12 de septiembre de 2008

Un adiós anunciado

Toda la vida en la ciudad, escapo unos días y… hete aquí la noticia del año en Alicante. Se esperaba, sí, pero nadie la predecía en estas fechas, por mucho que alguno se suba al carro del «ya dije yo que…».

Trece años después, Luis Díaz Alperi ya no es sinónimo de alcalde de Alicante. Su anuncio, meses ha, contó ayer con la confirmación. Alperi deja la Alcaldía que pasará a manos de su sucesora natural –aunque se hayan manejado otros nombres como Ripoll, Flores o Llorens–. Aunque todos ellos son, a priori, válidos, será Sonia Castedo, su delfín, quien recogerá la vara, postulándose como cabeza de lista para las próximas elecciones.

Entre emociones varias –no sería comparable la que sintió Castedo o Ripoll, por ejemplo–, Alperi anunciaba ayer en el Salón Azul del Ayuntamiento de Alicante que se va. Sin apenas avisar y aprovechando una visita de Camps a la ciudad, Alperi comunicó que ha llegado el momento de abandonar el cargo. Curiosamente lo deja a pocos días de la celebración de la Vuelta al Mundo a Vela (la Volvo). Imprevisible hasta para decir adiós.

El balance de Alperi como máximo mandatario de Alicante se puede resumir en números, actuaciones u opiniones. Sin embargo, guste más o menos, hay algo objetivo: cuatro mayorías absolutas le avalan, ¿o, por el contrario su permanencia en el poder se ha debido a la ineficacia de la oposición?

Se va un ovetense y llega una lucense. A ver qué tal el cambio. Si lo hay.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El Ayuntamiento necesitaba cuanto menos un cambio de imagen. Dejando de lado la buena o mala gestión de Alperi, creo que el cambio debería haber sido antes. Castedo está igual de preparada ahora que en las últimas elecciones. Ella tiene en sus manos comenzar una nueva etapa.

Y sí, la ineficacia de la izquierda, que pone en bandeja cada cuatro años la permanencia de los populares en el poder, seguirá dando por muchos años mayorías absolutas a la derecha, que si que ha sabido agruparse en una misma voz a pesar de la disparidad de ideas que aglutina cada ala ideológica.

Jorge dijo...

Cuando el barco se hunde, las ratas son las primeras en abandonarlo.