6 de septiembre de 2010

No me gustan los programas de humor

“Con la que está cayendo y a la alcaldesa de Alicante lo que le preocupa es haber acabado las vacaciones, volver al trabajo. Cuatro millones de personas querrían estar preocupadas por volver al trabajo”.

Pelín demagógica la frase en cuestión. Su autor: el gallego ‘Gonzo’, afamado reportero político, que cogió protagonismo mediático de la mano de ‘CQC’ y que ahora, pasados unos años, ha recuperado El Gran Wyoming para La Sexta. Su destinatario: los espectadores de El Intermedio. No muchos, pues. La protagonista: la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que atendió, sin excesiva amabilidad, a la cadena liderada por Emilio Aragón durante la cena de inicio político del PPCV en Teulada.

No, no me gustan los programas de humor. Menos, los temáticos. Los absurdos (como ‘Tonterías las justas’) porque sólo te fuerzan la sonrisa sin motivo alguno y sin otra ambición. Otros (como El Intermedio) porque buscan las bajezas políticas, y hay muchas, para encabronar a los espectadores. Apuesto por destapar la otra cara de los representantes políticos, ya que su cargo les expone a ello. Pero abogo, siempre, por hacerlo por delante, no por la espalda, y sin artimañas agregadas en post-producción (como se hartó de hacer la segunda parte de CQC).

No me gustan, al margen de quien se ponga la careta de provocador y quien sea el entrevistado. En este caso, son Gonzo y Castedo. Da igual, no deja de ser una anécdota.

Me pasaron el otro día el vídeo de la polémica, pocos minutos después de su emisión. Le eché un vistazo y me quedé con cuatro detalles, el penúltimo (en la sucesión temporal) fue el motivo por el cual me llegó el enlace del primer programa de la temporada de El Intermedio.

Discrepo con la actitud de Castedo. Me parece reprochable que en los primeros segundos del encuentro aparte sus ojos de la mirada del reportero, da igual quién sea y de dónde venga y, también, que, a priori, no le vaya a gustar la cuestión que le va a plantear. Atender a los medios, como ella bien sabe, va en el sueldo. Y atenderlos de manera correcta, en la educación (y mano izquierda) de cada uno. Ahí queda.

Me parece una anécdota que una persona, tú o yo, conteste con una fórmula similar con la que argumenta la alcaldesa de Alicante su estado de ánimo tras regresar de las vacaciones. [Qué envidia, ellas tiene]. Pero, es poco afortunada, si viene de un cargo político. Que sí, que ella invierte muchas horas diarias en el despacho y, sobre todo, en multitud de actos públicos. Que merece las vacaciones más que el resto de concejales (azules o rojos) del Ayuntamiento… Todo eso es cierto, pero hay que ser más listos y dejar esas recurrentes respuestas para el resto de ciudadanos. Los políticos deben dar gracias a diario por haber sido elegidos para desempeñar su cargo. Y no sólo decirlo, claro, sino pensarlo.

Me sorprende la salida de Castedo ante la pregunta sobre la imputación de Camps y Ripoll. Con escasa originalidad y, además, incorrecta. Entiendo que defienda a sus compañeros de partido, pero al menos que se base en argumentos válidos. Si hay imputación, hay acusación, tal vez, no haya delito, pero sí indicios. ¿Error del directo...? Puede, pero ante un micrófono, con su dilata trayectoria pública, se debe estar más espabilado. Y, siempre, correcto.

Dicho todo esto. Si hay un comentario en el vídeo que produce mi total rechazo… hay que esperar hasta el final. Entonces, el afamado Gonzo tira de demagogia, fácil recurso cuando el aludido se halla a varios metros de distancia, sin posibilidad alguna de defensa. “Con la que está cayendo y a la alcaldesa de Alicante lo que le preocupa es haber acabado las vacaciones, volver al trabajo. Cuatro millones de personas querrían estar preocupadas por volver al trabajo”, reza Gozo, ante la cámara, sin ningún elemento que perturbe su monólogo. Pues sí, la respuesta de Castedo es criticable, ahora, decírselo a la cara es una de las mayores virtudes de alguien que se hace llamar ‘profesional’. No hacerlo, demuestra que unos segundos para dar forma a un posterior vídeo cañero valen más que cualquier valor ético. Mala cosa.

Por estas razones, entre otras muchas, no me gustan los programas de humor político. Suelen, en demasiadas ocasiones, tirar de argumentos populistas para arrancar una sonrisa al televidente. Para eso, prefiero mantener el rictus serio. Decidme aburrida.

1 comentario:

Silvia López Talens dijo...

Estoy bastante de acuerdo con este post.Es muy fácil aprovecharse de las 'cagadas' de los políticos (en este caso, Castedo se lo deja en bandeja). Reconozco que suelo ver el Intermedio a menudo y que, en general, es un programa que me gusta. Pero creo que Gonzo siempre ha utilizado en exceso la demagogia y el populismo.