…son esto, que no me esperen. De ningún modo. Seguiré, mientras me lo permitan, en la vida real.
¿A qué me refiero? El «Desayuno con…» de El País hoy nos presenta a Sofía de Oliveira. Desconocida para el mayor de los mortales, la joven hija de portuguesa y angoleño que ostenta un hito: ser la usuaria española con más contactos en su página personal. Y, según parece, este dato no es baladí. Incluso permite el acceso a la «última» del periódico global en español. Muchos matarían por ello.
Sofia de Oliveira se creó un perfil en MySpace hace dos años, la primera red social en triunfar a nivel mundial, y a día de hoy roza los «130.000 amigos». En su morada en la red, «eSofia» es «descaradamente sexy», en contraposición a la real: una chica de 24 años, mulata, diminuta, muy delgada e inesperadamente tímida.
«eSofía» posa en biquini y con tacones agarrada a la barandilla de un yate. Sofía, sin embargo, persigue el sueño de convertirse en actriz. Su espacio en Internet recibe correos electrónicos desde, por ejemplo, Alaska, Miami, Brasil, Londres... Tanta actividad le «obliga» a dedicar un mínimo de cuatro horas diarias a Internet (si no todo el día…). ¿Hay mejor forma de aprovechar el tiempo? Apuesto a que no.
Y bien, echado un vistazo a los datos, a las dos «vidas» de Sofía, me pregunto: ¿para qué sirve esta mentira? Ella misma reconoce en la entrevista que amigos «de verdad» tiene muy pocos, «Unos diez. Espera... Buf, no. Menos».
Si las redes sociales consisten en coleccionar «visitantes» que se convierten en un simple número… que no me esperen.
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