Cuatros años atrás descubrimos el poder de la «Z», con su eterna compañera, inseparable, la «P». Ahora se ha puesto de moda la «ñ», eso sí, con el permiso de la Omega de nuestro alfabeto.
Hoy, en El País, el maestro Forges dedica su espacio gráfico al nuevo miembro de la sociedad cibernética.
Una pequeña reflexión. Mientras la Real Academia presenta a la «ñ» en Internet, y así una forma más de defender el español en un mundo tan anglosajón, la factoria socialista amplifica un fallo de dicción de Zapatero para publicitar al futuro candidato... ¿Defendemos nuestra lengua? ¿Restamos importancia a una campaña publicitaria? ¿Debe el máximo representante nacional de cuidar esos detalles? Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo Prisa, ha optado esta semana por recriminar al presidente su iniciativa.
«Señor presidente del Gobierno, ruego explique a sus asesores que no hace falta asesinar la ortografía para ganar unas elecciones. Dejen, pues, de amedrentarnos con las zetas, y no confundan lexicográficamente al personal, ya bastante absorto ante el aluvión de nuevas palabras de bárbaro origen que inundan los medios de comunicación», concluyó el periodista «amigo personal» de Zapatero
No hay comentarios:
Publicar un comentario