Una jornada intensa de trabajo, de esas que te dejan sin el suficiente ánimo para visitar
la noche alicantina. Un sábado que acaba frente al televisor, con el Iphone en una
mano y los votos de Eurovisión de soniquete de fondo. Suena duro, eh… Podía ser
peor. Pongo a cargar el móvil, que falta le hace, y cambio la patraña europea,
otra más, por una buena música a modo de acompañante espiritual.
Dejo atrás la innecesaria guerra que ha declarado Mercedes Alonso, alcaldesa
de Elche, a José Císcar, vicepresidente del Consell, en la carrera por presidir
a los populares en la provincia. Paso página, decía, y abro una en blanco. Nada
que ver. Mañana, la política devolverá mi testigo a las celebraciones
lúdico-festivas, a los actos del Día del Alicantino de Adopción. Bien están
para emplear las primeras horas del domingo. Un rato de asueto, una oportunidad para
departir con unos y otros, un rato que se agradece como si fuera el último.
Nunca se sabe…
Aprovecho la intimidad de la oscuridad, dibujando una sonrisa sincera al acordarme de él. Él me ha enseñado a disfrutar por
las noches, incluso muchas tardes. Él me ha inoculado la disciplina del trabajo en conjunto
y la relevancia de las acciones personales. Él me ha quitado el miedo a viajar fuera
de España, a disfrutar de otras culturas, de escenarios que ya nunca olvidaré
como Roma o Londres. Él me ha invitado a sentir cada caricia, cada mirada. Él me ha mostrado el dulce sabor de los besos. Él me ha permitido sentirme parte de un todo. Él me ha recordado
la relativa importancia de cada minuto. Él dice que se marcha, pero bien sabe que nunca
se irá. Ya saben, uno siempre está mientras su recuerdo siga presente.
Gràcies, Pep. Gracias por tenerme delante de la televisión en cada partido,
por intrascendente que pareciese para el común de los mortales. Gracias por
recalcar hasta la saciedad la importancia del equipo y de cada uno de esos miembros
que le dan forma. Gracias por marcar para siempre en el recuerdo el Olímpico romano
y el Wembley londinense, con esos cetros europeos que te acabaron por coronar en
la historia europea. Gracias por permitir que disfrutáramos de cada pase, de
cada roce al balón, de cada apertura de juego, de cada desmarque, de cada
cobertura, de cada pausa. Gracias por hacernos valorar cuando Messi, Piqué,
Villa o cualquier joven canterano paseaban el escudo tras perpetrar con clase la
portería rival. Gracias por subrayar la relativa importancia del fútbol.
Gracias por imponer cordura en un universo esquizofrénico. Gracias por hacer
que sintamos el orgullo de ser culés. Gracias por toda la obra. Gracias por
permitir que la maldita crisis económica y de valores, por momentos, pasara a
un reservado segundo plano. Gracias por dejarnos desconectar de la locura que nos
arrastra corriente abajo. Gracias por darnos vida. Gracias por hacernos morir de éxtasis. Y
vuelve pronto. Ya se te echa en falta... #gràciesPep #gràciespertot #finsavit
1 comentario:
Y gracias por hacer que mi padre llegara a tiempo de ver el maravilloso juego y las victorias que has sabido darnos.Los culés te estamos tremendamente agradecidos.
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