21 de mayo de 2012

Sin rencor, sin memoria, sin Fabra


Postigo, Johnson y Castedo, el sábado en el palco. ¿Y el president? // FOTO David Costa

Movimientos dignos de ajedrez tuvo que hacer Castedo este sábado para cumplir con dos compromisos ineludibles que coincidían en espacio y casi tiempo: el Congreso Regional del PP y la proclamación de la Bellea del Foc 2012. En la cita política, la alcaldesa ejercía de presidenta, mientras que en la gala festera, de anfitriona. Pero no me ocupa ahora la agenda de la regidora alicantina, sino el desprecio que dedicó el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a las fiestas oficiales de la segunda ciudad de la Comunidad, las Hogueras de San Juan. El molt honorable, de visita en Alicante para confirmar su liderazgo al frente del PPCV, no hizo acto de presencia en la puesta de largo de Elena García Caballero como Bellea del Foc 2012. Ni estaba ni casi se le esperaba, parafraseando al ya desaparecido Sabino Fernández Campo. Para compensar su ausencia, Fabra envió en representación del Gobierno valenciano a la consellera Lola Johnson. Un mal muy menor cuando la agenda del presidente lo situaba en el Auditorio Provincial (el ADDA), a unos escasos metros del Teatro Principal.

El complejo de inferioridad que aturde a todo alicantino cobra razón de ser cada cierto tiempo. Y el sábado, se tuvo un nuevo acicate para la pataleta. Y no porque su figura modifique en esencia el escenario: las Hogueras vivían, sobreviven y lo seguirán haciendo sin la compañía de Alberto Fabra. De hecho, el respetable reparó en su ausencia cuando el presentador de la gala, por aquello de seguir el guión con fidelidad, agradeció al president su presencia en el Principal. Por allí, doy fe, no se le vio. Y en el palco de autoridades, un largo etcétera, no crean: las citadas Johnson y Castedo, Mariano Postigo, Andrés Llorens, Marta García-Romeu, Juan Seva… Fabra, eso sí, no evitó que su nombre se escuchara con cierta intensidad entre aires de reproches. No se le echó en falta, decía, pero huelga decir que los gestos son inherentes a la clase política. Y qué menos que aprovechar su circunstancial estancia en Alicante para presenciar la proclamación de la Bellea del Foc. Son guiños, sí. Prescindibles, tal vez. Pero de obligado cumplimiento moral para un presidente que proclama serlo de «todos los valencianos». El sábado se demostró que no es así, que las clases existen. Para los suspicaces, un estímulo: Fabra sí estuvo en la todavía cercana exaltación de la Fallera Mayor de Valencia. Pero aquí paz, nada de guerras. En junio, allá por el 23 o el 24, presumirá de foguerer... Y muchos le reirán la gracia. El sur nunca supo de rencores.





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