11 de diciembre de 2008

Consecuencias de la convergencia


Está de moda. En la actualidad, todos los procesos tienen o deben tender a la convergencia. En Europa, en los medios de comunicación… y ahora, he descubierto, también en la estupidez humana.

Según informan las agencias, «La ola de violencia que se ha desatado en Grecia por la muerte de Alexis Grigoropoulos, de 15 años de edad, por disparos de un policía ha sacudido la pasada tarde a Madrid y Barcelona. Los incidentes más graves han ocurrido en la capital de España, donde se ha producido un ataque contra la comisaría de la Policía Municipal en la céntrica calle Montera. Los manifestantes han herido a varios agentes y han roto varios cristales. En total, se han detenido a nueve personas acusadas de alterar el orden público y causar daños por las calles del centro de la ciudad. Por su parte, en Barcelona, unos 800 manifestantes han intentado, una y otra vez, abrirse paso frente a un enorme cordón policial que ha blindado el centro de Barcelona. Durante el recorrido, algunos manifestantes han volcado contenedores -algunos de vidrio, por lo que el ruido ha provocado una gran inquietud entre los viandantes de la zona- y han destrozado una oficina de La Caixa. Los incidentes han acabado con dos detenidos, dos agentes de los Mossos d'Esquadra contusionados y destrozos en el mobiliario urbano».

Incrédula me hallo después de leer la noticia. Si fuéramos tan solidarios para todo... Qué diferente nos iría. Pero, no, sólo para armar follón y destrozar la ciudad .

En fin, esto de la convergencia siempre me ha superado. En el ámbito de la comunicación, el que más me toca, me parece que es un eufemismo inventado por las empresas para justificar los despidos y conseguir el «mismo» fin con menos medios. El día, que espero llegue, en el que los gerentes de los medios comprendan que su mayor activo es el capital humano y no lo desprecien como en la actualidad; entonces, el periodismo se reactivará y volverá, poco a poco, a gozar de esa buena salud de la que disfrutó años ha.


Por ahora, todos los ejemplos de convergencia que me llegan, y no son pocos, me parecen simples excusas para fomentar el hombre orquesta. Un ahorro económico contraproducente. Un coste, excesivo, en la credibilidad. Porque ganar un micra de prestigio cuesta años; perderlo, es cuestión de segundos. Y cuando un mismo redactor (como sucede en la mayoría de los convergentes) se encarga de sacar adelante el trabajo destinado a varias personas… el posible error se convierte en triste realidad. En una losa que pesará, y mucho, en el futuro inmediato.

Barcelona, Madrid, Grecia, convergencia, Policía, jóvenes, manifestación... Muchos conceptos, alguna conclusión y un solo perjudicado: La sociedad. En un caso, porque sufren las iras indiscriminadas de unos niñatos sin oficio ni beneficio. Y, en el otro, porque pagan las modas empresariales, que buscan cómo fabricar (realizar) el mismo producto (información) con el mínimo coste (reducción de plantilla) y viendo aumentar los beneficios a fin de mes (pagando el ansia con un descenso en la calidad).

Nosotros veremos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La que se avecina.

Anónimo dijo...

Indescriptible y vergonzosa la actuación de estos radicales. ¿Cuál es la diferencia con los terroristas? Éstos matan por la independencia...y los salvajes de sentimiento ateniense por unos minutos, ¿por qué luchan? Nada mejor que hacer al cabo del día...