9 de enero de 2008

La ley, por el forro


«¿Para qué vamos a acatar la legislación? Ya sabemos, en este país no hay consecuencias por su incumplimiento…». Esta frase, supongo, la habrán pensado muchos de los directores de las televisiones locales que han optado por saltarse las obligaciones estipuladas por el Gobierno. ¿Apagón analógico? ¿Qué es eso?, se preguntan los responsables de los medios locales con licencia concedida.

La ley obliga a las emisoras locales a emitir sólo en digital a partir del 1 de enero, sin embargo, algunas comunidades ni siquiera han convocado los concursos. ¿Qué incongruencia es ésta? El Gobierno quiso que las televisiones locales fueran las primeras en el apagón analógico. Ahora, una cosa es querer y otra muy distinta… ¿A qué sí? Una semana después de la fecha elegida, el calendario de transición diseñado por el Ministerio de Industria no se está cumpliendo. Qué raro.

El colectivo G-9 (que agrupa a unas 200 emisoras locales públicas, privadas y comunitarias) considera que «el plan técnico debería afectar a todos los servicios audiovisuales por igual. Pero son las televisiones locales, el elemento más débil, el que está abocado a tirar del carro de la televisión digital terrestre». Y, por tanto, les parece injusto. ¿Llevan razón? Tal vez.


En Alicante, por ejemplo, la Editorial Prensa Alicantina (editora del diario Información) cuenta con una licencia digital. Y, ¿para qué la quieren? Desde el 1 de enero tiene la obligación de emitir… Habrá que darles más tiempo. Y, a todo esto, Localia TV sin licencia. En fin.

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