5 de septiembre de 2009

Cinco del nueve

Estamos de fiesta. ¡Qué le vamos a hacer! Toca ponerse la camisa de los domingos, el reloj a juego y el collar al estilo hawaiano. Sin olvidar, claro está, la bolsa con el regalo. Y todo porque Bing Xing y Hua Zui Ba, dos osos panda que viven en el Zoo Aquarium de Madrid, celebran hoy su aniversario. Hace nueve y seis años que tocaron tierra. Parecen jóvenes, pero no me dan mucha envidia.

Mi caso, pese a guardar cierta semejanza, dista en lo accesorio. Nací, también, un 5 de septiembre. Soy virgo. Dicen de nosotros que somos tímidos, inteligente, fieles y modestos, que tendemos a ser meticulosos, exigentes, prácticos, analíticos, fiables y trabajadores. Por contra, nos reprochan nuestro conservadurismo, desconfianza, arrogancia, perfeccionamiento y dura crítica a propios y extraños. Apuntan que nos gusta el orden, la higiene, hacer listas y la vida sana, a la vez que detestamos el peligro, a los vagos y la incertidumbre. Nuestro futuro, dicen, está en la comunicación y amamos la velocidad… Sí, constato que nací el día correcto.

Sin embargo, mi fiesta de cumpleaños no ha contado con la animación de Los Lunnis. Los osos, sí. ¡Hay clases y clases…! El día me toca pasarlo en la redacción, trabajando. ¡Qué mejor lugar! Y no, no va con segundas. En estas fechas, no existe mejor regalo que mantener la ilusión por un sueño que arrancó hace 796 días. ¡Y que dure!

Echando la vista atrás, sin demasiado detenimiento, veo que este año ha dado mucho de sí. La actividad en la universidad ha sido continua, compleja y –supongo– satisfactoria. En el plan profesional, todo marcha según los planes trazados. Bueno, no, ya que se le han sumado sorpresas –en forma de regalo– llegadas a lo largo del los meses.

El resto de experiencias se vienen conmigo. Soy virgo… Què anem a fer!