26 de marzo de 2012

La imagen de la derrota

Aterrizar en suelo español y volver a la realidad es todo uno. Sobre todo, si nada más poner pie a tierra te enfrentas a un domingo de elecciones. No hablamos de cualquier cosa, no. Y menos en una situación de crispación social como el actual. Resulta interesante dedicar algunos minutos de la noche (aprovechando el cambio horario) a analizar las caras de unos y de otros. El hilo del discurso ya lo conocemos antes de que los protagonistas se enfrenten a los micrófonos. Todos se sienten ganadores y a ninguno se le pasa el agradecimiento «de corazón» por el apoyo recibido. De nada. Da igual que hayan perdido por el camino miles de papeletas o que haya caído en picado el porcentaje de voto. Lo importante, sin duda, es rescatar cualquier dato manifiesto de interpretarse como una victoria. El resto, cuestiones menores.

Sale a escena Javier Arenas, tal vez el más observado a estas horas de la jornada, e intenta enfatizar el hecho histórico (que sí, que histórico es, pero menos de lo que necesario para pasar de verdad a la Historia) de que el Partido Popular se haya impuesto por primera vez en unas elecciones autonómicas a la Junta de Andalucía. La cara, no obstante, no miente. Intentan ser actores con las palabras, con esas frases precocinadas, pero les cuesta bastante más acoplar los gestos al discurso postelectoral. La imagen de candidato derrotado no se percibe por la radio, pero queda patente a través de la pantalla. Basta con un golpe furtivo de vista.

*Palabras (Javier Arenas, esta noche, al término del escrutinio en Andalucía)

"Por primera vez en la historia el Partido Popular ha ganado las elecciones en Andalucía. Es un hecho histórico, hemos sido la fuerza más votada y nos comportaremos como lo que somos, la primera fuerza política de Andalucía. Como primer partido en el Parlamento, defenderemos el interés general de los andaluces".  


*Imagen (Javier Arenas, esta noche, al término del escrutinio en Andalucía)



El resto de aspirantes políticos, en comparación con el eterno presidenciable andaluz, quedan diluidos en la medianía. Difícil comparar el golpe recibido por Arenas a la victoria, parece que inútil, del candidato socialista del PSOE en Asturias. Javier, en este caso Fernández, aparece en pantalla con una sonrisa dibujada en su rostro. Sin embargo, su objetivo de pacto de izquierdas se ha quedado a (sólo) dos escaños de la mayoría absoluta. Por tanto, otra victoria menor, insuficiente. Y así… un etcétera de rostros interpretados tan extenso como partidos con representación parlamentaria suman las comunidades andaluzas y asturianas.Una noche que concluye con dos victorias de tinte moral, pero sin bastón de mando.

En unas elecciones, hablando de las sureñas, en las que los trasatlánticos de la política española han perdido en conjunto unos 800.000 votos, resultaría tan regenerador como utópico que algún representante socialista o popular interpretara en público el mensaje dado hoy por los ciudadanos. Parece, a simple vista, que se ha castigado (el grado queda a interpretación personal) la corrupción del Gobierno de Griñán (y antecesores), que las medidas antipopulares de Rajoy han encontrado un significativo rechazo entre el electorado, que Javier Arenas ya ha consumido todos los cartuchos de los que disponía, que el voto de las capitales no ha sido suficiente para contrarrestar el peso del campo (y su PER), que la abstención no siempre beneficia a la derecha… Política, nada nuevo. Unos, con sueldo y prebendas más que aseguradas. Otros, asfixiados por los impuestos, atemorizados por no perder el precario trabajo que, con inmensa fortuna, aún conservan. Y los sindicatos sacando a la calle a menos de 300 personas en Alicante en las marchas, argumentan que de carácter informativo, que ayer buscaban calentar la huelga general del jueves con un colapso del centro de la ciudad. Somos así. Sin remedio.


PS: Y ABC, of course, no podía pasar inadvertido en una noche como la actual. El diario de Vocento, en su edición digital, quiso ganar tiempo al reloj y acabó siendo esclavo de su propia prisa. En web se ha podido leer, hasta más allá de la medianoche, una supuesta mayoría absoluta de Arenas para 'regenerar Andalucía'. Eso sí, con eso de la celeridad, los espacios reservados para votos, escaños y porcentaje de apoyos han aparecido con la recurrente 'X'. Tendría su gracia si el error no estuviera ligado a un diario centenario.

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