3 de julio de 2008

Suerte dispar


Verano, época de becarios. Hace apenas unos días los medios de comunicación han comenzado a recibir a la nueva hornada de estudiantes. Pero no todos en las mismas condiciones. Y, por desgracia, nadie hace nada por remediarlo.

Es cierto. Existen empresas que miran por sus becarios, respetando sus derechos y exigiéndoles (bien hacen) que cumplan con sus obligaciones. Sin embargo, no todos son así, más bien una minoría. Por otro lado, están los medios que encuentran en las fechas veraniegas la mejor excusa para cubrir los huecos vacacionales con mano de obra barata, a veces, tan barata como gratuita.

En Alicante, sin ir más lejos, tenemos ejemplos de ambos casos. ¿Lo peor? Que son tan escasas las plazas que en muchas ocasiones a los futuros periodistas no les queda otra opción que aceptar contratos de pura explotación. Horarios de mañana y tarde, sin cobrar un sólo euro. Sí, es una oportunidad para aprender, pero creo que la estima de una persona (no sólo del trabajador sino también del que contrata) debe imperar en estos casos. Y lo dice una que trabajó (gustosamente) durante un verano sin recibir ninguna gratificación ecónomica a cambio, pero que tal vez no estaba en condición de pedirla, sólo de aprender. Por eso. Hay casos y casos.

Este verano, la Asociación de la Prensa de Madrid calcula que 3.000 licenciados y estudiantes realizarán su primera práctica profesional en algún medio o gabinete de comunicación. La APM ha sugerido a las empresas periodísticas que se esfuercen en convertir estas prácticas en un elemento que ayude a dignificar la profesión y no en una vía para tener mano de obra barata. (Ja, Ja, Ja…) ¿Respuesta de muchas empresas? Caso omiso, como el que oye llover.

Los datos del último informe de la APM indican que anualmente egresan unos 2.600 alumnos de Periodismo. Estimaciones del sector señalan que la cifra de potenciales becarios se eleva a 3.000 personas. Por tanto, las plazas reales son escasas.

¿Solución? Aceptar cualquier propuesta, dejar de lado el orgullo y soñar con que en un futuro próximo todo sea mejor. Hay otra opción, como nos dijo ayer el subdirector en nuestro primer día de becarios, los farmacéuticos cobran mucho… (y ahí se quedó). Pero, nos preguntamos, ¿viven muy bien? No sé, dejémoslo en que su cuenta bancaria está más cargada; en otros aspectos, tal vez, estén menos saciados.

Eso sí, por suerte no todas las empresas son iguales. Aunque, como dije antes, pasarán los años y nadie hará nada por mejorar la situación ¿indefensa? de muchos becarios.

A esta situación, Forges le pone humor, y del bueno.

2 comentarios:

Miguel Carvajal dijo...

Buen análisis. Por eso hace gracia comprobar cómo luego algunos medios se quejan de que los estudiantes no salen formados cuando se licencian, cuando ellos, que los tienen durante los veranos previos, sin pagarles un duro, no les dan oportunidades de aprender con fuego real. Sólo les dejan al borde de una depresión y con dudas sobre su vocación periodística. Que exploten lo justo y necesario, bien, pero que al menos haya alguno por ahí para echarles un cable.

Carolina Pascual [Atocha] dijo...

Tienes razón, Sintomático, pero parece que no se dan cuenta. Invertir en el futuro está en la mente de muy pocos medios. Ellos verán. El perjuicio no es sólo para los becarios.