La campaña electoral (perdón, precampaña) continúa su marcha y a ella nadie quiere faltar. Ganas de influir, de dejarse ver, ansias de protagonismo. La Iglesia ha sido la última en mostrarse (si es que en alguna ocasión no lo ha hecho) y se ha definido claramente a favor de «los partidos que no negocian con ETA». Nada ilógico. A ver si ahora nos extraña que la Conferencia Episcopal muestre sus simpatías por el Partido Popular. Cada día, parece ser, es más fácil sorprendemos.La sorpresa, en mi caso, me ha asaltado hoy. El cardenal arzobispo de Toledo, monseñor Antonio Cañizares, ha asegurado que el documento electoral hecho público el pasado viernes se inspira en el Evangelio (eso sí, no ha matizado en cuál) y que «Dios aprueba» estas intenciones. Un alivio saber este detalle.
¡Ah! A toda esta polémica Zapatero añade que «los obispos pueden votar lo que quieran». ¡Viva la democracia! ¡Viva! (apuntan).
El País; 2 de febrero, 2008
Público; 2 de febrero, 2008
Diario de Navarra; 2 de febrero, 2008
Diario de Navarra; 2 de febrero, 2008
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