17 de marzo de 2008

Una casa (parece) de putas

No, no es el hogar del ex gobernador de Nueva York, aunque podría. Me refiero a la actual situación del PSPV-PSOE. Y no lo digo yo, que también –es algo obvio, no arriesgo mucho con esa afirmación–, lo aseguran destacados miembros socialistas. Además, lo corroboran muchos periodistas en Alicante.

Para muestra, un repaso a los medios en la última semana. Y eso que han ganado las elecciones, que si llegan a perder… Tenemos «temita» hasta en la sopa de la abuela. Y no, no digo la abuela porque el partido esté carcomido.

Hablando de carcomas… y del PSPV. El análisis de ayer del Información trataba el asunto.

En la Comunidad Valenciana, el PP no sólo viene ganando convocatoria electoral tras convocatoria electoral desde hace la friolera de quince años, sino que en cada una de las elecciones amplía su hegemonía respecto de la anterior, hasta hacerla, como ahora es el caso, abrumadora. […]
De cuatro puntos de diferencia en 2004, a prácticamente once en 2008. Con razón, en la noche de autos, cuando el recuento de votos estaba aún en sus comienzos y lo único cierto que se sabía era que la participación en Alicante y en toda la Comunidad Valenciana había sido muy alta, Ángel Luna echó un jarro de agua fría a la alegría con que se frotaban las manos sus compañeros en la carpa que el PSOE había montado: «Aquí eso significa que estamos perdidos». Así fue. […]
Si un partido no es instrumento, no es nada; y el PSPV, en su actual configuración, no es un instrumento, sino un cepo. […]
Zapatero que hubiera venido a encabezar cualquiera de las tres listas y también habría perdido. Porque lo que se enfrentaba era la improvisación frente a la organización. María Teresa Fernández de la Vega tuvo que verlo venir enseguida. En enero, a casi un
trimestre de las elecciones, reunió en la Moncloa a almorzar a los directores de los principales medios de la Comunidad Valenciana y les confesó, textualmente, que le embargaban dos sentimientos recién desembarcada en estas tierras: la sorpresa y la indignación. Se refería a cómo la estaba tratando el PP. Algunos quisimos aclararle la mayor: ni indignación, ni sorpresa; el sentimiento que se apoderaría de ella en unas semanas sería el de la soledad. […]
El diagnóstico que muchos dirigentes socialistas hacían el lunes pasado: ni hay partido, ni hay mensajes ni hay personas. El PSPV es un edificio carcomido por la aluminosis, con una estructura que sólo sirve para dar de comer a quienes llevan comiendo de él décadas. Incapaz, ni de darle la réplica a las políticas de Camps ni de amplificar y difundir las del Gobierno central. Si Zapatero quiere empezar a repararlo, no le queda otra que tirarlo abajo, de la azotea a los cimientos, en el próximo congreso y, aprovechando el solar, que es lo único de valor que les queda, construir sobre él una casa nueva. Porque si lo que hacen es otro lifting más, lo único que conseguirán será mantener de pie una momia.

Pero no sólo JR Gil da su versión, altos dirigentes socialistas también han opinado durante estos días sobre la actual situación del PSPV, su pasado y su futuro. Del presente para qué hablar. En plena resaca electoral, el secretario general de los socialistas en Elche, Alejandro Soler, dejó ver su opinión (al menos la institucional).

A la pregunta: ¿Y la situación del PSPV? Soler respondió: Estamos en un momento en que falta un líder en el partido, como falta un mensaje claro y una línea de acción.

Hoy, Jordi Sevilla, cabeza de lista para el Congreso por Castellón, ha dicho en su blog que la derrota del PSOE en la Comunidad se debe a que «falla el partido y su método de trabajo cotidiano» en la oposición, no a la campaña electoral ni a los candidatos presentados.

Clarividente, ¿no? El problema existe. Y más de uno es consciente de ello. ¿La solución? Trabajar en una misma dirección (algo imposible en política), donde no se antepongan los intereses personales. Para muchos la solución tiene nombre (y apellidos): Leire Pajín. No dudo (o sí) de su validez y capacidad, PERO creo que el PSPV necesita un líder implicado y no una política con ambición y con cargo (se habla, incluso, de dirigir un ministerio) en Madrid. Aquí, los socialistas, necesitan un «cabeza de cartel» que esté presente y que su única ambición sea, a día de hoy, la Comunidad.

Para terminar, la crisis vista desde una perspectiva más amable, bajo el prisma del humor de «The Cabaset», en su número 476 (±), publicado ayer, 16 de marzo.

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