Que el deporte es caprichoso ya lo sabemos. Aunque los casos que a veces nos ofrece… son casi cómicos.
Quim Costa comenzó esta temporada en el banquillo del Lucentum. Lideraba así un ambicioso –eso sí, inestable en sus cimientos– proyecto: ascender al equipo y conseguir aquí que el camino por la LEB fuera lo más reducido posible. Sin embargo, desde el principio se vio que el objetivo iba a resultar más que complicado. La irregularidad fue su nota más destacada. La directiva, ávida de resultados y de esperanzas no utópicas, destituyó a Costa. Así, el sueño del entrenador catalán se esfumaba…
PERO, como el deporte es como es… Pocas semanas después de hacer las maletas y abandonar Alicante sin mucha pena pero con ninguna gloria, curiosamente, ésta (la gloria, claro) llama (va a llamar) a su puerta. Aito García Reneses, seguramente, lo incluya en su equipo de trabajo.¡Quién le iba a decir a Costa que en agosto estaría en Pekín! ¡Cómo iba a pensar Quim que en pocos meses cambiaría a George por Gasol o a Digbeu por Calderón! ¡Qué vida ésta!
Quim Costa comenzó esta temporada en el banquillo del Lucentum. Lideraba así un ambicioso –eso sí, inestable en sus cimientos– proyecto: ascender al equipo y conseguir aquí que el camino por la LEB fuera lo más reducido posible. Sin embargo, desde el principio se vio que el objetivo iba a resultar más que complicado. La irregularidad fue su nota más destacada. La directiva, ávida de resultados y de esperanzas no utópicas, destituyó a Costa. Así, el sueño del entrenador catalán se esfumaba…
PERO, como el deporte es como es… Pocas semanas después de hacer las maletas y abandonar Alicante sin mucha pena pero con ninguna gloria, curiosamente, ésta (la gloria, claro) llama (va a llamar) a su puerta. Aito García Reneses, seguramente, lo incluya en su equipo de trabajo.¡Quién le iba a decir a Costa que en agosto estaría en Pekín! ¡Cómo iba a pensar Quim que en pocos meses cambiaría a George por Gasol o a Digbeu por Calderón! ¡Qué vida ésta!
No hay comentarios:
Publicar un comentario