Sí, cincuenta horas han pasado desde la clase en cuestión y aún ando en un estado de shock nunca jamás experimentado. Todo sucedió en la Universidad pública, práctica, avanzada y emprendedora por excelencia. La UMH.
El profesor responsable de la asignatura estaba aprovechando los primeros (¿y únicos?) placeres del matrimonio. Así que vino un compañero suyo a sustituirle (a partir de ahora será MP).
MP no quiso empezar la materia, por lo que aprovechó para descubrirnos un mundo… alucinante. ¡¡El machinima!! Es decir, crear animación a partir de los videojuegos. ¿Para qué sirve? Contar historias gracias a los motores de videojuegos. Sí, exacto, ¡Una frikada!
Lo curioso no es que la gente se aburra y utilice el tiempo libre en jugar a los marcianitos, grabar las partidas y luego montar sinsentidos. No. Esto sería para investigar más bien. El problema es cuando te explican estos «avances tecnológicos» en la Universidad, en la carrera de Periodismo… y te intentan convencer de que te será útil en tu vida laboral. Le faltó decir dónde nos ve trabajando en unos años.
Viendo en qué se entretienen muchos de los jóvenes, parece normal que a la prensa le queden pocos años de vida. Demasiado sobrevive la pobre.
Por suerte, el viaje a ese mundo no duró más de cien minutos (con sus segundos). Aunque las secuelas permanecen en más de uno.
El profesor responsable de la asignatura estaba aprovechando los primeros (¿y únicos?) placeres del matrimonio. Así que vino un compañero suyo a sustituirle (a partir de ahora será MP).
MP no quiso empezar la materia, por lo que aprovechó para descubrirnos un mundo… alucinante. ¡¡El machinima!! Es decir, crear animación a partir de los videojuegos. ¿Para qué sirve? Contar historias gracias a los motores de videojuegos. Sí, exacto, ¡Una frikada!
Lo curioso no es que la gente se aburra y utilice el tiempo libre en jugar a los marcianitos, grabar las partidas y luego montar sinsentidos. No. Esto sería para investigar más bien. El problema es cuando te explican estos «avances tecnológicos» en la Universidad, en la carrera de Periodismo… y te intentan convencer de que te será útil en tu vida laboral. Le faltó decir dónde nos ve trabajando en unos años.
Viendo en qué se entretienen muchos de los jóvenes, parece normal que a la prensa le queden pocos años de vida. Demasiado sobrevive la pobre.
Por suerte, el viaje a ese mundo no duró más de cien minutos (con sus segundos). Aunque las secuelas permanecen en más de uno.
2 comentarios:
Y me la perdí...
¡¡Viva el machinima!!
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