10 de noviembre de 2007

Con un par...


«¿Por qué no te callas?». Así, sin más miramientos, sin excesiva diplomacia, pero con sobrada razón se ha dirigido el Rey Juan Carlos al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El escenario, la XVII Cumbre Iberoamericana.

Por fin alguien ha tenido el atrevimiento de espetarle al demócrata bolivariano lo que muchos piensan, pero que, por miedo al «qué dirán», todos se guardan, o se guardaban hasta hoy.

¿El motivo? Es lo de menos. Ahora los políticos utilizarán esta reacción para su propio beneficio. Unos dirán que actuó en defensa del ex presidente Aznar (al que Chávez había calificado en diversas ocasiones de «fascista»). Otros defenderán la figura del Rey y su autoridad en marcos internacionales. Pero todos, creo, valorarán la defensa de la democracia hecha por un demócrata sobre un dictador.

Todo dicho.