Le cojo prestado el titular a Pepe Domingo Castaño. Seguro que no le importa y menos si es para hacer un homenaje a Vicente Marco, el creador de Carrusel Deportivo.
El sábado falleció una de las voces más importante, el padre del programa decano de la radio española. Pese a narrar, presentar y dirigir varios espacios, Marco siempre estará unido a «Carru». En 1954, se aventuró a crear un programa que informara en directo sobre los partidos de la liga. Su socio fue Bobby Deglané, otro adelantado a su tiempo. De esta forma, comenzó Carrusel Deportivo, con Vicente Marco en los mandos y otro mítico, Joaquín Prats, en la animación. Así nacía una forma distinta de vivir las tardes de los domingos, de disfrutar del deporte al margen de las pasiones.
Vicente Marco dejó la radio (porque la radio nunca quiso ni se atrevió a dejarle) tras el Mundial de España en 1982. Casi dos décadas después, al recoger el Premio Ondas a toda su trayectoria, Marco se limitó a decir: «Pido perdón a todos por la cantidad de veces que he anunciado una quiniela que no les había tocado». Todo un personaje.
Por mi edad, nunca pude escuchar a Vicente Marco al frente de Carrusel. Una lástima. Aunque el trabajo de sus sucesores (que siempre han tenido palabras cariñosas hacia él) me ha hecho, año tras año, recordar su voz: «limpia, seria, cariñosa, vibrante, cálida y hermosa», como bien describe Pepe Domingo Castaño.
Todos los fervientes seguidores de Carrusel le debemos mucho a Vicente Marco. Parte de nuestra felicidad es y será siempre responsabilidad suya.
Carrusel fue un milagro de unos genios. Ahora, será nostalgia recordando a Bobby, a Joaquín y, cómo no, a Vicente.
El sábado falleció una de las voces más importante, el padre del programa decano de la radio española. Pese a narrar, presentar y dirigir varios espacios, Marco siempre estará unido a «Carru». En 1954, se aventuró a crear un programa que informara en directo sobre los partidos de la liga. Su socio fue Bobby Deglané, otro adelantado a su tiempo. De esta forma, comenzó Carrusel Deportivo, con Vicente Marco en los mandos y otro mítico, Joaquín Prats, en la animación. Así nacía una forma distinta de vivir las tardes de los domingos, de disfrutar del deporte al margen de las pasiones.
Vicente Marco dejó la radio (porque la radio nunca quiso ni se atrevió a dejarle) tras el Mundial de España en 1982. Casi dos décadas después, al recoger el Premio Ondas a toda su trayectoria, Marco se limitó a decir: «Pido perdón a todos por la cantidad de veces que he anunciado una quiniela que no les había tocado». Todo un personaje.
Por mi edad, nunca pude escuchar a Vicente Marco al frente de Carrusel. Una lástima. Aunque el trabajo de sus sucesores (que siempre han tenido palabras cariñosas hacia él) me ha hecho, año tras año, recordar su voz: «limpia, seria, cariñosa, vibrante, cálida y hermosa», como bien describe Pepe Domingo Castaño.
Todos los fervientes seguidores de Carrusel le debemos mucho a Vicente Marco. Parte de nuestra felicidad es y será siempre responsabilidad suya.
Carrusel fue un milagro de unos genios. Ahora, será nostalgia recordando a Bobby, a Joaquín y, cómo no, a Vicente.
1 comentario:
Yo tampoco tuve la oportunidad de oirle pero le debo muchas tardes aburridas...
El sábado cuando comenzó carrusel, noté una sensación de alegría interior que no sabría describir.
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