17 de noviembre de 2011

Una especie en extinción

“Debemos 70 billones de dólares”. Así arranca la airada intervención de Dylan Ratigan, periodista y conductor de un programa matinal en el canal de televisión MSNBC de Estados Unidos. Unas palabras pronunciadas hace unos meses y que siguen más vigentes que nunca.


Su ya afamado discurso, que no llega a los cinco minutos, recoge todos los elementos necesarios para despertar la admiración a miles de kilómetros. Quiero imaginar a un periodista en España que se despoje de su chaqueta ideológica y arremeta contra el sistema con tal vehemencia y naturalidad. Quiero, y no puedo. Me cuesta imaginarlo, tal vez, porque no exista tal figura entre el ramillete de personajes ya viciados. Aquí, en contra de lo que demuestra Ratigan, los papeles están muy bien repartidos. Cada uno sabe lo que tiene que decir… Nadie se salta el guión no vayan a saltar de la tertulia en cuestión.


El periodista, especialista en información económica, no exculpa a ningún actor protagonista en el debate. Republicanos y demócratas se las llevan a partes iguales, y sólo comparten golpes con el sistema bancario, principal objetivo de la ira de Ratigan. Razón, parece, no le falta.

Al margen del contexto político, social y económico que marca la identidad temporal de cada país, la intervención se puede extrapolar a la mayoría (quién se podría salvar…) de los estados democráticos. Se dicen tantas verdades universales, matizadas por la capa de pintura que diferencia a cada país, que jamás se escucharán en un medio de comunicación español. Aquí, a los amigos, no se les atiza. Aquí somos peores que esos congresistas estadounidenses atados por su dependencia de las subvenciones. Empieza Ratigan...







“No estoy aquí para marear la perdiz hasta 2017. Estoy diciendo que tenemos un problema enorme, y estoy harto de republicanos y de demócratas. Donde los republicanos se lo quieren cargar todo y los demócratas, con todos mis respetos, pretenden aportar soluciones a través de la Presidencia que al final me acabarán jodiendo a mí y a mis hijos…”.


“Y mientras esto siga ocurriendo, tenemos que seguir aguantando el expolio de dinero, que es el motivo por el cual los mercados financieros se están portando como lo están haciendo. Esto es un hecho matemático. Esto no es una opinión, es un hecho matemático”.


“Se están robando decenas de billones de dólares de los Estados Unidos. No lo están haciendo los demócratas ni los republicanos… es el sistema integrado al completo: sistema financiero, los mercados, los impuestos… Sistemas que han sido implementados por ambos partidos durante dos décadas”.

“Eso está sucediendo en nuestro país ahora mismo, y estamos aquí discutiendo sobre si tenemos que aplicar el plan de los cuatro billones de dólares del presidente que escurre el bulto hasta 2017 o cargárnoslo todo. Opciones ambas que son imprudentes, irresponsables y estúpidas”.


“Yo llego tres años en televisión y el hecho es que ambos partidos, demócratas y republicanos, se niegan a reconocer y asumir el problema matemático y es que EEUU está siendo expoliado. Nos están robando a través de la banca, nos roban con los mercados y nos roban con los impuestos. Y no hay ni un solo político que haya dado un paso al frente para encargarse de esto”.


“Me gustaría que el presidente se dirigiese a los ciudadanos de los EEUU y les dijese: ‘Vuestro Congreso es incapaz de articular legislación en materia de sanidad, banca, comercio o impuestos, porque si lo hace perderá su financiación política y por tanto no lo hará”.


“Si yo fuera presidente y tuviese un país con un congreso comprado, no trabajaría con ese congreso comprado haciéndome el ‘listo’. Yo abandonaría el congreso corrupto, como lo hizo Roosevelt, me dirigiría a los ciudadanos y les diría: ‘¡Tenéis un gobierno comprado!’”.


“Y hasta que no nos liberemos de esto, hasta que no quitemos a los políticos la capacidad de decisión sobre el dinero y mientras el presidente no reconozca que éste es el problema… no veo que haya medida alguna que valga”.


“No importa lo buena que pueda ser tu idea, la suya o la mía… Esas ideas jamás se concretarán mientras siga sin existir la posibilidad de, básicamente, despedir a un político molesto porque se le retiren fondos”.


“¿Qué haría? Implicarme en la solución del problema. Crearía una infraestructura bancaria inmediatamente. Una vez que explicas a las personas el problema, en el momento que entiendas lo jodidas que están las políticas financieras, creedme, no tendrás el menor problema en incorporar un banco que recupere dinero de paraísos fiscales y lo traiga de vuelta y lo utilice para crear préstamos directos al dos por ciento a todos los negocios de América”.


“Te des cuenta de que la banca está profundamente corrupta y nos está estafando…”.


“Y doy la cara y digo esto porque me gustaría que lo hiciese el presidente. Yo diría: ‘Saben una cosa, tenemos una situación muy jodida, todos lo saben, yo lo admito, y por lo tanto empecemos a resolver esto como adultos’. Ya se hizo después de la Segunda Guerra Mundial”.


"En fin, esto se ha puesto un poco más intenso de lo yo había previsto. ¡Qué le voy a hacer!"


Pero el secreto de Dylan Ratigan no sólo reside en el contenido de su discurso, sino en que se vale de una forma ejemplar para transmitir el mensaje. Puede que no elija el tono marcado en rojo en los manuales de estilo para "las intervenciones sobre asuntos económicos en la televisión", pero sí que aporta la energía necesaria para generar afinidades... A mí, con sus comas y algún punto, me ha convencido. Basta con escucharlo para concluir que, al menos, hay verdad en sus palabras. Y como la hay, la comparte con su público. Sin más.

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