Si algo diferencia la entrega de premios cinematográficos en Estados Unidos y en el resto del mundo, España a la cabeza, es la diferencia en la interpretación del concepto 'show'. Los americanos lo llevan en el ADN; los españoles, por ejemplo, no acaban de coger la idea. Y así nos va.
La gala de los Premios Goya está al caer, aunque por enésima ocasión tampoco se esperan demasiadas novedades. Será aburrida, como casi siempre, y larga, dure lo que dure, será muy larga. Así lo demuestran las audiencias, que marcan cada año mínimos históricos. De nuevo, la presentación estará a cargo de Andreu Buenafuente, tal vez, el mejor monologuista en activo del panorama nacional. Sin embargo, la experiencia nos dice que el catalán no ofrecerá nada similar a lo visto este fin de semana en Los Ángeles. Aquí, sin guerra a la vista, los actores seguirán halagándose unos a otros, criticando la piratería y reclamando más subvenciones. Pese a su condición de intérpretes, la originalidad brillará por su ausencia.
Tal vez, un revulsivo para enganchar al público, y no sólo a los cinéfilos empedernidos, sería apostar por una presentación original, mordaz, ácida... e irreverente, en criterio de los más tradicionalistas. Ya es hora de que los actores se expongan... Y el mejor ejemplo se vio hace apenas unas horas (¡claro!) en Estados Unidos. La gala de los Globos de Oro tuvo en el humorista Ricky Gervais a su maestro de ceremonias. Una presentación polémica, pero que se ha convertido en parte esencial de muchas conversaciones, sobre todo, en las redes sociales. Las introducciones, envueltas en incisivas bromas, despertaron las risas de las 'estrellas' cinematr¡ográficas allí reunidas. Con mejor o peor cara, la mayoría encajó con profesionalidad los ataques del presentador. Incluso, algún valiente se atrevió a responderle, intentando mantener el tono de la gala.
Los organizadores, tan conservadores como marca la nacionalidad, ya han anunciado que el polivalente cómico británico no volverá a presentar ninguna gala de los Globos de Oro e, incluso, han asegurado que en su faceta de actor ya se puede olvidar de ganar su cuarto trofeo dorado... Al final tendrá razón Gervais, en su intento de acusar (siempre entre risas) a la organización de manipular la nominación de las películas candidatas a los galardones antesala de los Oscars. Veremos.
Sea como sea, y ya que no se volverá a repetir, debe ser obligado el visionado el resumen de la gala. Seis minutos de irrevencias. Apta para casi todos los públicos... [Para leer los subtítulos en español, se debe pulsar el logo de 'Youtube']
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