¿Filtrar el nombre de la Estrella
antes de contar con los informes técnicos puede ayudar para que, en caso de existir
una corriente popular en contra, el Ayuntamiento tenga una coartada (profesional)
a la hora de proponer otra ubicación? ¿No sería más profesional un intercambio en los tiempos: pedir los informes técnicos y, con ellos sobre la mesa, decidir cuál
es el lugar idóneo para disparar las mascletàs? Y si Luceros está tan
perjudicada como dicen que está, ¿qué ha pasado con las últimas rehabilitaciones? ¿Qué se
ha hecho? ¿Qué hay de los responsables? ¿Y nadie pide cuentas por los miles
de euros gastados en los trabajos de rehabilitación, incluido el polémico
traslado de la fuente durante las obras del TRAM? ¿Por qué han tenido tan pocos
años de vida las últimas restauraciones de Luceros? Si eran simples parches,
¿por qué no se acometieron trabajos más profundos? ¿Pretende al Ayuntamiento seguir
metiendo dinero en un pozo sin fondo, en un monumento que ha llegado ya «al final
de su vida útil», según Florentino Regalado? ¿Recuerdan que hace casi una
década, Arcadi Blasco ya sentenció: Luceros tiene fecha de caducidad? Si tanto aprecio se tiene a
Luceros, ¿por qué no se han realizado trabajos continuos de mantenimiento de la
fuente en los últimos años? [No, la manida la crisis no vale, que es muy
reciente]. Si los expertos apuntan a la falta de mantenimiento como clave en el
deterioro de Luceros, ¿por qué nadie pide responsabilidades a los presuntos responsables de tal negligencia? Si en la rehabilitación de 2006
se destruyó parte del monumento [la base y el vaso], ¿no se puede seguir ahora,
con esos mismos argumentos, la reconstrucción completa de la obra
de Bañuls? ¿Y los moldes? ¿Qué es de los moldes de Luceros? En serio, ¿existen? Y los festeros, ¿por qué aprovechan
la mínima oportunidad para disparar contra los comerciantes (con o sin razón,
cuestión al margen) en lugar de aglutinar todas las voces contrarias al
traslado para así hacer más fuerza ante el Ayuntamiento? ¿Por qué la Federación muestra un
apoyo tan rotundo al cambio de la plaza de Luceros? ¿Y la oposición, a todo esto, qué
dice? ¿Mascletàs en Luceros o dónde carajo? ¿Y si seguimos con las preguntas? Llegaríamos hasta el infinito...