6 de diciembre de 2007

Mediterráneo...


Este ataque de nostalgia tiene como culpable, aunque no único, el DVD del concierto de Serrat y Sabina en Madrid.
La gira «Dos pájaros de un tiro» se encontró con mi vida en dos ocasiones: Torrevieja y Elche. Dos maravillosas, irrepetibles, inolvidables noches donde disfruté de los mejores, los únicos. La música hecha poesía, sentimiento y canallería, que de todo tiene que haber, siempre en sus dosis necesarias.


Llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya…

En la piel tengo el sabor amargo del llanto eterno…

A fuerza de desventuras, tu alma es profunda y oscura…

Que se añora y que se quiere, que se conoce y se teme…

Y a mí, enterradme sin duelo entre la playa y el cielo...

En la ladera de un monte, más alto que el horizonte. Quiero tener buena vista…

Cerca del mar. Porque yo nací en el Mediterráneo...

¿Qué le voy a hacer, si yo nací en el Mediterráneo?


El pasado lunes se puso a la venta el disco, dvd, libreto... y demás abalorios... Una gozada. Más que recomendado. Dos maestros. Genios.

2 comentarios:

Marisol dijo...

Aquí me has tocado el punto débil. Sobre todo con Sabina. Yo también los vi en Torrevieja, bueno, ya lo sabes, y como siempre un concierto maravilloso. A Sabina ya es la cuarta vez que lo veo en concierto y así seguirá mientras pueda asistir a escucharlo. Soy más del pájaro andaluz que del catalán, y el concierto lo lleva 'p'alante' Sabina, pero vale la pena ver a ambos.

Carolina Pascual [Atocha] dijo...

Bueno, ambos pájaros son geniales, cada uno con lo suyo y los dos formando parte activa de la historia de la música.

Sobre quién es el «líder», pienso que los aforos, la banda, incluso la elección de los temas son más favorables a Sabina.

Serrat es Dios en teatro, recintos más íntimos. Su forma de entender la música no es hacer saltar y enloquecer a miles de personas... También tiene algo menos de carisma.

Ahora, «Dos pájaros de un tiro» son Joan Manuel y Joaquín, y ambos, fundamentales.

Como han dicho durante la gira Ricard Miralles o Antonio García de Diego, el espectáculo era una ocasión única para revivir el pasado y vivir el futuro, disfrutando del presente.

Que Dios cuide el cielo, ellos ya se ocuparán del infierno. Menudos pájaros están hechos.