Seamos breves. Seamos como ellos. Mientras unos nos sorprenden cada día con extravagantes propuestas –con aires de improvisación–, otros se dedican a contar gaviotas. O eso se desprende de un comunicado de prensa enviado por el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Alicante. Puede dar la impresión que es principio de obsesión o, quién sabe, una técnica para tener controlados a los ejemplares y así hincarles el diente dentro de unos meses, allá cuando se presenten las Elecciones Municipales. Tal vez, no lo descartemos, tan sólo sea una impresión captada con ojos capciosos.
Sin embargo, parece realidad. Hablo de la concejala Sánchez Brufal, una de ésas que hacen algo por tener trascendencia mediática. Dice la edil socialista que “miles de gaviotas están cruzando la ciudad de Alicante dos veces al día: una por la mañana y otra en la dirección contraria”.
Sí, de primeras puede causar hilaridad. De segundas, asombro… Pero, resulta complicado, en tercera lectura, no esbozar algo así como: “¿Y a esto se dedican?”.
Eso parece. Y a modo de corolario demagógico… A eso se dedican los representantes de los ciudadanos, y todo gracias a la desinteresada contribución de los alicantinos que los mantienen a cuerpo de Rey y, más si cabe. Sin apenas pedir nada a cambio.
Luego se oye por las esquinas que los concejales viven mejor que quieren. Que viven, podemos dar fe. Que lo hacen mejor que quieren, ya me hace dudar. Porque debe tener una dedicación tremendo una rutina tal que así: ‘Llegar al despacho, comprobar que todo sigue en orden, bajar a desayunar, leer el periódico y descubrir las inventivas de turno de la alcaldesa, subir de nuevo al despacho, correr la cortina, comprobar que no llueve, mover la silla hacia la ventana, coger papel y lápiz… y contar los vuelos de las gaviotas por el cielo alicantino...’.
Menos mal que la especie 'autóctona' de gaviotas tan sólo realiza dos trayectos diarios… si no llegarían en cascada las renuncias al acta de concejal socialista. ¡Hasta Roque se mueve más!, pensará más de uno mientras observa el vuelo de esta especie tan apegada al Mediterráneo.
Sin embargo, parece realidad. Hablo de la concejala Sánchez Brufal, una de ésas que hacen algo por tener trascendencia mediática. Dice la edil socialista que “miles de gaviotas están cruzando la ciudad de Alicante dos veces al día: una por la mañana y otra en la dirección contraria”.
Sí, de primeras puede causar hilaridad. De segundas, asombro… Pero, resulta complicado, en tercera lectura, no esbozar algo así como: “¿Y a esto se dedican?”.
Eso parece. Y a modo de corolario demagógico… A eso se dedican los representantes de los ciudadanos, y todo gracias a la desinteresada contribución de los alicantinos que los mantienen a cuerpo de Rey y, más si cabe. Sin apenas pedir nada a cambio.
Luego se oye por las esquinas que los concejales viven mejor que quieren. Que viven, podemos dar fe. Que lo hacen mejor que quieren, ya me hace dudar. Porque debe tener una dedicación tremendo una rutina tal que así: ‘Llegar al despacho, comprobar que todo sigue en orden, bajar a desayunar, leer el periódico y descubrir las inventivas de turno de la alcaldesa, subir de nuevo al despacho, correr la cortina, comprobar que no llueve, mover la silla hacia la ventana, coger papel y lápiz… y contar los vuelos de las gaviotas por el cielo alicantino...’.
Menos mal que la especie 'autóctona' de gaviotas tan sólo realiza dos trayectos diarios… si no llegarían en cascada las renuncias al acta de concejal socialista. ¡Hasta Roque se mueve más!, pensará más de uno mientras observa el vuelo de esta especie tan apegada al Mediterráneo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario