24 de diciembre de 2010

Abajo la persiana

CNN+ puso ayer punto final a su parrilla. Y con ella, la democracia recibe otro golpe que deja marca en una sociedad herida, que ni se inmuta ante el cierre de un medio de comunicación, pero que levanta armas frente a situaciones meramente cómicas. Toda una afrenta a la inteligencia y al sentido común. Los editores de la cadena deben asumir la responsabilidad por no 'creer' en el buen periodismo; aunque los espectadores, que hemos dado la espalda a las emisiones (incluso en el día del adiós), también deberíamos compartir buena parte de esa culpa.

El epílogo de Iñaki Gabilondo se convirtió anoche en el símbolo de una despedida anunciada. Ha sido el primer gran medio que cae en plena tormenta económica, aunque no será el último. Desde la trinchera y aprovechando la triste noticia, no me resisto a recoger las últimas 'píldoras' de Gabilondo: toda una lección de un ‘perro viejo’.

Pese a la 'pérdida' transitoria de un profesional de la talla del periodista vasco, toda mi solidaridad hacia los 'curreles' que desde ayer engrosan, aún más, las listas del INEM. Ellos protagonizan pocos 'tuits' y menos 'posts', pero forman la 'clase media' de un oficio en busca del camino correcto.


El cierre de un medio de comunicación es una noticia muy triste, una desgracia para una sociedad. Supone una enfermedad para el organismo civil, para la democracia de un país.

En nuestro país, los medios de comunicación están viviendo momentos extremadamente difíciles. Los ciudadanos demócratas hemos de lamentar la pérdida de un medio de comunicación, sobre todo, de uno acreditado de señorío, elegancia y un comportamiento profesional que debería ser estudiado con mucho cuidado por quienes aspiran a hacer útil este oficio. Un oficio que sirva a la sociedad.

El periodismo está tratando de saber por dónde está el rumbo, el horizonte.

Jóvenes periodistas y otros no tan jóvenes, que están entristecidos y agobiados por su futuro, han dado una lección de profesionalidad al cumplir hasta el último segundo con sus obligaciones sin ningún tipo de vacilación.

Los compañeros me han enseñado lo que es la profesionalidad en las circunstancias más difíciles.

Acabo una etapa importante de mi vida, otra empezará. En esta etapa que empiece, como en la anterior, yo sólo aportaré lo que pueda aportar mi honestidad crítica.

Para poner nombre a todos lo que han pasado por delante de las cámaras de CNN+, Antonio San José. Ejemplo de periodista que necesitaría una sociedad, y que una sociedad valoraría al máximo si no estuviese enferma de radicalismos y de hostilidades.

Francisco Basterra, subdirector general de CNN+ durante diez años, es un hombre que suma a la excelencia profesional la excelencia humana. Nunca quiso hacer ruido, siempre quiso servir a la sociedad.

No hay comentarios: