Andaba ya por la frontera del medio millar de palabras, cuando he recibido el mensaje de un colega de profesión. De un plumazo, se han volado las ganas de frivolizar sobre la ley de la igualdad, la paridad en las reuniones gastronómicas de empresarios y otras malas hierbas. [Control + E / Supr à texto fuera]. Ya habrá tiempo de trivializar esa notable ausencia de representantes femeninas en demasiados ámbitos de esa vida que se hace llamar moderna. También, de buscar los porqués. Ahora, a estas alturas de una gélida madrugada alicantina, no puedo más que mostrar mi franca solidaridad con aquellos que, cuando amanezca este 3 de febrero, no tendrán la oportunidad de sentirse realizados como profesionales. Tampoco lo harán el 4, ni el 5 ni a buen seguro el 6… El saco ya acoge a más de cinco millones en España, casi un cuarto de millón en Alicante. Mañana, tú, yo, él… cualquiera puede caer en la lista. Ya sabemos que pocos están a salvo. Mañana, podemos unirnos sin más justificación que el silencio de los números. También sabemos que las explicaciones se cotizan al alza. Mientras, los que sepan, a rezar. Yo seguiré dando gracias, una rutina nocturna que hoy cumple cuatro años y siete meses. Y parece que fue ayer...
No hay comentarios:
Publicar un comentario