Depende del cristal con el que se mire

A veces me pregunto y no encuentro respuesta válida. O sí, pero no me satisface.

Estos días, José Tomás se ha convertido en la estrella mediática del momento. Nadie puede con él. Tanto es que todos los periódicos, excepto Público, han dado gran cobertura mediática a la proeza del torero de Galapagar. Todos, incluido El País. Normal, por otra parte. Los toros (gusten más o menos) mueven muchas pasiones y miles de millones. Y, queramos o no, representan a España en el mundo.

Por tanto, es lógico que los diarios de pago, emisoras de radio y cadenas de televisión presten la atención que se merece José Tomás. Sin embargo, hay algo que no entiendo. ¿Por qué los toros sí y no el boxeo? ¿Qué diferencia hay? A priori, objetivamente, creo que no muchas. A ver. En el boxeo se pegan dos personas con el apoyo de los espectadores y en una corrida de toros matan a seis toros ante el delirio de los aficionados. ¿Qué buenos valores tienen los toros de los que carece el boxeo?

Y no, la cobertura de El País no ha sido superflua. Nada más lejos de la realidad. Retransmitió ambas tardes en directo, «minuto a minuto»; fue el primer digital en colgar videos de las faenas; álbumes de imágenes no faltan en la web; ofrecen crónicas y contracrónicas a doquier; e incluso opiniones de expertos y no tan expertos tampoco faltan…

¿Qué dice el Libro de Estilo de El País respecto al boxeo? «El periódico no publica informaciones sobre la competición boxística, salvo las que den cuenta de accidentes sufridos por los púgiles o reflejen el sórdido mundo de esta actividad. La línea editorial del periódico es contraria al fomento del boxeo, y por ello renuncia a recoger noticias que puedan contribuir a su difusión».

Personalmente, creo que es una decisión errónea. O, cuanto menos, algo contradictoria, ¿no? Sí a los toros y sí al boxeo.