Alberto Fabra remodela el Consell. Ya tocaba. La noticia, aunque esperada,
deja varios titulares. Esta mañana hemos visto cómo el president prescinde de
cinco consellers (si incluimos al recién dimitido Vela) y da el testigo a tres
nuevos, rebajando el número de carteras de diez a ocho. Otro guiño al populismo
barato que tanto se lleva en tiempos de crisis. ¡Bravo! Entre los señalados,
caras del campismo, como Lola Johnson, siempre centro de las críticas por su
conocida ineptitud. También dejan el Gobierno los responsables de Sanidad (Luis
Rosado), Justicia (Jorge Cabré) –ambos alicantinos– y Agricultura (Maritina
Hernández), cartera que pasa a manos del cada vez más poderoso José Císcar.
Pero vamos a lo que nos ocupa. Desde Alicante ciudad, la protagonista absoluta
es Asunción Sánchez Zaplana, todavía concejala de Acción Social del
Ayuntamiento y nueva consellera de Conselleria de Bienestar Social. Más de una década en
primera línea política le avala. Pero en el caso de “Suni” (Suny, Sunny... o como se escriba), no sólo le avala el
tiempo, que no siempre hace justicia. Durante sus legislaturas al frente del
área, la licenciada en Ciencias Químicas ha demostrado su valía en la gestión
de los asuntos sociales de la ciudad, sumando más palabras amables que críticas a su labor, pese a sus muchos años como concejala. Y no es fácil, ya
que hablamos de una combinación compleja de encajar en la actual estructura política: lo
social y la derecha.
Cordial en el trato, Asunción marcha a Valencia dejando atrás una corporación en la que se
habla más de delitos, juicios, delfines y sucesiones que del propio estado de la
ciudad. Y así nos va. En esos debates, Asunción nunca ha aparecido como posible
relevo a Castedo. Se dice que le falta peso político. Visto lo visto, imagino
que también le sobra capacidad. ¡Suerte en el Cap i Casal! La necesitará para hacer frente a las
deudas que arrastra el área (a la Dependencia, por ejemplo), los presupuestos
para el próximo año y los innumerables problemas y colectivos a quienes dar
respuestas. La nueva consellera alicantina ha asegurado, instantes después de que Fabra anunciara su nombramiento, que confía "no defraudar a nadie". Bueno será si cumple. Malo es lo que deja aquí: su relevo natural, la siguiente en la lista municipal del PP de las pasadas elecciones, Tomy Duarte. Era la número 20, un lugar algo casi testimonial. Si no hay renuncia, ahora será concejala. Para la próxima, por favor, más atención a la hora de configurar la lista, en los puestos de salida y también en los de reserva.
1 comentario:
Muy buen apunte, en todos los sentidos!
Y con olfato!
Carlos Gómez Gil
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