Si ya lo dicen los abuelos, sabios por experiencia… “Cuando algo empieza mal, acaba peor”. De combinar el desayuno de los perezosos o el vermú de los impacientes con un partido de fútbol no puede salir el mejor cóctel. Menos, si lo agitamos en una jornada laborable. Pero, en el Mundial de Clubes, nothing is impossible (que acuñó la multinacional deportiva alemana), desde el horario matinal para los europeos hasta una semifinal entre el todopoderoso Barça y un club de segunda regional. No obstante, la victoria, que ya era un hecho antes de saltar al césped, le ha acabado saliendo muy cara al conjunto azulgrana. En concreto, pírrica, en su acepción original. A Pirro, rey de Epiro, el triunfo frente a los romanos le costó la vida de miles de sus hombres. A Guardiola, perder a uno de sus referentes ofensivos. La escalofriante imagen de la rotura de la tibia de la pierna izquierda de David Villa, en la recta final del primer acto, bien vale que el Barça vuelva a pisar la ciudad condal con el trofeo que distingue al mejor equipo del mundo bajo el brazo. Será un consuelo menor, pero el Guaje lo merece. Si la plantilla echaba en falta algún elemento motivador, ya lo tienen.
Arriba, Villa con la tibia rota. Abajo, un simple lance de juego. Contrastes... |
Pero como todo lo que se tuerce acaba hecho ruinas (Torre de Pisa, al margen), los rumores de toda la jornada se han acabado por confirmar a última hora de la noche. Amaiur no tendrá grupo propio en el Congreso de los Diputados. Suena bien, pero rechinará no tardando mucho. La decisión, tomada por el PP y apoyada desde la barrera por PSOE y CiU, impide que la formación vasca se garantice al menos un representante en todas las comisiones parlamentarias y en la Diputación Permanente, el disfrute de voz propia en la Junta de Portavoces y el ingreso de unos 30.000 euros mensuales como subvención, entre otros beneficios. Con todo, el peaje que tocará pagar será mucho más caro. El victimismo de la izquierda abertzale, que consiguió en las urnas seis actas de diputados, va a superar cotas insospechadas. Al tiempo. Más allá del debate del respeto o desprecio a los resultados electorales, puede que los dos principales partidos de ámbito nacional, PP y PSOE, echen la vista atrás de aquí a un año y medio y recuerden con fatalidad este 15 de diciembre de 2011. Las elecciones al parlamento vasco están a la vuelta de la esquina (marzo de 2013, si se cumplen los plazos) y, de mantener esta determinación política, la hecatombe de ambas formaciones puede ser de órdago. Del hito de la llegada de un socialista a la Lehendakaritza… ¡a vete tú a saber qué! Todo tiende a empeorar. Que se lo pregunten al ministeriable González Pons.
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