A punto está de llegar a su fin este lunes, testigo del penúltimo cambio de mes de 2010. Se percibe algo de vértigo. Aprovechando el primer asueto docente en el máster, y pese al trabajo pendiente, me he regalado una jornada de auténtico relax mental. Y ha sido muy bien recibida. Todo sea dicho.
Llega la noche y veo que en Twitter siguen rivalizando dos asuntos para hacerse con el dominio de los Trending Topics (TT). Ha sido una dura pugna durante todo el día. Rajoy y Halloween han batallado por hacerse con el dominio de la red social…, y eso que nada comparten en el origen de ambos debates. A nadie sorprende que la penúltima fiesta estadounidense en importar iba a ser un hecho dominante en las conversaciones, aunque sí que resulta más chocante que el candidato popular haya conseguido arrebatar el dominio a los zombies. Y todo por un flagrante error del equipo de comunicación que gestiona su cuenta en Twitter. Todo empezó de la manera más absurda. Un usuario hizo suya la imagen de perfil de Rajoy. Nada extraño. Cualquier político, y más de la dimensión de Rajoy, debe estar preparado para aguantar bromas, críticas y, en la red, mordaces tuits contra su persona. Pero aquí aparece el factor desestabilizador. Uno de los administradores de la cuenta de Rajoy se dirigió al tuitero para pedirle que modificase su imagen de perfil: “Cambie la fotografía, por favor. Gracias de antemano”. Craso error. Parece mentira que ese grupo de personas se dediquen a gestionar el perfil de Rajoy. Visto el éxito, podían ocupar su tiempo en cavar agujeros en el aire. Seguro que ahí no firmarían un error de tal magnitud. Ese comentario, simple en su forma, no ha hecho más que disparar la imaginación de los internautas, que en legión se han cambiado su avatar por fotos, más o menos ingeniosas, del candidato popular. Tal ha sido la avalancha, que desde la propia cuenta de Rajoy han intentado dar marcha atrás. Pero, como de costumbre, ya era tarde. “Simpática iniciativa la del avatar de hoy. No perdáis el sentido del humor; es bueno en los tiempos que corren”, se tuiteaba en el perfil.
Y aunque la creatividad ha imperado en buena parte de esas imágenes de Rajoy, nada comparado con lo vivido en Twitter el pasado viernes, coincidiendo con el estreno de “Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio”. En apenas unos minutos, el hashtag #TintinHoy se convirtió en la principal tendencia en España. Todo empezó con una broma de colegas entre un redactor de El País, un docente universitario, un corresponsal de La Vanguardia y un freelance. Ellos, sin pretenderlo, dieron un simbólico empujón para que los periodistas, multitud en Twitter, comenzaran a denunciar con humor su precaria situación laboral. De nuevo, los apenas 140 caracteres dieron cobijo a la ironía afilada de los plumillas.
El primer mensaje, la verdad, no fue un ejemplo de originalidad: “Venga, Tintín, hazte algo pa la web”. El segundo ya empezó a allanar el camino: “Tintín, ya que estás en África envía una crónica, eso sí, gratis”. Y el tercero ya encendió la traca: “Manda cinco líneas para la web. También envías fotos, ¿no?”. De ahí al barullo colectivo sólo hubo que dar un poco de tiempo a los compañeros. Intenté guardar las mejores perlas, pero me resultó imposible. Como leí en un mensaje ajeno a la profesión: “Si tuvieran tanto ingenio en el día a día, no habría crisis en el periodismo”. Discrepo en el fondo, sí, pero sirve como resumen de lo que se pudo leer esa jornada en Twitter. Vamos allá... Como se dice en estos casos: "No están todos los que son, pero sí..."
“Falta cubrir 2 min del informativo. Tintín, busca en Youtube a ver si encuentras un gato que sepa tocar la trompeta o algo así”.
“#tintinhoy sería becario hasta los 25, freelance en negro hasta los 30, teleoperador hasta los 35 y dueño de un bar hasta los 75”.
“#tintinhoy, ¿cómo que no te lo vas a firmar? Pues pon Tintín/agencias”.
“Anda, pásate un día trabajando para elaborar un artículo por el que sólo vamos a pagarte 35 euros. Sí, las llamadas las pagas tú también”.
“No, no, no me jodas. Tintín, lo de Botín no me lo metas tan arriba”.
“Falta cubrir 2 min del informativo. Tintín, busca en Youtube a ver si encuentras un gato que sepa tocar la trompeta o algo así”.
“#tintinhoy sería becario hasta los 25, freelance en negro hasta los 30, teleoperador hasta los 35 y dueño de un bar hasta los 75”.
“#tintinhoy, ¿cómo que no te lo vas a firmar? Pues pon Tintín/agencias”.
“Anda, pásate un día trabajando para elaborar un artículo por el que sólo vamos a pagarte 35 euros. Sí, las llamadas las pagas tú también”.
“No, no, no me jodas. Tintín, lo de Botín no me lo metas tan arriba”.
[...]
“Tintín, ese tema no da clics”.
“Sé que te jugaste la vida, muchas gracias pero con la publi solo te queda una columna, y sin foto”.
“La Big Mac, ¿normal o grande?”.
“Tintín, no podemos pagarte el viaje al país de los soviets, cógete un teletipo de EFE y cámbiale el nombre”.
“Vas a hacer una entrevista alucinante. Toma, te doy su teléfono y que te cuente un par de cosas”.
“Tintín, no podemos hacerte un contrato, pásanos mejor una factura a final de mes y listo”.
“Oye, da esto más grande, y en impar, que esta gente nos mete mucha publicidad”.
“Ctrl + C / Ctrl + V”.
“Mira, si tú no quieres este trabajo, tengo a mil tíos esperando en la puerta (obligatorio chasquear los dedos)”.
“Te he tenido que cambiar el reportaje de arriba abajo. ¿Dónde coño está eso de Syldavia?”.
“¡Tintín, ni Congo ni conga, a cubrir campaña con teletipos! Y da gracias de tener algo q la cosa está muy mal”.
“Ya sé que tienes 30 años, pero tienes q seguir siendo becario”.
"¿Para qué vas a ir al Congo? ¿No puedes hacer la entrevista por teléfono o e-mail?".
"Tintín, desde mañana viajas en Ryanair. ¿El perro te cabe en la maleta?".
“#tintinhoy habría sufrido un ERE y se estaría reciclando en redes sociales para intentar ser community manager...”.
"A ver, chaval, el del tupé, hazte un tema sobre #tintinhoy en Twitter, que parece que no se habla de otra cosa".
“-Tintin, grábate unos planos de lluvia. - Pero si no llueve. - Pues búscala!”.
“-Dicen que no admiten preguntas ¿No voy, no? -Déjate de chorradas y acuérdate de enseñarme el script antes de montar”.
“-¡¡Una bomba, ocho muertos!! -¿Dónde? -En Afganistán -Ah, bueeeno...”.
“Al Rastapopoulos ni una sola pregunta comprometida, que ya sabes que posee el 20% de las acciones de nuestro grupo. Alé, andando, #tintinhoy”.
“#tintinhoy, has llegado ya a Syldavia? Te mando por correo los teletipos”.
“Por dios, Tintín, baja ya de la Luna. Esto es un periódico”.
“Lo del cetro del Ottokar está bien, ¿pero no tienes algo de personajes? ¿Algo más humano?”.
“Tintín, con los recortes estamos prescindiendo de colaboradores, tendrás que echar a Milú”.
“Estamos en agosto, bájate y haz una encuesta, #tintinhoy”.
“Tintín, mira a ver qué es trending topic hoy y haz una pieza. ¿Que eres tú? Pues mira, más fácil aún. Pero no te lo firmes”.
“Que te quede bonito, es una noticia pagada”.
“#tintinhoy seria #Communitymanager y tuitaria sus aventuras”.
“-De esa historia no tenemos imágenes -Mira a ver qué hay en YouTube, que seguro que hay algo, y lo tapas con eso”.
“#tintinhoy se dedicaría a mirar teletipos y la aventura sería llegar a fin de mes!”.
“Sé que te jugaste la vida, muchas gracias pero con la publi solo te queda una columna, y sin foto”.
“La Big Mac, ¿normal o grande?”.
“Tintín, no podemos pagarte el viaje al país de los soviets, cógete un teletipo de EFE y cámbiale el nombre”.
“Vas a hacer una entrevista alucinante. Toma, te doy su teléfono y que te cuente un par de cosas”.
[...]
“Tintín, no podemos hacerte un contrato, pásanos mejor una factura a final de mes y listo”.
“Oye, da esto más grande, y en impar, que esta gente nos mete mucha publicidad”.
“Ctrl + C / Ctrl + V”.
“Mira, si tú no quieres este trabajo, tengo a mil tíos esperando en la puerta (obligatorio chasquear los dedos)”.
“Te he tenido que cambiar el reportaje de arriba abajo. ¿Dónde coño está eso de Syldavia?”.
[...]
“¡Tintín, ni Congo ni conga, a cubrir campaña con teletipos! Y da gracias de tener algo q la cosa está muy mal”.
“Ya sé que tienes 30 años, pero tienes q seguir siendo becario”.
"¿Para qué vas a ir al Congo? ¿No puedes hacer la entrevista por teléfono o e-mail?".
"Tintín, desde mañana viajas en Ryanair. ¿El perro te cabe en la maleta?".
“#tintinhoy habría sufrido un ERE y se estaría reciclando en redes sociales para intentar ser community manager...”.
[...]
"A ver, chaval, el del tupé, hazte un tema sobre #tintinhoy en Twitter, que parece que no se habla de otra cosa".
“-Tintin, grábate unos planos de lluvia. - Pero si no llueve. - Pues búscala!”.
“-Dicen que no admiten preguntas ¿No voy, no? -Déjate de chorradas y acuérdate de enseñarme el script antes de montar”.
“-¡¡Una bomba, ocho muertos!! -¿Dónde? -En Afganistán -Ah, bueeeno...”.
“Al Rastapopoulos ni una sola pregunta comprometida, que ya sabes que posee el 20% de las acciones de nuestro grupo. Alé, andando, #tintinhoy”.
[...]
“#tintinhoy, has llegado ya a Syldavia? Te mando por correo los teletipos”.
“Por dios, Tintín, baja ya de la Luna. Esto es un periódico”.
“Lo del cetro del Ottokar está bien, ¿pero no tienes algo de personajes? ¿Algo más humano?”.
“Tintín, con los recortes estamos prescindiendo de colaboradores, tendrás que echar a Milú”.
“Estamos en agosto, bájate y haz una encuesta, #tintinhoy”.
[...]
“Tintín, mira a ver qué es trending topic hoy y haz una pieza. ¿Que eres tú? Pues mira, más fácil aún. Pero no te lo firmes”.
“Que te quede bonito, es una noticia pagada”.
“#tintinhoy seria #Communitymanager y tuitaria sus aventuras”.
“-De esa historia no tenemos imágenes -Mira a ver qué hay en YouTube, que seguro que hay algo, y lo tapas con eso”.
“#tintinhoy se dedicaría a mirar teletipos y la aventura sería llegar a fin de mes!”.
Y, ahora, mis favoritos. Es difícil elegir, pero… Ahí va mi Top5… Y uno de regalo, que estamos que lo tiramos...
“¿Que se te acaba la beca mañana? ¿Y no te puedes matricular en un postgrado?".
“¿De qué va esto de #TintinHoy? Lo sentimos, no se aceptan preguntas”.
“Tintín: manda YA titulares web, un par de tuits, actualiza el blog y escribe la crónica. Y luego llama a los de la radio”.
“#tintinhoy pertenecería a una de las cuatro castas de periodistas: becarios, precarios, 'pre-EREs' y directivos/tertulianos”.
“Hola, buenas tardes, mi nombre es Tintín. ¿Es usted el titular de la línea?”.
1 comentario:
Jaja. ¡Muy bueno! Yo me quedo con las castas del periodismo: becario, precario...
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