27 de marzo de 2013

«La Sentencia» de Castedo



¡Qué caprichosa es la vida! ¿Que no? Verán… Apenas faltan unas horas para que la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, tome rumbo hacia Valencia para declarar, again, ante el Tribunal Superior de Justicia, en relación a la rama del PGOU del caso Brugal. Este Jueves Santo, la regidora popular intentará demostrar al magistrado Climent que no benefició a Ortiz en diversas actuaciones urbanísticas. Parece ser que se le quedaron cortos aquellos iniciales diez minutos que se convirtieron en 18 horas de declaración. Hasta ahí, todo más que dicho.

Pues como la vida nos regala algunos guiños, con tal de desintoxicar esa pestilente realidad que nos invade, Castedo, poco después de volver a justificar sus decisiones/acciones/viajes en el Cap i Sasal, volverá a la terreta con una misión: ponerse al frente de uno de los pasos de la Semana Santa alicantina. Desde hace años, la alcaldesa actúa como capataz del único trono que procesionará este Viernes Santo por las calles de la ciudad. ¿Que cómo se llama el paso en cuestión? «La Sentencia». Castedo y La Sentencia, justo un día después de declarar ante la Justicia…. ¡¡¡No me digan que no tiene guasa la cosa!!! Que sí, mejor tomárselo con sentido del humor... Créanme. 

Con humor o como cada uno precie, faltaría. Miren los socialistas, que basta que la alcaldesa tenga que dar la cara ante un juez para que ellos, muy solidarios, monten algún barullo de esos tan suyos. ¡Joder, qué tropa!

22 de marzo de 2013

Interinos, sindicatos y una bandera común



 
Paco se ha marchado hoy calentito del Politécnico, ahora conocido como IES Cavanilles. Paco es Francisco José García Alcaraz, responsable de Educación en el sindicato CC OO en l’Alacantí y Les Marines. Y decía que hoy le han tocado, figuradamente, la cara. Con respeto e ímpetu, le han dado en una mejilla y después en la otra. De manera repetida. Y con motivo. Con razones de sobra. Él, con gesto de circunstancias, ha encajado los golpes como mejor ha sabido: primero, en un silencio cobarde; después, obligado por las insistentes preguntas de los presentes, con una defensa tan inconsistente como injustificada es la posición de su sindicato en el conflicto que los interinos de la Comunidad Valenciana libran contra la Conselleria de Educación. Ese conflicto innecesario y caprichoso, que nació apenas hace unos días tras el anuncio de la rebaremación de las bolsas, ha llevado a que hoy se haya cumplido la tercera jornada de huelga de los interinos de la Comunidad. 

Hoy, además, tocaba asamblea informativa. Después de la manifestación del miércoles por las calles de Valencia y de la concentración de ayer a las puertas de la Dirección Territorial de Educación, los interinos de Alicante se reunían en el Cavanilles para poner en común las últimas novedades y para acordar las próximas acciones reivindicativas. En el aula, más de un centenar de profesores, representantes de la Coordinadora de Interinos –luz de guía en la movilización– y varios miembros del STEPV, el principal sindicato del sector educativo en la Comunidad. Este sindicato, conocido por su espíritu beligerante, ha sido el único que, desde el primer momento, se ha mostrado contundente y claro en su postura: apoyo firme a las protestas de los interinos. Y en el Cavanilles, además de la citada tropa, también se ha dejado ver Paco García, cabeza visible de CC OO en Educación. 

Él, que ha estado presente en todas las acciones celebradas hasta la fecha, ha sido la diana de las críticas. No por su actitud, sino por la del sindicato que representa. A UGT nadie le ha podido afear su conducta, porque ni está ni se le espera. Y el resto de sindicatos de Educación con representación en la mesa sectorial en la Comunidad (CSIF y ANPE) están en otras guerras. Los primeros porque representan a los funcionarios (y parece que a nadie más) y los segundos porque de sindicato, estando la derecha en el Gobierno, tienen las subvenciones que reciben y pare usted de contar. 

Así que dejando a estas dos organizaciones al margen, no es de recibo que los dos principales sindicatos del país no hayan dado un paso adelante, mostrando su absoluto apoyo a los interinos en sus reivindicaciones. No, no es de recibo que CC OO y UGT no exhiban una actitud combativa ante la nueva propuesta de la Generalitat, que sólo persigue el ahorro del coste de los trienios a los interinos (dinero que irá a parar, por ejemplo, a becas de comedor y transporte para los alumnos de la concertada). La Educación pública no importa. Y parece que a ellos, progresistas de pro, tampoco. ¿Que se pierde la experiencia docente de miles de profesores? ¡Qué más da! ¿Que eso repercute en un empeoramiento de la enseñanza? ¡A mí plin! ¿Verdad, querida Catalá?

Fácil lo han tenido los sindicatos. Pues ni ahora saben hacerse valer. No pudieron convocar la huelga de seis días, liderada por el STEPV, por su organización interna; pero sí adherirse posteriormente a ella. Pero tampoco… Y así otras tantas cosas. Ellos verán qué buscan, pero basta presenciar cualquiera de las asambleas de interinos para comprobar que se están equivocando. Sus propios afiliados cargan en público contra ellos… Y no creo que estén sobrados de carnés. 

Pero no sólo se equivocan los sindicatos. A mi juicio, los propios interinos –que se han organizado con brillantez debido al sorpresivo anuncio de la Conselleria– patinan al centrar sus protestas en la rebaremación anunciada por la consellera Catalá. Huelga decir que esa propuesta ha servido de chispa, pero una vez encendido el fuego… ¿por qué no enarbolan la bandera de la defensa de la enseñanza pública, siguiendo el ejemplo reciente de otros gremios? No harían nada nuevo, no. Les funcionó, y mucho, a los profesionales de la Sanidad en Madrid, cuando el Gobierno de la Comunidad apostó por la privatización de parte del sector. Así, con una bandera más generalista, los interinos de la Comunidad podrían conseguir un mayor apoyo de la sociedad, y no sólo hablo de la comunidad educativa (profesores definitivos, padres, alumnos…). Ellos, los interinos, no sólo forman parte de un colectivo que, probablemente, sufra un recorte de la plantilla, un «ERE encubierto», como denuncian. No. Ellos  dan vida a uno de los pilares más importantes del Estado. Si no se aprovechan, estarán dando pasos hacia el abismo. Seguro.

12 de marzo de 2013

Publicidad 'niquelá'



Así se lo curran algunas tiendas en sus letreros publicitarios. Ésta, en concreto, está situada en el entorno de la avenida de Maisonnave, en Alicante, y está especializada en la venta de productos vinculados con los teléfonos móviles. Pues ya sabéis. También venden «portector», «atavoz» y «adaptor»... No se salva ni un solo cartel. ¡¡Ni uno!! Luego achacarán a la crisis la bajada de las ventas. Y de la falta de profesionalidad... ¡mejor ni hablamos!

10 de marzo de 2013

Motivos de esperanza




Hoy es otro día triste para el periodismo. Para ser sinceros, no recuerdo el último que no lo fue. Hoy, cuando aún resuena el eco de los gritos a favor de la igualdad de género, el derecho a la información recibe otra dentellada, la enésima. Hoy, domingo 10 de marzo, el periódico El Día sale por última vez a los quioscos. A partir de hoy, por tanto, los manchegos serán un poco menos libres. 

Resulta curioso, más un día como hoy, que la profesión periodística sea una de las peor valoradas por los españoles, por esos mismos ciudadanos que también se muestran hastiados, y con razón, de la clase política que gobierna en este país, en todas y cada una de las administraciones. Resulta curioso, decía, porque en raras ocasiones son los jueces los que destapan las corruptelas políticas, sino que son los medios de comunicación –más en prensa que en radio, y rara vez en la televisión– quienes denuncian públicamente las actitudes corruptas de los gobernantes, provocando a veces dimisiones y cuanto menos pintando la cara de los infaustos representantes públicos. Y con todo, los periodistas formamos uno de los colectivos peor vistos en el actual tablero profesional. Nos lo podríamos hacer mirar, pero nunca tenemos tiempo. Nunca hay tiempo para la autocrítica, ni de los propios periodistas ni mucho menos de los editores, los que ponen la pasta en un negocio herido y que sólo atienden a razones cortoplacistas para gestionar las empresas. No piensan en mañana, sino en el ayer, y así nos va… 

Me viene a la cabeza, imposible borrar esa imagen, cuando recientemente los corresponsales en Nueva York dieron la espalda a la ministra Ana Mato, tras anunciarse que no habría preguntas en su comparecencia y sí una lectura pública de un comunicado. Como no somos tontos, aunque a veces nos mostremos incapaces de disimularlo, los compañeros debieron recordar que todavía saben leer y que no necesitan que venga ninguna pseudogobernante salpicada por los tentáculos de la corrupción para leerles un texto. Esas palabras, todavía, iban a ser capaces de hacerlas. Así, por primera vez que recuerde, los periodistas españoles dejaban con la palabra en la boca a un político que no admitía preguntas. Tuvo que ser a miles de kilómetros, allá por la Gran Manzana. Porque aquí, en nuestra cada vez menos querida España, nadie se ha atrevido a secundar esa iniciativa. Muchas veces se habla, pero sin alcanzar el consenso necesario. Nunca es tarde para tomar ejemplo aquí, pero dudo que lo veamos. También dudo, en mi caso, que pueda protagonizar un acto tan digno como no participar en una tomadura de pelo a la altura de una rueda de prensa sin preguntas. Sin consenso y sin la valentía de aquellos que mandan seguiremos matando al periodismo, sin necesidad de intermediarios. 

Pero como todos los días, dice el refrán, sale el Sol… Así que existen motivos para la esperanza. Como dijo Zapatero años ha: "Todavía hay motivos para creer". El creía en el pleno empleo. Espero que estos rayitos de esperanza en la profesión periodística lleguen a mejor puerto. Recordaba que hoy El Día pisaba por última vez los quioscos de La Mancha. Por el contrario, estos últimos meses estamos asistiendo al nacimiento de varios medios de comunicación, que tienen en común el soporte digital, una línea editorial de marcado carácter progresista y una base de profesionales rebotados tras los recortes de personal en las principales cabeceras. Tres son los nombres que me vienen a la cabeza, aunque seguro que hay más: Eldiario.es, Lamarea.com e Infolibre.es. El último en «pisar» la red ha sido Infolibre, que se estrenó el pasado jueves. El proyecto, dirigido por el exdirector de Público Jesús Maraña, llega acompañado de TintaLibre, una revista mensual en papel que está a la venta desde este viernes y que tiene al mando a otro histórico del periodismo, Javier Valenzuela, exdirector adjunto de El País.

Estos nuevos medios que redibujan el espacio mediático actual se enfrentan a muchos retos, pero sobre todo al de la supervivencia. Por ahora, nadie ha dado con la tecla correcta para la financiación de los medios digitales, mientras los tradicionales intentan evitar morir por inanición tras el brutal descenso de los ingresos publicitarios. Sin embargo, alguna fórmula debe existir. 

Sea como fuere, se agradece comprobar que los periodistas no están muertos. Tampoco los veteranos, los más perjudicados con esta sangría de despidos en prensa, radio y televisión que no da respiro. Da gusto ver cómo, pese a todo, los periodistas aún conservan la ilusión por embarcarse en arriesgados proyectos que buscan ampliar el actual entramado de medios de comunicación. Tal vez se arriesgan porque no saben otra cosa que contar historias. Da igual dónde. Lo importante es contarlas. Que los buenos las disfruten. Y que los malos tiemblen al leerlas.

2 de marzo de 2013

#nosechan... a patadas




Decía el otro día el escritor Andrés Neuman que «a veces ser joven no tiene gracia», que «no hay más que ver España». Y no le falta razón. Más si te pasas por una nueva iniciativa que está cogiendo fuerza en internet: Juventud Sin Futuro (JSF), una web donde miles de jóvenes cuentan su vida como emigrantes. Mucho se ha hablado ya de una generación, por no decir varias, obligada a buscar fuera las oportunidades laborales y de futuro que les niega su país. Aunque esas palabras, no por reiterativas, pierden un ápice de dolor.

En esta web, como decía, se configura día a día un mapa a través de vivencias de jóvenes españoles. Algunos ya se han ido, otros están en el proceso de hacer las maletas. Aún en la provincia de Alicante, se puede leer el apunte de Edén, un ingeniero de Teleco ilicitano de 24 años, quien subraya: «#nonosvamosnosechan». O el de Isabel, una licenciada en Económicas y doblemente masterizada de 25 años, que «presume» de trabajar en un almacén cargando cajas por 420 euros mensuales y añade: «Trabajo y subsisto con honradez. Siento frustración e indignación». Pero no es la única. José Manuel, de Benidorm, dice ser periodista y criminólogo y admite que ahora sólo tiene un objetivo en España: «Me quedé en paro y consumí mi prestación por desempleo. Ahora busco un trabajo de verano para tener dinero para poder irme de aquí». Desde Torrevieja, por aquello de tocar varios puntos de la provincia, Adrián, un enfermero de 26 años, relata su experiencia laboral en su sector: «Tras acabar de estudiar en 2011, he tenido trabajos de una duración máxima de mes y medio. Uno, incluso, fue de dos días. En total, tres meses y medio trabajados, en prácticas y echándome el mismo día, sin avisar y con un sueldo que era de risa». Y así, una infinidad de casos que no hacen más que poner cara a un país que rueda cuesta abajo y sin frenos.



Otros, tal vez con más espíritu emprendedor o con mayores posibilidades de financiación, han optado por el autoempleo. Es decir, por crear su propia empresa. Pero claro, vista la crisis del mercado tradicional, los jóvenes apuestan por internet. Dicen que montar un negocio en la red es más barato, más seguro y, sobre todo, con mayor probabilidad de éxito. En la provincia, hay de todo. Desde vendedores de calculadoras, de miel, de turrón, de productos para el huerto o de cortinas. Una infinidad de sectores que sólo tienen un punto en común: las ganas de ver con otro color el actual futuro negro.

Resulta ser negro el futuro cuando lees que un tipo en Ibi se llevaba el dinero de la caja fuerte oculto en la zona de las partes nobles del pantalón. O cuando oyes al político de turno reafirmarse en su idea de no dimitir aunque le procesen por el enésimo caso de corrupción. O cuando miras a la oposición, por ejemplo en Alicante, que se hacen hueco en los medios de comunicación por comprar, supuestamente, seguidores en Twitter o por lucir ingeniosas camisetas con los números de Bárcenas. Está bien que se quieran mostrar estrellas tuiteras o que recurran a la política de camiseta, abanderada por la coalición de Compromís, pero también resultaría reconfortante, entre otros para esos jóvenes que buscan rayos de esperanza, que alguno de estos políticos, aunque sea algún día, tenga la genial idea de conseguir su particular minuto de gloria en los medios por haber presentado algún proyecto, alguna idea realizable que sirva para cambiar el actual ritmo… Sería reconfortante, sí, a la par que cuasi imposible. Pero claro, si los consellers van acercando los actos a sus respectivas provincias de origen según se acerca el fin de semana; de la misma manera, los ediles de la oposición podrían estrujarse el cerebro, y ya que no tienen responsabilidades de gobierno, podrían hacer política no declarativa. Que existe, aunque lo hayan olvidado.

Decía Andrés Neuman que «a veces ser joven no tiene gracia». Lo que no tiene ni puta gracia es aguantar lo que aguantamos. Paciencia nos sobra. Tal vez nos falten arrestos.