La 'copia' de la Mona Lisa bien valía una larga espera en El Prado. |
Jornada de transición. Atrás se quedó la terreta. Apenas unas horas en Madrid, aprovechadas siempre al máximo, antes de tomar vuelo y atravesar el Atlántico. La aventura, ya en serio, arrancará en apenas nueve horas. Hoy, en un martes primaveral, tocaba disfrutar del obligado tránsito por la capital del Reino. Pie a tierra en Atocha, taxi hasta el hotel, maleta a la habitación y a patear las calles. Primero, comida de rigor: jamón ibérico y queso manchego, a modo de despedida. Luego, copa relajada al sol de marzo en un paraíso urbanita: el Mercado de San Antón, en pleno barrio de Chueca. Para dar el testigo al plan cultural del día. La exposición de la "bastarda" de la Gioconda concluía este martes y trece, así que en El Prado la cola se extendía como si no hubiera mañana. La Gran Vía, sin embargo, se mantiene impertérrita. Nada le afecta, emulando a un facineroso político español. Un refresco y una larga conversación con esos compañeros, y amigos, de aventura universitaria, valientes y decididos, que apostaron por protagonizar lo desconocido. Aquí viven, intentanto sobrevivir a una ciudad absorbente. Se les ve victoriosos. Con heridas de guerra, pero la satisfacción de esas batallas ya ganadas. Y lo que les queda. Nosotros, en seis horas dejaremos el NH que nos acoge. Tarjeta de embarque, facturación, control de seguridad... y un reconstituyente desayuno. Tal vez, la última comida con sustancia de los próximos diez días. Valdrá la pena. Seguro. Ya se os echa (un poco) de menos... See you soon!
PD: La maleta, cargada de sueños por cumplir, descansa en la cama de mi derecha. La miro, parece que no cabe mucho más, pero debe hacer hueco a los recuerdo que ansíe traer de vuelta. Y serán. Tú ya tienes tu espacio reservado. Tú vas para volver. Y sin saberlo. También, sin disfrutarlo. Tiempo habrá...
PD: La maleta, cargada de sueños por cumplir, descansa en la cama de mi derecha. La miro, parece que no cabe mucho más, pero debe hacer hueco a los recuerdo que ansíe traer de vuelta. Y serán. Tú ya tienes tu espacio reservado. Tú vas para volver. Y sin saberlo. También, sin disfrutarlo. Tiempo habrá...
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