Una campaña de publicidad cuenta con multitud de barreras que salvar si no se quiere herir sensibilidades. Tras el polémico spot del Ministerio de Economía, calificado como «sexista» por Aído y colegas, el Gobierno ha puesto en marcha otra campaña, mucho más neutra, para captar compradores de deuda pública que invade los medios de comunicación.
En esta ocasión, existe un error de forma, achacable a la agencia de publicidad responsable. El mensaje está claro, y puede funcionar. Ahora, su presentación es el aspecto más reprochable. ¿Por qué? En un lema como «Puedes quedarte leyendo el periódico» pocas interpretaciones caben. Leer la prensa, parece ser, es una pérdida de tiempo para el ministerio. Otras actividades, se intuye, son más provechosas. En el Gobierno, por ejemplo, buscan el informe secreto sobre los vuelos de la CIA. En Francia, joyas por valor superior a los 60 millones robadas en el «golpe del siglo». Y en Valencia y San Sebastián, pruebas que demuestren que en el fútbol las «cloacas» también existen.
Por tanto, ¿mala baba o equívoca campaña de comunicación del Gobierno? Me inclino por la segunda opción, porque la campaña, en la cuña radiofónica, toma otros tintes. Se explica al ciudadano que tiene dos opciones: quedarse leyendo las malas noticias económicas sobre las que se informa en la prensa o, por otro lado, invertir capital en deuda pública (Letras del Tesoro) y conseguir así rentabilizar el dinero.
En esta campaña, en su versión escrita, el mensaje está cogido con pinzas, le falta contundencia y, sobre todo, no poner en duda si leer la prensa o no es un ejercicio de pasividad. Allá cada uno con su tiempo.
En esta ocasión, existe un error de forma, achacable a la agencia de publicidad responsable. El mensaje está claro, y puede funcionar. Ahora, su presentación es el aspecto más reprochable. ¿Por qué? En un lema como «Puedes quedarte leyendo el periódico» pocas interpretaciones caben. Leer la prensa, parece ser, es una pérdida de tiempo para el ministerio. Otras actividades, se intuye, son más provechosas. En el Gobierno, por ejemplo, buscan el informe secreto sobre los vuelos de la CIA. En Francia, joyas por valor superior a los 60 millones robadas en el «golpe del siglo». Y en Valencia y San Sebastián, pruebas que demuestren que en el fútbol las «cloacas» también existen.
Por tanto, ¿mala baba o equívoca campaña de comunicación del Gobierno? Me inclino por la segunda opción, porque la campaña, en la cuña radiofónica, toma otros tintes. Se explica al ciudadano que tiene dos opciones: quedarse leyendo las malas noticias económicas sobre las que se informa en la prensa o, por otro lado, invertir capital en deuda pública (Letras del Tesoro) y conseguir así rentabilizar el dinero.
En esta campaña, en su versión escrita, el mensaje está cogido con pinzas, le falta contundencia y, sobre todo, no poner en duda si leer la prensa o no es un ejercicio de pasividad. Allá cada uno con su tiempo.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo.
:)
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