22 de marzo de 2013

Interinos, sindicatos y una bandera común



 
Paco se ha marchado hoy calentito del Politécnico, ahora conocido como IES Cavanilles. Paco es Francisco José García Alcaraz, responsable de Educación en el sindicato CC OO en l’Alacantí y Les Marines. Y decía que hoy le han tocado, figuradamente, la cara. Con respeto e ímpetu, le han dado en una mejilla y después en la otra. De manera repetida. Y con motivo. Con razones de sobra. Él, con gesto de circunstancias, ha encajado los golpes como mejor ha sabido: primero, en un silencio cobarde; después, obligado por las insistentes preguntas de los presentes, con una defensa tan inconsistente como injustificada es la posición de su sindicato en el conflicto que los interinos de la Comunidad Valenciana libran contra la Conselleria de Educación. Ese conflicto innecesario y caprichoso, que nació apenas hace unos días tras el anuncio de la rebaremación de las bolsas, ha llevado a que hoy se haya cumplido la tercera jornada de huelga de los interinos de la Comunidad. 

Hoy, además, tocaba asamblea informativa. Después de la manifestación del miércoles por las calles de Valencia y de la concentración de ayer a las puertas de la Dirección Territorial de Educación, los interinos de Alicante se reunían en el Cavanilles para poner en común las últimas novedades y para acordar las próximas acciones reivindicativas. En el aula, más de un centenar de profesores, representantes de la Coordinadora de Interinos –luz de guía en la movilización– y varios miembros del STEPV, el principal sindicato del sector educativo en la Comunidad. Este sindicato, conocido por su espíritu beligerante, ha sido el único que, desde el primer momento, se ha mostrado contundente y claro en su postura: apoyo firme a las protestas de los interinos. Y en el Cavanilles, además de la citada tropa, también se ha dejado ver Paco García, cabeza visible de CC OO en Educación. 

Él, que ha estado presente en todas las acciones celebradas hasta la fecha, ha sido la diana de las críticas. No por su actitud, sino por la del sindicato que representa. A UGT nadie le ha podido afear su conducta, porque ni está ni se le espera. Y el resto de sindicatos de Educación con representación en la mesa sectorial en la Comunidad (CSIF y ANPE) están en otras guerras. Los primeros porque representan a los funcionarios (y parece que a nadie más) y los segundos porque de sindicato, estando la derecha en el Gobierno, tienen las subvenciones que reciben y pare usted de contar. 

Así que dejando a estas dos organizaciones al margen, no es de recibo que los dos principales sindicatos del país no hayan dado un paso adelante, mostrando su absoluto apoyo a los interinos en sus reivindicaciones. No, no es de recibo que CC OO y UGT no exhiban una actitud combativa ante la nueva propuesta de la Generalitat, que sólo persigue el ahorro del coste de los trienios a los interinos (dinero que irá a parar, por ejemplo, a becas de comedor y transporte para los alumnos de la concertada). La Educación pública no importa. Y parece que a ellos, progresistas de pro, tampoco. ¿Que se pierde la experiencia docente de miles de profesores? ¡Qué más da! ¿Que eso repercute en un empeoramiento de la enseñanza? ¡A mí plin! ¿Verdad, querida Catalá?

Fácil lo han tenido los sindicatos. Pues ni ahora saben hacerse valer. No pudieron convocar la huelga de seis días, liderada por el STEPV, por su organización interna; pero sí adherirse posteriormente a ella. Pero tampoco… Y así otras tantas cosas. Ellos verán qué buscan, pero basta presenciar cualquiera de las asambleas de interinos para comprobar que se están equivocando. Sus propios afiliados cargan en público contra ellos… Y no creo que estén sobrados de carnés. 

Pero no sólo se equivocan los sindicatos. A mi juicio, los propios interinos –que se han organizado con brillantez debido al sorpresivo anuncio de la Conselleria– patinan al centrar sus protestas en la rebaremación anunciada por la consellera Catalá. Huelga decir que esa propuesta ha servido de chispa, pero una vez encendido el fuego… ¿por qué no enarbolan la bandera de la defensa de la enseñanza pública, siguiendo el ejemplo reciente de otros gremios? No harían nada nuevo, no. Les funcionó, y mucho, a los profesionales de la Sanidad en Madrid, cuando el Gobierno de la Comunidad apostó por la privatización de parte del sector. Así, con una bandera más generalista, los interinos de la Comunidad podrían conseguir un mayor apoyo de la sociedad, y no sólo hablo de la comunidad educativa (profesores definitivos, padres, alumnos…). Ellos, los interinos, no sólo forman parte de un colectivo que, probablemente, sufra un recorte de la plantilla, un «ERE encubierto», como denuncian. No. Ellos  dan vida a uno de los pilares más importantes del Estado. Si no se aprovechan, estarán dando pasos hacia el abismo. Seguro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen análisis. Una radiografía de lo que acontece en los confictos laborales en toda España y de por qué vamos hacia donde vamos.
Interesantes las propuestas finales, a tener en cuenta.
Enhorabuena!

Carlos