29 de enero de 2009
Metro, primera víctima
¿Capacitado para superar el teórico? Demuéstralo
Dice el Catedrático de Seguridad Vial Luis Montoro que «la enseñanza para examinarse del teórico debería ser obligatoria, si se hiciera así habría un cambio importante a corto plazo en la reducción de accidentes», quien además se ha mostrado a favor impulsar un sistema para «reciclar» a los conductores. Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas insiste en que no existe una «información reglada», ya que la teoría «se memoriza y se olvida».
¿Hasta qué punto es necesario recordar las señales más remotas de tráfico o datos insignificantes que no interfieren a la hora de ir al volante? ¿La veteranía, los años como conductor, no es más importante que conocer la presión óptima de los neumáticos, cuando para ello existen los mecánicos? ¿Es conveniente anticiparte a las situaciones o cifrar exactamente la cantidad de alcohol que puedes llevar en sangre? […] ¿Conducir bien es sinónimo de aprobar de nuevo el examen teórico? Puede ser, no lo niego, pero apuesto que se evitarían más accidentes con buenos conductores y no con papagayos que reciten libros de seguridad vial.
Regresando al estudio, entre las conclusiones destaca que el grado de conocimiento es inversamente proporcional a la antigüedad, es decir que los conductores más veteranos alcanzan una puntuación más baja en la prueba. El informe señala además que los conductores con un nivel educativo más alto se ven menos afectados por el paso de los años. También es significativa la relación entre ir al volante y el trabajo que se desempeña, de forma que los conductores profesionales obtienen las mejores puntuaciones. Por autonomías, como es habitual, la Comunidad Valenciana figura entre las últimas. En concreto, ocupa la penúltima posición, sólo «superada» por Madrid.
Ahora te toca a ti. Aquí tienes la oportunidad de evaluarte y conocer qué grado de conocimiento mantienes años después de haber conseguido el costoso permiso. Ya sabes: treinta preguntas y tres errores supone el suspenso del examen. Yo, como verás, no he pasado la prueba. Lástima.
¿Y en España?
Esto sucede hoy en Francia, nación que soporta una tasa de paro unos cuatro puntos inferior a la española. Mientras tanto, aquí, ¿qué pasa? Nada. Bueno, casi nada. Este sábado, CC OO y UGT convocan, bajo el lema «Por el empleo y la protección social», manifestaciones en las principales ciudades de la Comunidad Valenciana (País Valencià) para reclamar a los poderes públicos medidas para paliar la crisis.
De todos es sabida la pésima situación de la Comunidad, que paga la destrucción de empleo en la construcción, en las industrias y en el sector servicios. Y también las malas ¿inexistentes? políticas del Consell en materia de empleo. El «molt honorable» está centrado en otros asuntos -de índole interna- que le preocupan más, como ampliar sus cuotas de poder en el PPCV. Pero, volviendo al desempleo, ¿sólo se da en esta autonomía? Porque no conozco otras zonas de España sobre las que se extiendan este fin de semana protestas como las ya citadas.
Quizá todo sea un mero intercambio de favores. El Ministerio de Trabajo e Inmigración aumenta las subvenciones a los sindicatos, hasta alcanzar los 15,8 millones de euros en 2008 -según datos del BOE- y los sindicatos, a cambio, sacan a los ciudadanos a la calle (de algunas ciudades). No siendo, eso sí, la elección de los municipios al libre albedrío. A estas alturas todo está más que planificado. Así, unos y otros, satisfechos. Todos menos la gente, que no encuentra ni soluciones (políticas) ni apoyo (sindical).
28 de enero de 2009
Límites insospechados
Entre los últimos descubrimientos ocupa un lugar preferencial la excitante convergencia de medios. Qué pesadez. Una teoría que en la práctica no es más que reducir plantillas –costes, por tanto– y a la vez ampliar la cantidad de contenidos ofrecidos al lector. Vamos, un gran invento para cualquier gerente. Una desfachatez, en cambio, para los periodistas.
Y todo esto, porque hace apenas unos minutos, echando el enésimo repaso a las ediciones digitales de los diarios tradicionales (sí, aquéllos que molestan a los nuevos gurús), me ha chocado ver cierta publicidad en el portal de Marca.
La promoción se refiere a un nuevo espacio de Antena 3 –«Pokerstars: estrellas en juego»–, que presenta mi admirado Paco González, director de Carrusel Deportivo. Una apuesta arriesgada, que la televisión de la familia Lara confía a una de las voces estrella de la Cadena Ser. ¿Queremos más? En el primer programa –esperamos que no sea el último–, acude como invitado Manolo Lama, periodista también de la Cadena Ser y presentador del bloque de Deportes de Noticias Cuatro 1. Es decir, dos estandartes de Prisa (rival de Onda Cero) se promocionan en Antena 3... ¡y cobrando! Hay apuestas empresariales que se me escapan... por mucha Producción Informativa que intente asimilar.
En el banner en la portada de Marca.com, como decía antes, se promociona «Pokerstars». Es decir, en un golpe de vista, se ve representados a Planeta, Prisa en Unedisa. Vamos, ya todo vale. Espero que este galimatías se repita cada semana, porque esta historia creo haberla vivido ya con Maracaná en Cuatro. Ojalá me equivoque.
26 de enero de 2009
¡Menos mal...!
Pero lo peor no es analizar la sarta de mediocridades que sueltan una y otra vez, sino escuchar las mismas mentiras. Repetidas hasta la saciedad. Un ejemplo: el último. El presidente de España, nuestro máximo mandatario, se enfrenta en estos momentos a las temibles preguntas de cien ciudadanos. Sin entrar en la manipulación que cualquier incrédulo presupone, ha sido salir por su boca las dos primeras contestaciones… y apagar la televisión. Para perder el tiempo frente a la caja tonta (nunca mejor dicho), cualquier otra actividad es gratificante. Ha dicho Zapatero, nada más comenzar el programa: «Yo no engañé sobre la desaceleración económica». Y tan a gusto que se ha quedado. Para qué añadir nada más, ¿no? Juraría que fue él –en connivencia con Solbes-, quien negó (y lo hizo más veces que San Pedro) la «crisis económica». Para ello utilizó todo tipo de eufemismos, con mayor o menor acierto: «Situación ciertamente difícil y complicada», «Brusca desaceleración», «Deterioro del contexto económico», «Ajuste», «Periodo de serias dificultades»… Y así hasta aburrirnos.
Pero no contento con negar la mayor, Zapatero en su segunda intervención (o tercera si no me falla la memoria) a la pregunta de ¿hasta cuándo van a durar los recortes de empleo en el sector de la construcción?... Ha respondido, y sin que le haya temblado la voz: «Hay que tener confianza en nosotros, mantener una actitud de compromiso. No pierdan la esperanza». Vamos, que la solución a la terrible crisis que nos asola es la confianza y esperanza. Di que sí. Eso es una estrategia bien definida y el resto, tonterías.
Lo dicho. ¡Menos mal que son políticos...! De ser payasos, juraría que se ríen de nosotros.
Un «regalo» de fecha
Caprichosas. Así podríamos calificar algunas fechas que dejan en el calendario multitud de casualidades. En ocasiones, simpáticas; en otras, como la que nos atañe, nada amables.
Este fin de semana, tal vez, hemos sufrido los días más ventosos de nuestras vidas. Vientos huracanados, una ciclogénesis explosiva como dicen los expertos, que nos ha dejado en Alicante rachas superiores a los 120 kilómetros por hora. Una exageración. Pasadas las peores horas, y con la situación «bajo control», pasear hoy por la ciudad (y sus alrededores) es un salpicar constante de imágenes chocantes. Árboles caídos, paneles informativos arrancados, señales que días atrás regulaban el tráfico, vallas retorcidas… y así multitud de destrozos.
Caprichosa -decía antes- son algunas fechas. Como, por ejemplo, el próximo 31 de enero, Día de Árbol. Que, nunca mejor dicho, falta hacen. Más aún viendo los centenares de ejemplares a los que el viento ha arrebatado la vida de cuajo y aquéllos que han muerto calcinados en el Puig Campana. Curioso decía antes, aunque nada amable, era leer este fin de semana el periódico y ver alguna campaña de solidaridad que invitaba al lector a comprar el diario el próximo sábado y recoger gratis un pino carrasco, para así «repoblar las zonas deforestadas». Y todo, poco después de ver una galería de imágenes del monte de la Marina Alta en llamas. Vamos, imposible que un Día internacional «de algo» sea tan preciso en la fecha.
Y como siempre que sucede una desgracia, salen los «listos» que culpan a las administraciones de falta de previsión. No seré yo quien defienda a los políticos de turno (que cada uno cargue con sus culpas), pero me parece cobarde que ahora las autoridades sean el blanco de las críticas, más aún cuando todos estábamos avisados, y de sobra, del temporal que iba a «asolar» la zona noreste de España. Pero claro, si criticar es el deporte nacional, habrá que practicarlo. Luego querremos resultados en los Juegos... ¿O el critiqueo no es disciplina olímpica...?
15 de enero de 2009
¿Prepotente o cercana? Tú eliges
Al final, tras el maratón, unas 170 preguntas encontraron respuesta, mientras casi 2.000 se quedaron a la espera. Dado el tiempo dedicado, poco hay que reprochar. Es casi admirable. Ahora… el número de contestaciones, nada exagerado. Un examen de mecanografía al uso no lo superaba. Seguro.
Hoy, en la jornada de resaca, este encuentro digital formaba parte de muchas conversaciones. Opiniones, como en botica, de todo tipo. Que si Castedo es demasiado natural; que si demuestra su mala hostia en cada respuesta; que si es el mejor ejemplo de mujer, trabajadora y alicantina; que si manipuló las preguntas a su antojo; que si ha demostrado su soltura y desparpajo; que si realizó un ejercicio de democracia –no como otros– al someterse a las preguntas de los lectores de un diario «poco amigo»; que si es chabacana y maleducada…
No sé. Supongo que detrás de cada valoración hay unas siglas políticas y, sobre todo, una percepción respetable. Por tanto, como en Política la neutralidad ni se presupone, ya que los amores y fobias están presentes en cada análisis… dejemos estar los comentarios. Todos los respetuosos, que son la mayoría.
¿Con qué me quedo? Es evidente que Sonia –«La Castedo» ya quedó atrás– necesita legitimar su cargo. Y en esa tarea está embarcada. Y qué mejor para ello que ganarse el respeto y el cariño de los alicantinos. Es un camino directo, nada sencillo, pero que le asegura una legislatura en la que poder trabajar, desarrollar un proyecto político, y no unos años de transición hasta las próximas elecciones. Sobre todo, porque Alicante no se puede permitir la licencia de perder más tiempo.
La alcaldesa, con esta actitud cercana, está logrando quitarse una losa de encima. Hemos pasado de un alcalde que salía del despacho para ir a casa a una alcaldesa que acude a la cena de despedida de un conserje que ha resultado agraciado en la Lotería –es un caso hipotético, pero nada alejado de la realidad–. Sin embargo, apuesto que su enemigo está en casa. Y no hablo de luchas entre ripollistas y campistas, que también. Sino en su equipo de gobierno, en el que pocos destacan por sus acciones políticas. Demasiadas concejalías gobernadas por un simple «nombre electoral» y apenas un puñado (sobran dedos en una mano) dirigidas por personas válidas y predispuestas.
Por tanto, Castedo lo hará mejor o peor. Aún es pronto para juzgarla como alcaldesa (como responsable de Urbanismo puede y debe recibir con toda justicia). Pero al menos ha cambiado una dinámica peligrosa: la vida de un alcalde entre cuatro paredes (nombre para cualquier reality show). Ya sea por populismo, intereses propios o pretender conocer los problemas de primera mano –no seremos tan mezquinos de no llegar ni a valorar esta opción–, todos los días acude a varios actos en los que se mezcla con los ciudadanos, escucha los problemas y… (esto ya veremos) esperemos les ponga solución. Aún es amable. Ya veremos cómo le afecta el paso de los meses.
Enfrente, Roque Moreno. Un político que no conoce el carisma ni de oídas y al que le faltan muchas horas de contacto con la ciudadanía. Una persona que acude a los actos y, si le observas, parece que va a regañadientes, con ganas de volverse a casa –vamos, como reconoció Rajoy hace algunas fechas–. Así, Castedo está cada día más cerca de ser alcaldesa por méritos propios (y gracias, eso sí, a los deméritos del resto). Una oposición más ocupada por mantener sus cuotas de poder endogámico que en luchar por el gobierno municipal, y eso que ya no debe ni recordar a qué sabe el poder.
7 de enero de 2009
Los regalos de Sus Majestades
Decía que le resta poco a este 6 de enero. El día de la ilusión. La jornada donde todos recuperamos parte de la inocencia ya perdida y disfrutamos con los regalos propios y sobre todo con aquéllos que reciben nuestros pequeños.
Sin embargo, las malas noticias copan estos días la actualidad. El inicio de 2009 no ha sido muy esperanzador. Basta con ver un informativo o echar un ojo a cualquier periódico. Y encima la lotería sigue sin tocar, para así no cambiar el signo marcado por la Diosa Fortuna.
Pero, por suerte, no todo son desgracias, muertes, desolación y malas noticias. Hoy, nos ofrece una lectura (de las pocas, porque los conflictos monopolizan todas las opiniones) que merece la pena. Una «deliciosa» carta a Sus Majestades que le dibuja al lector más de una sonrisa. Y eso no es poco.
Dada la coyuntura, vamos a hacer un recorrido por los presentes que Sus Majestades han pensado que le vendrían que ni pintado a una serie de seres influyentes que tenemos ahí por ver si de ese modo regatean el carbón y, así, no se nos ponen más tensos de lo conveniente.
Para Camps/Castedo, una unidad de destino en lo universal prácticamente, el palacio de Congresos pero sin cónclave propio por si acaso.
A Valenzuela, nada de palacios. Con el Palas mismo se conforma.
Ripoll tiene juegos de sobra.
Al alcalde de Elche, la palmera más alta que haya a mano para distinguir lo que le rodea.
Para Alarte, no hay duda: «El nombre de la rosa», a ver si de ese modo da con la denominación.
También se cuela en esta lista Bill Richarson, destinado a convertirse en el introductor del molt ante la Administración Obama. Pero el gobernador del Estado de Nuevo México, que iba a hacerse con la cartera de Comercio, acaba de renunciar por un presunto caso de corrupción. Para que se oriente de una vez, recibirá contra reembolso una foto de Fabra.
A Enrique Ortiz, una urbanización, un plan, un equipo pero, eso sí, siempre que sean de Primera.
Dada su estrecha relación actual con el rey Melchor saben que, al mandamás del Alicante, lo que más le conviene es un entrenador recargable.
A Juande Ramos, lo único que le falta esta temporada: dirigir en la «enebeá».
Para Pedro Solbes, las actuaciones completas de Gila, que es lo que terminan siendo los presupuestos cada vez que los presenta últimamente.
A Font de Mora: Educación.
Y a Cholbi, no hay que darle más vueltas porque se trata de uno de los pocos desempeños que en estos siglos no ha realizado. Evidentemente, un «Erasmus».