10 de diciembre de 2007

Llegó el día


El día en el que la Generalitat ha cerrado el repetidor de televisión situado en la Carrasqueta que permitía la emisión de TV3 en la provincia de Alicante.

Dicho repetidor es propiedad de Acció Cultural del País Valencià y, según esta asociación, ayer sobre las diez de la noche, funcionarios del Gobierno autonómico procedieron al precintado de la instalación.

Esta polémica se remonta a meses atrás, cuando el Consell denunció las emisiones ilegales de TV3 en la Comunidad.

Sea cierto (que lo es), ¿no se podía llegar a un acuerdo para facilitar la libertad de expresión de todos? De unos aquí, y de los otros allí. Claro.

La justicia dio la razón al grupo popular (porque legalmente la tiene). Sin embargo, parece que la razón le resta parte de ella.

Hace más de 20 años que TV3 forma parte de la parrilla televisiva de cualquiera valenciano. Hasta hoy. A partir de ahora la autonómica catalana sólo se podrá ver a través del TDT. Que no es poco, pero tampoco suficiente.

El presidente de Catalunya, José Montilla, ha afirmado hoy en RAC que la decisión del gobierno valenciano obedece «estrictamente a razones políticas» ante la cercanía de las elecciones generales. Y sí, seguramente tenga razón. Pero, me pregunto, ¿son ésas las mismas razones que han impedido un acuerdo entre ambos gobiernos autonómicos y el central?

El ministro Clos ha apoyado siempre permitir la reciprocidad entre las dos comunidades, pero el acuerdo aún parece lejano.

A ver si tenemos suerte y ambas administraciones nos facilitan, a su manera, la mayor oferta televisiva. Luego, cada uno, ya será libre de elegir lo que prefiera.
¡Que lo veamos!

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