1 de noviembre de 2009

A por el oro de Moscú

Toda espera… tiene su final. Hace apenas unas horas, el Consell, a través de su vicepresidente Gerardo Camps, ha animado a la fusión entre Bancaja, Caja Mediterráneo y Caixa Ontinyent. Si tenemos en cuenta que la entidad de la Vall d'Albaida causa bastante indiferencia en Alicante, vamos a centrarnos en lo que realmente nos preocupa.

Era un secreto a voces. Más pronto que tarde tenía que llegar el apoyo de la Generalitat a la unión entre las principales cajas de la Comunidad, pese a que en reiteradas ocasiones se haya mostrado en contra. Eso sí, no hace falta ser economista ni tampoco político, y mucho menos un lumbreras, para ver una “absorción” donde el otro Camps dice “fusión”. ¿Estamos de acuerdo, no? Si los valencianos desembarcan en Alicante... es para llevarse el botín. ¿Y lo próximo, qué será: la Explanada, la sede de la Cámara... o el Castillo de Santa Bárbara?

¿Y ahora, qué? Tras la anuencia de la Generalitat... ¿miraremos cómo se llevan hacia la capital una de las pocas señas de identidad que conserva Alicante? Espero que no. Aunque me temo lo peor. Eso sí. Mis cuentas en la CAM (que son las que son) no permanecerán un minuto más en las arcas de esa futura Bancaja (una vez confirmado el ejercicio de engullir a la caja de los alicantinos). El dinero viajará hasta Cataluña, donde estará mejor que en Valencia. Por supuesto.

Más allá de cuestiones sentimentales, las consecuencias de esta absorción será mejor dejarlas estar. Ya habrá tiempo de discutir acerca de ellas. Pero la más obvia es, tal vez, la más inmediata: ¿Cuántas personas pasarían a engrosar las listas del Inem? Sinceramente, sin manejar datos concretos, seguro que varios centenares de currantes perderían su puesto de trabajo. Vamos, un “pellizco” a tener muy en cuenta, más aún en una época como la actual.

Con todo, tengo verdadera curiosidad por conocer los argumentos que manejarán los diferentes representantes del Consell (y demás interesados) para defender su postura. Una polémica (aún en proceso de formación) que ha saltado a la palestra en la presentación de los Presupuestos de la Generalitat de 2010 para Alicante, durante la que el conseller de Economía ha defendido (no sé muy bien con qué cara ni mediante qué explicaciones) la inversión de la Generalitat en una provincia tan meridional como maltratada.

Y esta animada historia... en el Día de los Difuntos. ¡Qué mejor fecha para dar un paso al frente! ¿O era al vacío? Veremos, porque toda espera acaba por conocer su final.

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Como era de esperar, las reacciones al "ánimo" del Consell de cara a la fusión (dile fusión, dile absorción) de Bancaja y la CAM no han tardado en llegar. Enlacémoslas, pues: "Y la sede, en Alicante"

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