16 de enero de 2011

Soldadura innecesaria


Cuando se anunciaron los cambios en la Ortografía de la RAE, se produjo una ola de críticas por la nueva denominación de la "y griega" y la desaparición de las tildes en un reducido grupo de palabras. Fueron, tal vez, las propuestas más polémicas. Sin embargo, hubo otra que me sorprendió por su incidencia en la lectura.

Que la 'ch' o la 'll' pasasen a mejor vida en poco afectará a los ciudadanos. Menos aún que 'o' ya no se acentúe si se sitúa entre números. Tampoco será relevante que 'guion' y 'truhan' pierdan la tilde o que 'catar' e 'irak' se escriba con 'c' y 'k', tan sólo puede llamar la atención en los primeros encuentros.

Sin embargo, se introdujo un cambio que me sorprendió. Leyendo ayer la prensa, corroboré mi impresión inicial. Es un error. Los académinos tendrán sus razones, pero la unión de las partículas 'ex', 'pro' y 'anti' a las palabras que acompañan sólo dificulta la lectura y, por tanto, la comprensión de los textos. [Sí, como no es obligatorio, seguiré acentuando 'solo' cuando corresponda]. El ejemplo, aquí es. Imagino que será cuestión de falta de costumbre. O eso espero.

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