14 de noviembre de 2011

Que me lo expliquen...

No se habla de otra cosa por Internet. Las redes sociales han centrado hoy su foco en la portada de un diario modesto, poco acostumbrado a la efímera popularidad que otorga la Red. El Depor Sport, periódico del Deportivo de la Coruña, salió esta mañana a los quioscos con una portada que, difícilmente, ha podido dejar indiferentes a su paso. La victoria de ayer en el “derbi” gallego (2-1) disputado en Riazor debió provocar tal grado de excitación en la afición blanquiazul que, hasta los responsables de la cabecera institucional, cayeron rendidos a la tentación.



Parece fácil recrear la situación. A ver. Algo así. Me imagino al director del rotativo pidiendo con celeridad las mejores imágenes. “Venga, quería las fotos para hace un minuto. Ya vamos tarde”, espetaría el responsable del diario. Cabe recordar que el partido arrancó a las 21 horas… O sea que tal frase pudo ser pronunciada poco antes de la medianoche. Imagino al tal Fernando Hernández, autor de la instantánea de marras, asomando la cabeza por encima de la pantalla de su ordenador y diciendo, con tono burlón, al resto de gráficos: “¡Tengo la foto, chavales, pero estás que la eligen para primera...!” Risas, guiños y el típico recatado: “Es buena foto, pero, claro…”. “Pero, ¿qué? ¿Cómo están los celtiñas? ¿J*didos, no? ¿Cómo van a estar si se la hemos metido bien metida…?”, debió elevar el tono el autor de la polémica imagen. El Deportivo, en su regreso a Segunda División, consiguió ayer, ante su afición, el tanto de la victoria tan sólo unos segundos después de que el Celta pusiese el empate provisional en el marcador. “Bueno, yo se la voy a pasar al director, que sepa que está ahí… Y luego que decida, que para eso le pagan”.

Y en esas, el jefe recibe un portafolios con las mejores imágenes del partido. Una fotografía del balón impulsado por Lassad colándose por la escuadra viguesa, otra con la afición enloquecida tras el definitivo tanto local, una tercera con los jugadores blanquiazules al borde del éxtasis… y una última, a modo de cierre, sin movimiento, en la que no se llega a apreciar ni la cara de los protagonistas… Y en esas, el director, aún con el subidón de adrenalina en las venas..., mira a su derecha, coge la reproducción de la fotografía y se la lanza al responsable de Diseño. “Toma. Abrimos con esa foto… Y ya puestos, vamos a darle fuerte. Titula con un ‘Orgásmico’, pero con todas las letras en alta, que se vea bien”. “Pero…”, se debió adivinar entre los dientes de algún jefe intermedio. Pero nada. Ahí tenemos la portada. Con un par... En el deporte parece que (casi) todo vale. Y a mí me parece bien, que conste... Ahora, desde la distancia del liderato, me gustaría saber cómo ha explicado hoy ese padre gallego a su hijo el por qué de ese titular… Y no especifico, digo gallego, porque el apuro habrá sido similar en A Coruña y en Vigo. Similar, que no igual. Ya saben…

Decía al inicio que hoy en las redes sociales no se habla de otra cosa que no sea el orgasmo deportivista. Pero he debido matizar. No se habla de otra cosa, entre los que hablan. Los que están, no sólo por el hecho de estar, sino porque son. Son usuarios activos, no como Leire y Federico. Pajín y Trillo, cabezas de las listas del PSOE y PP por la provincia de Alicante, que han recibido un simbólico tirón de orejas por su desapego a las redes sociales. Incluso, algo peor. Por vender que están, sin dejarse leer. Mi compañero Alejandro Fernández publica hoy un artículo en el que explica la inactividad en las cuentas de los dos políticos 'alicantinos'. Uno está (dicen los suyos en @federico_trillo), pero no se le espera. La otra, que sí está (@lpajin), no sabe ni dónde anda (de hecho, aún se hace llamar senadora). Tiene una cuenta a su nombre y con miles de seguidores (más de 6.000). Pero para qué aprovechar ese canal para dirigirse a los ciudadanos... Nada. Su equipo de campaña abre otra cuenta en Twitter (@femcami), que siguen la mitad de la mitad de la mitad (…) de seguidores que al perfil personal de Pajín (apenas 400), y en la que cuentan los quehaceres diarios de la candidata. Ella, de vez en cuando, se deja caer y firma algún mensaje. O eso venden. Desde la curiosidad, me pregunto quién gestiona esa cuenta… ¿Qué hacía antes de ponerse el disfraz de community manager (o como se hacen llamar ahora “social media manager”)? ¿Cómo puede un aspirante desaprovechar (y más con las encuestas enemistadas con su formación) un volumen amplio de contactos y decantarse por una cuenta con máscara electoral a la que no sigue ni el más socialista del patio? Los expertos en esto de las redes sociales, si es que existen…, se deben tirar de los pelos si descubren este flagrante ejemplo de incompetencia comunicativa. No creo que todavía se puedan rascar muchos votos en esta España por la senda virtual, pero qué menos que dignificar el trabajo. Ser competentes, vamos. Puede, lo reconozco, que esté algo sensible con este universo twittero. Las reclamaciones a la UAB y al centenar de páginas que me ocupa el análisis de la campaña de las municipales a través de las redes sociales de Sonia Castedo y Elena Martín. Ahora, una vez finiquite el trabajo, vendrá lo más duro: la terapia de desintoxicación. No será facil, y eso que mantengo mi escepticismo en torno a las redes sociales. Hoy, eso sí, sólo veo arrobas, estados, almohadillas, seguidores, listas, menciones, réplicas, tweets, retweets y me gustas...

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