14 de mayo de 2008

Compra de voluntades


Llegó el esperado día. Sabíamos que el Magnífico tenía previsto en su agenda una visita a los alumnos de Periodismo. Y hoy ha cumplido. Qué honor el nuestro.

A eso de las doce horas, en la clase de Tercero, el rector ha comenzado una proclama que ha durado poco. Bueno, se ha extendido más de lo necesario, porque en realidad no ha dicho nada fuera del guión establecido. Se pueden resumir sus primeros minutos en una sencilla frase: «Ha vendido la excelencia de la Universidad». Y, para más desfachatez, nos ha pedido que hagamos llegar tal excelencia a los profesionales de los medios de comunicación en los que trabajemos.

Tras su mitin, al más estilo propagandístico, ha llegado lo realmente interesante, el turno de preguntas.

Algunas cuestiones, íntegramente formuladas por los alumnos de Segundo, se pueden obviar, porque eran detalles intrascendentes para la mayoría. Que si el camino para llegar a Atzavares está asfaltado, si tiene plantas o si atraviesa una acequia. Podían ser detalles interesantes si otras cosas mucho más trascendentales estuvieras resueltas, pero no es el caso que nos ocupa.

Así que a la mayor (como diría el otro). Se le ha preguntado por el infame plan de estudios que nos ofrece la Universidad. Ni mu ha dicho. Que la UMH se rige por lo que establece el Ministerio, que tal plan lo elaboran técnicos especializados, que no es competencia suya… Paja.

A continuación, y como asunto estrella, se le ha cuestionado el limitado equipamiento con el que contamos, centrado en las cámaras de televisión que, a apenas tres semanas para concluir el curso, aún no hemos visto. ¿Su respuesta? La misma, aunque aquí se ha mostrado más incómodo, tal vez porque el ataque (efectuado por varios alumnos) ha sido más directo y con argumentos tan sólidos que no ha podido rebatirlos ni, incluso, esquivarlos (su especialidad). Pero la solución ha sido similar a la anterior. Es decir, inexistente.

¿Becas para estudiar en el extranjero? Es posible (mal) pensar que a la Universidad no le interesa alcanzar acuerdos con otros centros, porque así el estudiante no conoce lo que hay fuera. Pero seamos bien pensados. El rector (con ayuda externa) nos ha comunicado una grata noticia: el próximo año contaremos con más becas. ¡Yupi! El número es ridículo, por eso me lo reservo.

En fin. Lo de siempre. Palabras, palabras y más palabras. Aunque, rebuscando un poco, es cierto que se pueden extraer algunas conclusiones, por ejemplo:
  • Nada es responsabilidad del rector, él siempre encuentra algún escudo donde guarecerse. En esta ocasión, Natxo Lara ha sido el favorito. Tal vez porque no estaba para defenderse. (¿Cobardía?).
  • El rector no comulga con el sarcasmo. Aunque tampoco le gusta conocer la verdad, los problemas reales que sufren los estudiantes… Prefiere, parece, vivir en la ignorancia. (Y no es el único).
  • Los culpables son los profesores por querer enseñar demasiado. (Maléficos que son).
  • Los alumnos hacemos de un detalle un problema de dimensión mundial. (Consecuencia del tiempo libre).
  • El objetivo no es que los profesores enseñen, sino que los alumnos aprendan. (Me reservo los comentarios, porque serían ofensivos, seguro).
  • Todos los déficits, consecuencia del esperpéntico plan de estudio, se subsanarán con actividades complementarias, como seminarios, laboratorios… (Y aún dormimos con chupete).
  • Los actuales grandes periodistas («como Ferris») no dispusieron durante su etapa universitaria de los excesivos medios tecnológicos que reclamamos. (Ni Einstein de Internet, no te…).
  • Los medios de comunicación ansían nuestra llegada, somos la solución del Periodismo en la provincia. (Hasta que descubran nuestra preparación . Y no por el profesorado, no, no voy por ahí).
  • La Universidad pretende que sus alumnos sean excelentes (si pone medios o no es otro debate).
  • Periodismo es una carrera «muy importante» para los regidores. (¡Carcajadas!).
  • Vamos, que la UMH es la hostia (con perdón).
Con las conclusiones arriba expuestas puede usted, querido lector:
  • Creérselas a pie juntillas.

  • Escribir al vicedecano para hacerle llegar las quejas, y esperar una respuesta, y seguir esperando…

  • Mostrar la correspondiente hilaridad.
  • Descojonarse.

  • Tomar nota, conservar el papel y echarle un ojo periódicamente (así el descojone será más a menudo).
Y, aunque parezca mentira, esta charla no ha sido lo mejor del día. Tenía todos los números para ostentar tal reconocimiento, pero un encuentro fortuito a última hora de la tarde le ha arrebatado dicho privilegio. Por respeto (no sé si merecido) y por dignidad propia me reservaré las conclusiones de una conversación (tensa y larga) con el vicedecano. El «off the record», aquí sí (¿no, Raúl?), se respetará.

No creo que ningún responsable de algún medio de comunicación de Alicante llegue hasta aquí. Ya quisiera yo. Pero si es así, ya sabe parte de lo que hay en la Universidad Miguel Hernández, que no se deje engañar por las políticas comunicativas de la institución. La verdad está en la voz de los alumnos. No en este blog, claro, pero sí en el sentir de los estudiantes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí. Ha pedido tiempo, ¿un año era?, para demostrar de lo que era capaz. Sólo digo que nos quedan dos.

Humo y más humo...

RAÚL

Marisol dijo...

Tú eres alumna y, por tanto, la verdad también está aquí. Sin duda, un día muy intenso el de ayer. No has podido explicarlo mejor.