Con la única compañía de un refresco, que reposaba sobre la mesa de la terraza, ojeaba la otra noche las últimas noticias publicadas en los diarios digitales. Apenas había novedades. Así que, rebuscando entre las más leídas, llegué hasta una enérgica protesta del Ayuntamiento de Benidorm contra el programa de TVE «Comando Actualidad» por degradar la imagen de la ciudad en el reportaje «El triángulo de las Bermudas». Este espacio visitó tres de los enclaves turísticos por excelencia del país: Benidorm, Marbella e Ibiza. Una comparación odiosa si tenemos en cuenta que la visitante más ilustre que recibe Benidorm durante el periodo estival se apellida Esteban y vive en el San Blas más castizo. ¡Con mala tarjeta de presentación acudimos a la cita!
En esas, recibí un mensaje en el móvil. Una amiga me avisaba de la presencia de la Explanada de Alicante en el citado programa de televisión. Ella, como todo aquél que me conoce, es consciente de la admiración que profeso por mi ciudad... Así que no logré resistirme y fui en busca del mando a distancia. Tras descartar unos cuantos aparatos, di con el deseado. Puse «La 1» y me enfrenté al asunto en cuestión. Tenía miedo.
Como es habitual, retrataron aquello que mejor les encajaba, dada la idea original del reportaje. Dejaron a un lado cualquier aspecto saludable de la ciudad -que haberlos haylos- y se centraron en destacar la «Cara B» de Alicante. Bajo el título «Al sol que más calienta» repasaron otras formas de ganarse la vida en verano a través de un viaje por la geografía nacional. Aquí, optaron por los «manteros». Casualidad, o no, a la vez que se emitía el programa, agentes de la Policía Local y Nacional llevaban a cabo una operación contra la venta ambulante ilegal en la Explanada, que se saldó con 25 detenidos y la incautación de 65 bultos con distinta mercancía. Esta medida, dicen, es consecuencia de las reiteradas denuncias de los vecinos y comerciantes de la zona. Parece lógico. Pasear por la Explanada cada vez se asemeja más a una visita al zoco en pleno corazón de Marruecos. Algo incompatible con la estrategia económica de un área basada en el sector servicios. Y guste o no, los veraneantes cuando eligen Alicante como destino vacacional no se ven atraídos por el juego de caderas necesario a la hora de esquivar las decenas de «escaparates» que se extienden en el paseo más emblemático de la ciudad.
No obstante, si en «Comando Actualidad» querían hablar de alternativas para sobrevivir en verano, les faltó conversar con un ramillete de comerciantes. Bastaba, eso sí, una elección al azar: cualquiera es válido en esta época. Y más ahora que se enfrentan a un complejo diálogo -a tres bandas- con el Ayuntamiento de Alicante y la sueca más poderosa (me refiero a Ikea, no se vaya a dar por aludido don José Luis). Si tras la negociación, los «republicanos independientes» implantan su proyecto en la ciudad, los pequeños comerciantes recibirán otro golpe estratégico. Una prueba que deberán superar si quieren plantar cara a la enésima superficie comercial, una más de ésas que ya copan cualquier recoveco de Alicante. Esta denuncia empresarial ha contado, cómo no, con el apoyo del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento, otros que también tienen dañada la línea de flotación tras el portazo de Sánchez Brufal. Dice la edil que el adiós se justifica en su incondicional apoyo al nuevo proyecto provincial encabezado por Ana Barceló. Aunque, a estas alturas, pocos se creen este argumento. Sea lo que fuere, ya no hay vuelta atrás: la batalla por la candidatura de la izquierda a la Alcaldía de Alicante está en marcha.
Mientras los hechos se suceden, vuelvo a la terraza, dejo el portátil y abro «Informe sobre Bruno», de Joseph Breitbach. Una novela ambientada en plena Guerra Fría, que desarrolla la venganza, el espionaje, el escepticismo, la ambición... Habla de políticos y lo recomienda un colega de profesión. Por algo será.
1 comentario:
Carol, estoy encantado siguiendo tus columnas (ojo que ocupan 3) en Información. Sigue así, un besazo
Juan desde Madrid
Publicar un comentario