23 de febrero de 2012

Un alto para recapacitar

 

El piloto automático me llevaba camino de la cama. Son horas. La gala de los Importantes de Información ya es historia. La celebración anual, donde los premios acaban por dejar el protagonismo a las relaciones sociales, se postulaba como el epílogo de este último jueves de febrero. Pero no ha sido así. Un compañero, un garito apartado, dos botellines y una conversación improvisada, relajada, reconstituyente y provechosa han significado el verdadero punto final a la jornada. Y no sólo eso, sino que la charla ha servido, sin pretenderlo ni advertirlo, como bálsamo a una noche marcada por las presentaciones, los reencuentros, las miradas, las sonrisas, las risas, los chismes y alguna complicidad. Una noche que se apagaba sin el saludo de rigor, sin un guiño velado. Una noche que ya descansa en la indiferencia.
Contaba el tiempo que faltaba para que llegara hoy. Lo llevaba haciendo algunas semanas, ya ni recuerdo cuántas... Contaba el tiempo que faltaba para que llegara hoy. Pero no hoy por ser hoy, jueves 23 de febrero, sino hoy por ser el día de publicación del post número 500 en este íntimo rincón de la ruidosa blogosfera. Medio millar de microhistorias que me han ocupado, más sueños que despertares, desde finales de 2007. Más de cuatro años de experiencias que hoy tiran de las riendas para tomar aire. Llega un alto en el camino. No sé por cuánto tiempo, aunque imagino que aguantaré en silencio más bien poco. Demasiados recuerdos…
Lo de imaginar, cierto es, no es lo mío. Llevaba cierto tiempo pensando qué hacer con la llegada de esta simbólica entrada. Nada chirriante, pero sí que tuviera un aire sugerente. Ganaba a los puntos un análisis de los textos más visitados, con un abanico de curiosidades vinculadas a esas entrevistas, opiniones, parodias y alegatos. Un intento de retrospectiva. Y ahí se quedará, en un intento. Espero que en un periodo similar, allá por 2016, la memoria no juegue en contra. La mirada atrás queda pendiente.
Hoy, 23 de febrero del 2012, pasará a la historia del periódico por celebrar la enésima edición de los Premios Importantes. Hoy se recordará en este cuaderno de bitácora por recoger ya medio millar de entradas. Y hoy, también, debe suponer un punto de inflexión. No sé con qué recorrido, pero sí con qué motivos. Llega el momento de optimizar tiempos, de centrar la atención en esas ineludibles ocupaciones y dejar de construir castillos en el aire. Todo esto y más, desde mañana. Hoy, esta noche, ya descansa en la indiferencia. Dejémosla estar… Hasta pronto.

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